Lo qué el viento no se llevó - Capítulo 3
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3: Capítulo 3 3: Capítulo 3 Una de las características que mas me gustaba de Vera era el poder que tenía de reírse con cualquier cosa y contagiar a alguien de su risa, no es que fuera una risa curiosa o rara, todo lo contrario.
Allí estaba ella riéndose sobre mis tragedias vividas a lo largo del mundo, sobre todo la última donde todo lo malo que podía pasar, pasó cuando perdí un tren en Lisboa y un sinfín de situaciones más.
Por un momento se quedó callada tan de repente y rápido tomo un trago de su cerveza acabándosela casi por completo.
—Perdona.
—dijo ella entre risas escondidas.
—Me acabo de recordar a Thomas, pensé que… sería buena idea que él también escuchara tus historias.
—Casi siempre lo hacía.
—dije.
—Cuando ocurrían él era una de las primeras personas en saberlo.
—¿No responderás a mi pregunta?
¿Cierto?
—preguntó ella, con un gesto en mi mirada le di a entender que no sabía de que estaba hablando.
—Me eliminaste de tus redes sociales.
Tomé un sorbo de cerveza, no sabía como explicarle ese hecho.
No es que deseara alejarme de ella, necesitaba hacerlo para seguir avanzando.
—Te responderé, si me cuentas que ocurrió con Alex.
—respondí para tener tiempo de pensar una respuesta.
Ella sonrió.
—Versión corta.
—dijo ella.
—Alex y yo terminamos hace casi un año, me fue infiel.
Me sorprendió su comentario.
Solo había visto a Alex una vez en toda mi vida, un día después de turno, nos quedamos allí hablando y tomando cervezas, recuerdo que había llegado por ella para irse a casa, pues vivían juntos.
Para ese momento es notaba el amor que él tenía por ella, mientras yo solo disimulaba la envidia y los celos.
—¿Y la versión larga?
—pregunté.
—¿Quieres conocer toda la historia?
—preguntó ella con asombro.
—Me gusta escucharte hablar.
—No cambias, Noah.
De acuerdo aquí va… Durante los siguientes minutos, Vera me contó como había descubierto que su pareja le estaba siendo infiel, cuando sus actitudes hacían ella empezaron a cambiar, que llegaba tarde o no dormía junto a ella.
Luego de un enfrentamiento por sus cambios, lo cual él negaba e indicaba que ella se imaginaba la situación, decidió tomar un último recurso, revisar su móvil… —Sé que esas cosas no se hacen.
—dijo ella.
—Pero me encontraba desesperaba, porque él me hacía creer que me estaba volviendo loca.
—¿Y qué encontraste?
—Un romance con una compañera de trabajo desde hace meses.
—respondió en un suspiro.
—Al final lo enfrenté, dijo que era mi culpa porque había estado trabajando mucho, ese mismo terminé mi relación y me mudé, Thomas me ayudó… —¿En serio te dijo que había sido tu culpa?
—pregunté riéndome.
Ella asintió igualmente riéndose.
—¿Y tú tienes pareja actualmente?
—preguntó de repente.
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