Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Configuración de usuario
Iniciar sesión Registrarse
Anterior

Lobo solitario, de vuelta al amor - Capítulo 124

  1. Inicio
  2. Todas las novelas
  3. Lobo solitario, de vuelta al amor
  4. Capítulo 124 - 124 La grieta
Anterior
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

124: La grieta 124: La grieta ** Demetri** Mi informante llevaba meses sin decir nada.

Al principio lo tomé como una señal de éxito: silencio significaba rutina, normalidad, nada fuera de lugar.

Emma había desaparecido de los márgenes de mi alcance, protegida por esa jauría de perros y por los Cullen, sí, pero aun así… el vacío comenzaba a inquietarme.

Luego llegó el correo.

No era largo.

No hacía falta.

Abrí el archivo y el mundo se quebró.

Fotos.

Emma.

Embarazada.

Durante un segundo —solo uno— mi mente se negó a procesarlo.

La imagen estaba ahí, nítida, cruel, definitiva.

Su vientre redondeado, su cuerpo cambiado, protegido por manos que no eran las mías.

El tiempo pareció detenerse mientras algo oscuro, espeso, me subía desde el pecho hasta la garganta.

—No… —murmuré, aunque nadie podía oírme.

Imposible.

Ella había sido mía.

La había tenido, la había marcado, la había probado en todos los sentidos que importan.

Y sin embargo… conmigo no concibió.

Nunca.

Ni una señal, ni una posibilidad.

Nada.

¿Y ahora?

¿Con *él*?

El maldito perro.

La rabia explotó sin aviso.

El computador salió volando contra la pared y se hizo añicos en una lluvia de plástico y chispas.

El sonido fue satisfactorio durante medio segundo… luego no fue suficiente.

Nada lo era.

La pregunta se clavó en mi mente como una espina envenenada: **¿Qué nació —o iba a nacer— de ahí?** No era solo celos.

No era solo orgullo herido.

Era algo más profundo, más peligroso.

Emma no era una mujer común, nunca lo fue.

Su naturaleza ya era una anomalía, una grieta en las leyes que creíamos inamovibles.

¿Un hijo suyo?

¿Con un lobo?

¿Qué clase de criatura podía surgir de esa unión?

La duda era un veneno lento, corrosivo.

No me dejaría en paz.

Podía imaginar mil escenarios, mil posibilidades, pero ninguna me bastaba.

Necesitaba certezas.

Necesitaba ver con mis propios ojos.

Y para eso, no bastaban informantes.

No bastaban fotos.

No bastaban amenazas enviadas por correo.

Tenía que ir.

Sabía que el territorio estaba vigilado.

Sabía que acercarme significaba riesgo, detección, quizá una confrontación que aún no me convenía.

Pero vivir con esa incógnita era peor.

No iba a resignarme.

Si algo había aprendido de Emma era esto: las cosas verdaderamente importantes no se observan desde lejos.

Se reclaman.

Se persiguen.

Se enfrentan.

Y yo no iba a vivir sin saber qué había nacido —o estaba a punto de nacer— de ella.

No después de todo.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Anterior
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo