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518: 518 Expulsados de la Secta 518: 518 Expulsados de la Secta Editor: Nyoi-Bo Studio —¡Maestro!

—Cheng Dong se mostraba más enfurecido a medida que hablaba—.

Para ese entonces, yo ya estaba herido, la Hermana menor Zhi Lin le pidió ayuda, ella se rehusó y hasta se burló de ella.

Hasta nos amenazó, y después de eso, muchas bestias demoníacas aparecieron de repente en el bosque.

Y… —se dio vuelta y miró a Gordito, luego apretó sus dientes, como si fuera a ir con todo—.

Y el Maestro Hui Ze, fue influenciado y se confabuló con esa mala persona todo este tiempo, ni siquiera escuchaba nuestras explicaciones.

Por eso salimos tan mal heridos.

—¿Ah?

—al preguntarse esto, la expresión de Lonemoon se volvió más pacífica—.

Entonces…, ¿crees que la razón por la que todos ustedes salieron heridos fue Shen Ying?

Cheng Dong no contestó, pero la cólera distorsionaba su cara, era evidente que lo pensaba.

Lonemoon entonces se dio vuelta hacia los otros discípulos.

—¿Y todos ustedes?

—los discípulos restantes se miraron los unos a los otros, con algo de duda.

Entonces añadió—: Bueno, digan la verdad, si piensan igual que Cheng Dong, den un paso adelante.

—¡Puedo demostrar que el Hermano mayor Cheng Dong dijo la verdad!

—Zi Yu fue la primera en expresar su apoyo, hasta dio dos pasos en la dirección de Cheng Dong soportando sus heridas.

Dándole a Shen Ying una mirada fija, dijo—: Ella fue la que provocó que estuviéramos en apuros.

Un rastro de emoción pasó por los ojos de Cheng Dong y su mirada se volvía más confiada.

Quizás por el hecho de que había alguien liderando, los discípulos restantes también comenzaron a levantar sus manos.

Al final, la mitad de ellos estuvieron de acuerdo con Cheng Dong, los más mayores, Jian Xing, que permanecía arrodillado y Zhi Lin que le brindaba apoyo, fueron quienes no alzaron las manos.

El abanico en la mano de Lonemoon hizo un pequeño “crac” al ser sostenido con fuerza.

Inhalando profundamente para suprimir la agitación muy al fondo, sus ojos se volvieron más fríos.

Un momento después, contempló a los cinco restantes y preguntó: —¿Por qué no levantaron sus manos?

¿creen que ellos mienten?

Todos se desconcertaron por un momento, sin saber cómo contestarle.

Zhi Lin fue quien habló a los pocos instantes.

—Le contestaré al Maestro, creo… que la Hermana Shen no es una persona tan mala, aunque antes… pero no creo que haga tales cosas con tal de dañar a la gente de su secta y que nos mataran.

—al decir esto, incluso miró hacia Shen Ying, quien estaba totalmente fuera de la situación, con una mirada esperanzadora.

¡Podría haber otras razones para esto!

—¡Hermana menor Zhi Lin!

—dijo Cheng Dong, suspirando, con angustia en sus ojos—.

¿Ella te hizo tanto daño, por qué todavía hablas por ella?

Los demás que habían levantado sus manos llevaban las mismas expresiones, su resentimiento hacia Shen Ying ardía.

Lonemoon los miró y de repente levantó sus labios en una sonrisa, mientras preguntaba, una palabra a la vez: —Entonces… para una maldad tan grave, ¿qué castigo piensan que se debería impartir?

Todos se miraron entre ellos por algunos momentos, al final, siguió siendo Cheng Dong quien dijo con furia.

—Para una persona como ella, no sería demasiado mutilar su cultivación y expulsarla de la secta.

Los demás también asintieron.

—¡Bien!

—Lonemoon cerró sus ojos, en verdad no podía seguir preguntando.

Levantándose, contempló a Hui Ze e instruyó—: Gordito, cura sus heridas primero.

—¡Sí, Maestro!

—Gordito los miró y luego sacudió la cabeza, suspirando.

Luego conjuró un hechizo, un conjuro del rejuvenecimiento apareció al instante bajo sus pies.

Quienes lucían miserables al principio sintieron que sus cuerpos se relajaban, las heridas en ellos se curaban con una velocidad que se podía ver a simple vista.

En unos momentos, estaban como nuevos.

Luego Gordito sacó una botella de píldoras de elixir, se la dio al discípulo más cercano y le indicó que la distribuyera.

—Cómela, dentro de tres días, tus meridianos se habrán recuperado.

Todos estaban encantados, distribuyeron las píldoras rápidamente y las tragaron.

En efecto, sus heridas internas restantes se sentían enormemente aliviadas.

Podrían ya ponerse de pie y se inclinaron hacia Lonemoon.

—Gracias, Maestro Lonemoon.

—¡No es necesario!

—respondió Lonemoon sonriendo, pero no había rastro de alegría en sus ojos—.

Ahora que sus heridas se han curado, vamos a hablar del castigo.

Todos se aturdieron por un momento, sobre todo los cuatro que habían acusado a Shen Ying; sus ojos se habían iluminado.

—Tal como ustedes pidieron —Lonemoon dijo despacio, enfatizando cada palabra—.

Los expulso de la secta, de hoy adelante, ¡Ustedes cuatro ya no son discípulos de esta secta!

—¡Qué!

—los cuatro se quedaron pasmados, creyendo que habían oído mal.

—¡Gordito!

—Lonemoon ordenó de inmediato—.

Despójalos de su cultivación y expúlsalos de la montaña.

—Sí, Maestro.

—¡Alto!

—exclamó Cheng Dong, con sus ojos llenos de miedo e incredulidad.

—¿Por qué nosotros?

No fuimos nosotros los que hicimos cosas malas… Antes de que pudiera terminar, Lonemoon no se pudo contener y con un movimiento de su mano, una corriente de Qi de Espada golpeó al muchacho e impactó su Dan Tian.

Cheng Dong sintió un dolor inmenso esparcirse, el Qi Espiritual en todo su cuerpo se disipó completamente mientras chillaba en voz alta.

—¡Ah!

—cayó al piso otra vez y comenzó a revolcarse.

—Practicaron cultivación por tantos años, ¡Cómo es que todos ustedes cultivaron para ser un completo grupo de tontos!

—Lonemoon finalmente dejó de contenerse y se levantó golpeando la mesa.

Al parecer a su furia lo había vencido, todo su cuerpo soltaba un aire ardiente, la mesa a su lado se redujo a cenizas en un instante.

Shen Ying finalmente levantó su cabeza.

—Padre Niu, la mesa valía 100 piedras espirituales.

—¡Te callas!

—… Bien.

Lonemoon entonces volteó y siguió rabiando.

—No importa si son estúpidos, todavía creen que están por encima de los demás y no tienen sentido de la gratitud.

¡Quién fue tan ciego como para haberlos reclutado, montón de basura!

Gordito, que fue el ciego, contestó con voz pequeña: —Um… fui yo —dijo Gordito poniéndose de rodillas—.

¡Por favor, perdóneme Maestro!

El corazón le dolía.

Los otros discípulos también se arrodillaron, sus ojos estaban llenos del terror al ver a Lonemoon de repente envuelto en llamas, pero también sentían un vacío.

—¿Todavía no saben dónde se equivocaron?

—los interrogó Lonemoon, mirando a cada uno—.

¿Qué tipo de lugar es esa isla?

¿Con la cultivación de mi*rda que tienen en etapa de Formación Elemental, ¿Serían capaces de llegar a los más profundo del bosque?

¡O creen que había solo bestias demoníacas del bajo nivel en una isla tan enorme!

—inhaló profundamente antes de escupir las palabras siguientes—: Todos ustedes terminaron así de mal heridos incluso con la protección de Gordito y así lograron salir.

De hecho, ¿cómo entraron en un primer lugar, no tienen la más p*ta idea?

Los corazones de todos se hundieron, como si nunca lo hubieran pensado de ese modo y alzaron la vista hacia Shen Ying con incredulidad.

¿Fue ella?

¡Cómo era posible!

No parecía tener ni una pizca de cultivación.

Pero, en efecto no hubo problemas cuando entraron.

Pero después, había demasiadas bestias demoníacas al salir, pudo ser porque… ¡ellos los habían hecho enojar!

—La Secta Invencible no tiene lugar para tontos como ustedes.

—¡Maestro!

—todos finalmente conocieron el miedo y comenzaron a pedir piedad con desesperación—.

¡Perdónenos Maestro, sabemos que estábamos equivocados!

Ya habían conocido la fuerza de los cultivadores, cómo iban a querer volver a ser personas ordinarias.

—Gordito, llévalos a los pies de la montaña —dijo Lonemoon, quien no tenía intención de cambiar su decisión.

La Secta Invencible entera no dejaba que Shen Ying sufriera ni la más mínima ofensa, ¡Qué derecho tienen este montón de inmaduros!

Gordito todavía no tenía el corazón para hacerlo, después de todo, les había enseñado por tantos años.

Pero también entendía que la culpa era de ellos.

—¡Sí, Maestro!

—convocó tres corrientes de Qi Inmortal y disipó el Qi Espiritual en sus dantianes, luego los arrastro a todos fuera de la montaña, mientras aún gritaban.

—¡Un momento!

—exclamó de repente Shen Ying.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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