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64: Capítulo 64 – Compra uno y lleva otro gratis 64: Capítulo 64 – Compra uno y lleva otro gratis Editor: Nyoi-Bo Studio Yu Hong respiró hondo.

Estaba tan contenta como las otras muchachas mientras bajaban con cuidado, siguiendo al hombre que las guiaba.

Pasaron por varias calles, pero de alguna manera, mientras más caminaban, más atestado de gente estaba el lugar.

El hombre no las llevaba a un área aislada, pero a cambio las conducía al sector más próspero de la ciudad antes de detenerse finalmente ante una magnífica residencia.

Su corazón se encogió, despertando de aquella alegría por estar cerca de su objetivo.

Directamente invocó una espada de espíritu para atacar al hombre delante de ellas.

—¡Nos mintió!

Sobresaltado, el hombre retrocedió cientos de pies y logró apenas evitar la espada.

—¡Vamos!

—Yu Hong no podía molestarse persiguiendo al hombre.

Dio la vuelta, gritándole a todas para que huyeran, pero era ya demasiado tarde.

Las puertas a la residencia se abrieron y una figura apareció flotando.

Con un estruendo, una espada de espíritu se enterró en el camino detrás de las muchachas, bloqueando sus rutas de escape.

—Hong, por algo eres mi discípula favorita, detectaste el problema muy rápido —el hombre en el aire aterrizó despacio.

Parecía caballeroso, vestido de azul y con un rostro apropiado y barba larga, emitía aura represiva de cultivador de Alma Naciente.

Sin embargo, el cuerpo de Yu Hong se volvió frío, como si un aura helada penetrara hasta sus huesos.

Por su parte, las otras muchachas retrocedieron un par de pasos al no poder soportar la atmósfera, temblando.

—¡Zhen Xiang, viejo sinvergüenza!

—Yu Hong apretó sus dientes y fulminó con la mirada al hombre frente a ella.

Había creído que habían logrado evadir su búsqueda durante el día, tuvo que haber ordenado que las buscaran en otras áreas.

Pero nunca pensó que ya sabía que volverían y hasta conspiró con ese intermediario para traerlas hasta aquí.

—¿Absoluto, las he traído aquí, así que…, puedo retirarme, ¿verdad?

—el hombre que había guiado a las muchachas se inclinó hacia Zhen Xiang.

—Gracias, Compañero Daoista, por ayudarme a capturar a estas traidoras —Zhen Xiang se rio, llevando una mirada afable.

—No es nada, Absoluto —el hombre sonrió y echó un vistazo alrededor a todos los demás.

Si hubiera sabido que eran gente de la familia Yu, no habría hecho ningún trato.

Agradecía no haberlas llevado al Reino Inferior.

Inmediatamente montó su espada y dejó el lugar, no queriendo involucrarse más con los asuntos de la familia aristocrática.

—Hong, no hay necesidad de hacer esto —al ver que el hombre se alejaba, Zhen Xiang comenzó a reírse cada vez más amablemente—.

Al principio, usaron la identidad de calderas humanas para infiltrarse en el Acantilado de la Ruptura del Cielo, y hasta hirieron severamente a Yu Meng, ese puerco que hizo méritos y ya debió haber sido recompensado por el Maestro.

¿Por qué quieres destruir tu propio futuro e irte al Reino Inferior?

Desde que hirieron a ese demonio y no volvieron a la familia Yu, no dejarán ir a ninguna de ustedes.

—Hmph.

¡No es tan agradable de oír, viejo ladrón!

¿Si no escapábamos, nos ibas a dejar volver a la familia Yu vivas?

—Yu Hong se mofó con odio y dijo—: Como Absoluto del linaje de la familia Yu, tenías tratos con un cultivador demoníaco del Acantilado de la Ruptura del Cielo.

¡Si el Maestro lo hubiera averiguado, no te habría dejado ir!

—¡Mujer frívola!

—Zhen Xiang la miró, diciendo—: ¡Todo que hice fue aniquilar demonios y proteger el Dao para paralizar ese manojo de cultivadores demoníacos!

—¡Mentiras!

—Yu Hong se enfurecía más—: De qué hablas sobre aniquilar demonios y proteger el Dao.

¿Cuándo has hecho algo por justicia?

¿Has movido un dedo al menos una vez para matar a un cultivador demoníaco?

Todo lo que has hecho es usarnos a nosotras, inútiles calderas humanas, a tu conveniencia y luego abandonarnos en el Acantilado de la Ruptura del Cielo para morir —lo miró a los ojos, consumida por el odio—.

Lo más ridículo es, que no solo las calderas humanas de alguna manera no murieron, nosotras logramos hacer lo que tú no podías, dañar ese cultivador demoníaco.

¿Acaso no tratas de matarnos porque quieres hacer creer al resto que tú lo hiciste y no nosotras, y así ser considerado por el Maestro?

—¡Cállate!

—la expresión de Zhen Xiang se retorció por un momento—.

No digas estupideces.

Era obvio que ustedes traicionaron a la secta y hasta tuvieron la intención de ir al Reino Inferior para unirse a los cultivadores demoníacos.

Sólo trato de evitar que cometan un terrible error.

—¿Quién exactamente está haciendo equipo con cultivadores demoníacos?

—Yu Hong arrancó su manga y reveló su brazo derecho.

Estaba cubierto de cicatrices grandes y pequeñas que parecían ser viejas heridas, aun así, cada herida era espeluznante—.

Somos tus discípulas sólo de nombre, pero en realidad, ¡somos peores que calderas humanas!

Nuestros cuerpos heridos, nuestros meridianos destruidos, nuestros huesos espirituales rotos.

¡Todo esto es obra tuya!

Al hablar, todas se quitaron sus largos trajes grises.

Sin la ropa de Dharma cubriéndolas, las ocho revelaron sus apariencias reales.

Sus cuerpos revelaban toda clase de horribles cicatrices, algunas en las manos, otras en los pies y algunas hasta en sus caras.

Y esto era sólo lo que era visible en su piel, debía haber mucho más escondido bajo su ropa.

—Nos adoptaste por lo jóvenes que éramos, pero nunca nos enseñaste hechicería como tal, solo hechizos Dharma que aprenden las calderas humanas.

Nos tratas como objetos, obligándonos a ayudarte a probar cultivaciones y venenos, y si muriéramos nos convertirías en elixires —mientras más Yu Hong hablaba, más odio sentía, y sus ojos se ponían rojos a medida que seguía—: Nos lanzaste al Acantilado de la Ruptura del Cielo solo porque nuestras fundaciones estaban dañadas por tus técnicas de cultivación y ya no podías cosechar de nosotros, porque ni siquiera te servíamos para hacer elixires.

Dio un paso adelante.

—¿De verdad crees que no sabemos que nos quieres matar solo para cubrir tu cultivación de técnicas demoníacas?

La expresión de Zhen Xiang se convirtió en una tan sombría como el fondo de una jarra.

Ya no tenía aquel aire caballeroso cuando miró a Yu Hong, con toda la intención de matarla.

Su voz se había vuelto mucho más fría al levantar su mano para convocar su arma y dijo: —¡Ya que claramente saben sobre esto, no pienso dejarlas ir!

Al decir esto, dio vuelta su mano y un artefacto Dhármico envuelto en una densa aura siniestra voló hacia Yu Hong.

Yu Hong solo podía sentir un aura represiva inmensa aplastándola mientras apretaba sus dientes por lo que inmediatamente activó el Corazón Dorado dentro de ella, aunque fuera a explotar, quería luchar para ganar tiempo y ayudar al resto a escapar.

De repente, alguien apretó su hombro y el Qi Espiritual que había liberado se disipó mientras la muchacha a su lado daba un paso adelante.

—Espera un momento.

Shen Ying estiró su mano en un agarrón y al siguiente instante, tenía el artefacto Dhármico en su mano.

Era una campana de bronce.

Zhen Xiang se quedó estupefacto, como si recién se hubiera dado cuenta que había alguien más en el grupo.

Su artefacto Dhármico había sido capturado tan fácilmente por esa persona.

—Usted…—Yu Hong estaba aún más sorprendida.

¿No estaba restringida?

¿Cómo se podía mover?

Sin poner atención alguna a lo demás, Shen Ying miró directamente a Zhen Xiang y preguntó: —¿Ese tipo, usted y…, ese tipo llamado Gan y el otro que se llama Ding…?

¿Cuál es tu relación con ellos?

—¿Gan?

—el hombre vaciló, y luego sus ojos se ampliaron—.

¿Hablas de Gan Zirui y Yu Ding?

—Ah, entonces los conoces —Shen Ying estrechó sus ojos—.

Entonces no me equivocaba.

En un parpadeo, se había movido hacia Zhen Xiang.

—Lo siento, ¡pero odio a escorias como tú!

Zhen Xiang de repente sintió que su cuello se apretaba y una fuerza tremenda lo empujó y lanzó al piso, y luego vino un puñetazo.

Todo lo que se escuchó fue un estruendo y todo el cuerpo de Zhen Xiang quedó pegado en la tierra de tal manera que fuera imposible desenterrarlo.

Lo que siguió después de que esto fue un ruido fuerte mientras la tierra temblaba y las montañas cercanas se mecían.

Como si un dragón de tierra pasara por el lugar donde Zhen Xiang quedó sepultado, el suelo alrededor comenzó a agrietarse, los caminos se volteaban, las casas se inclinaban y el polvo volaba en todas partes.

En un momento, la Ciudad Azul Superior entera estaba rota y desgarrada por las grandes grietas en la tierra.

Había un silencio total.

Los ojos de las nueve muchachas se ensancharon por un buen rato antes de recuperarse.

¿Esta era…, su maestra de secta?

Esto no es un sueño, ¿verdad?

¿Dónde está la carencia de cultivación?

¡Destruye la ciudad entera de un puñetazo, ¡esa cultivación está más allá de lo posible!

Σ (°△°|||) Un rato más tarde … —¡Vamos!

—Shen Ying se bajó las mangas y se apartó tranquilamente.

El grupo de muchachas aún se reponía del shock cuando abrieron sus bocas mecánicamente para preguntar: —¿Vamos?

¿Ir adónde?

¿Qué acababa de pasar?

¿Quiénes eran?

¿Dónde estaban?

—Vamos a ese…, ¿acantilado?

—¿Acantilado…, de la Ruptura del Cielo?

—Sí.

¿No tenemos otro viejo asqueroso con quien tratar?

Ya que me queda cómodo, les daré una promoción de compra uno y llévate otro gratis.

—¿Viejo asqueroso?

No se referirá a ese cultivador demoníaco, Yu Meng, ¿verdad?

—Hey, vamos —saltó entre las grietas al decir—: ¡Apurémonos y así llegamos a tiempo para el desayuno!

—Es una guarida de demonios a donde vamos.

¡No hable como si fuéramos a la calle a comprar vegetales!

O__O …

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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