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562: 562 Una flama antigua 562: 562 Una flama antigua Editor: Nyoi-Bo Studio —Por cierto, ¿cómo te va con la comprobación de los materiales?

—Lonemoon pensó por un momento y cambió el tema.

—No obtuve nada —Shen Ying sacudió la cabeza.

Había buscado en toda la sala de materiales del comité administrativo pero no había absolutamente nada sobre monitores.

Parecía que ese título era algo que Yu Heng había formado en su imaginación.

—También te ayudé preguntando a los administradores que jugaban al mahjong —Lonemoon le echó una mirada y dijo—: Ninguno ha oído hablar de ese término tampoco.

—Oh —Shen Ying hizo un sonido en respuesta y continuó tumbada en la silla, como barro.

—¿Qué planeas hacer?

—Nada.

—¿No tienes intención de seguir buscando?

—preguntó Lonemoon mirándola fijamente.

—No hay nada siquiera en la sala de materiales, quién sabe, puede que esa persona solo estuvo diciendo tonterías.

Era un perezosa, ¿no?

—¿No mencionaste que este asunto podría estar relacionado con los cambios en tu cuerpo?

—Si, posiblemente —Shen Ying cogió un trozo de pastel, se lo metió en la boca, e instantáneamente se detuvo un momento.

Segundos después dijo—: Es solo una sensación pero si no hay nada en el comité administrativo solo puedo preguntarle a mi hermana.

Ella ha visto a muchos gerentes.

—¡Entonces pregúntale!

—Lonemoon respondió con cierta ansiedad—.

Este asunto tiene que ver con tu salud, por mucho miedo que le tengas a tu hermana, debes llegar al fondo del asunto.

Shen Ying giró y le echó una mirada inexplicable, junto a una expresión complicada.

—¿Qué?

—Lonemoon sintió que se le ponía la piel de gallina por alguna razón.

—¡Padre Niu!

—dijo y de repente suspiró—.

Ahora tú y Chef son gerentes.

—Ve al grano, ¿no fuiste tú quien nos empujó?

¿Por qué lo mencionaba?

—Entonces, ¿recuerdas por qué vine a este plano en ese entonces?

—Por supuesto que era para hacerte cargo del pl… —se detuvo a mitad de camino y sus ojos se abrieron bruscamente.

Shen Ying continuó: —Vine a hacerme cargo de este plano pero ya no soy gerente.

Puede que otras personas no sean capaces de notarlo pero mi hermana definitivamente sí.

Entonces, ¿qué crees que haría cuando se entere que ya no tengo nada que ver con este plano?

¡Atrápala y tráela de vuelta!

¡Absolutamente, definitivamente, sin duda!

La expresión de Lonemoon se oscureció.

Sería imposible que a la hermana-convicta de Shen Jing se le permitiera continuar vagando por ese lugar.

—Eso significa…

No solo no puedo tomar la iniciativa de preguntar a mi hermana, ¡debo evitar aparecer ante ella!

—explicó con toda seriedad y luego entrecerró los ojos, levantó suavemente el plato de la mesa y se lo acercó—.

¿Qué opinas?

—Bien —Lonemoon asintió pues tenía sentido.

Su mano tomó un trozo de pastel—.

Entonces, en estos días nosotros…

¡Puaj, maldición!

¿Por qué está agria?

¡Su diente estaba a punto de caer!

Shen Ying inmediatamente retrajo su mano, fingiendo que no lo había notado.

—¿Chef virtió la botella de vinagre?

—Lonemoon bebió varias tazas de té antes de sofocar la acidez de su boca.

Volvió a mirar hacia la persona que aún cocinaba, un pensamiento vino a su mente y no pudo evitar hablar—.

Por cierto, sobre tu cuerpo, ¿no me digas que no se lo dijiste a Chef?

—Se lo mencioné un poco.

No quise preocuparlo así que no entré en detalles.

Miró el plato que estaba, evidentemente, por debajo del nivel de habilidad de cocción de cierta persona.

—Ya que sabes que él estaría preocupado, deberías ser aún más clara sobre algunas otras cosas —dijo Lonemoon con palabras muy implícitas.

—¿Eh?

—dudó Shen Ying, quien lo miró.

—¿Qué?

—Lonemoon la miró fijamente mientras empujaba los pasteles de la mesa más lejos antes de decir con un rostro solemne—.

Dime honestamente, ¿cuál es exactamente tu relación con ese Mi Le?

—¿Con quién?

—¡Deja de fingir!

—exclamó Lonemoon levantando las cejas—.

Ese tipo que te esperaba en la sala de materiales.

—Oh, ¿quieres decir Flor?

—… —¿Qué demonios?

¿Flor?

¿Acaso moriría si no diera apodos a la gente?

—Flor debería ser considerado…

mi compañero de clase.

—¿Solo un compañero de clase?

—preguntó Lonemoon entrecerrando los ojos con sospecha.

—¿Y si no?

—Escuché de la gente del comité que él… —antes de que pudiera terminar, escuchó unos sonidos.

Su pulsera y la de Shen Ying se iluminaron con una luz roja, al mismo tiempo.

Además, la puerta del plano tenía signos de haber sido activada.

Se levantó abruptamente: —¿Es una intrusión?

—No —Shen Ying explicó y en esa rara ocasión, tomó la iniciativa de abrir la puerta del plano—.

Es alguien a quien llamé.

Un hombre de aspecto familiar emergió de la puerta del plano, con aspecto guapo y en traje.

Levantó la cabeza y miró hacia Shen Ying, entonces sus labios se elevaron inmediatamente en una sonrisa y todo su ser se sintió cálido como el sol en una tarde de invierno.

—Pequeña Ying, estoy aquí —se escuchó, era el Mi Le a quien habían visto fuera de la sala de materiales.

—¡Clang!

El sonido de algo que se rompía sonó desde atrás.

Los tres se volvieron instintivamente y vieron a Chef de pie, en la entrada de la cocina, observando, aturdido, en su dirección.

Se veía un plato volcado a sus pies.

—¡Lo siento, Maestra!

Haré otro —se excusó el Chef y se puso en cuclillas apresuradamente.

Con un poco de pánico recolectó los pedazos rotos del piso.

Parecía estar sorprendido ya que había olvidado usar sus hechizos.

—¿Estaba demasiado cansado para cocinar y su mano tembló?

—Shen Ying comenzó a reflexionar que tal vez había sido demasiado dura con su trabajador.

Después de pensarlo, inmediatamente agitó su mano, diciendo—: No hay necesidad de cocinar más hoy, Chef, ven aquí también.

Yi Qing vaciló.

Sus ojos se oscurecieron instantáneamente pero aún así asintió obedientemente.

—Sí, Maestra.

—¿Estos dos son tus asistentes?

—Mi Le miró con curiosidad a Lonemoon y a Yi Qing.

—Así es —Shen Ying asintió y continuó—: Muy bien, hablemos de negocios.

—Pequeña Ying… —al decir esto, la mirada de Mi Le se apagó y agregó en un tono un poco triste—: Evité a tanta gente y me apresuré a venir aquí para ayudarte pero ni siquiera me muestras alguna preocupación.

No me tratabas así en el pasado.

—Oh —soltó Shen Ying y le echó una mirada—.

¿Quieres que te muestre preocupación?

Mi Le se puso tieso y se recuperó inmediatamente.

Dijo con una sonrisa extremadamente suave: —¡Claro, claro, claro, todo lo que digas!

¿De quién es la culpa de que seas mi única compañera de clase, cuando ya te he hecho enfadar antes?

¡Pero por seguridad, al menos tres!

—¡Uno!

—Shen Ying respondió directamente.

—¡Dos y medio!

—¡Uno!

—¡Dos!

—¡Dos y medio!

—¡Uno!

—¡De acuerdo, trato hecho!

Mi Le observaba.

La comisura de sus labios se movió mientras suspiraba después de un momento y decía con una mirada resignada: —¿Cómo te he tratado todos estos años?

¿Aún no lo tienes claro?

Solo tengo un pequeño deseo, ¿no puedes ceder ante mí solo una vez?

—¡No!

Mi Le entró en pánico y dio un paso adelante, se arrodilló y tomó la mano de Shen Ying.

—Pequeña Ying…

Antes de que pudiera terminar, Lonemoon y Yi Qing a su lado se adelantaron al mismo tiempo.

—Espera… —Lonemoon no pudo evitar hablar e interrumpió mientras que Chef tomó directamente a Shen Ying en sus brazos—.

¿Por qué me confundo más cuanto más escucho?

¿Qué están haciendo ustedes dos?

¿Actúan en algún tipo de drama?

—Al menos, uno con un protagonista masculino encaprichado.

—¿Eh?

Ustedes dos son… —en cambio, Mi Le estaba aturdido—.

¿No te ha contado la pequeña Ying sobre nosotros?

Somos…

—¡Está bien!

—Shen Ying lo interrumpió—.

Dilo, ¿qué problema tienes ahora?

¿Cómo quieres que te ayude?

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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