Leer Novelas
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
Avanzado
Iniciar sesión Registrarse
  • Completadas
  • Top
    • 👁️ Top Más Vistas
    • ⭐ Top Valoradas
    • 🆕 Top Nuevas
    • 📈 Top en Tendencia
  • Configuración de usuario
Iniciar sesión Registrarse
Siguiente

Nosotros en las estrellas - Capítulo 1

  1. Inicio
  2. Todas las novelas
  3. Nosotros en las estrellas
  4. Capítulo 1 - 1 Prologo
Siguiente
Tamaño de Fuente
Tipo de Fuente
Color de Fondo

1: Prologo 1: Prologo No sabía que, para encontrarse, a veces era necesario perderlo todo.

Quizá durante muchos años me cuestioné si merecía estar allí, pero después de todo lo que había vivido por dieciséis años, era difícil creer y, sí, en parte sentía emoción por comenzar una nueva vida; pero aun así, existía una parte de mí que no me dejaba confiar en mí misma; que constantemente me decía que con el aterrizaje una parte de mí debía quedar atrás, una que no sabía si estaba dispuesta a dejar ir.

Miré a mi izquierda y justo allí, frente a mí, al otro lado del cristal, se extendía un mundo azul y verde que no se parecía a nada conocido.

No era la Tierra, pero tampoco era un sueño.

Flotaba ahí, en medio de dos lunas que lo mantenían gravitando perfectamente; era inmenso y silencioso, como una promesa.

Un lugar que todavía podía ser moldeado, donde quizás aún quedaba espacio para empezar de nuevo.

Y mientras lo veía tan sublime y perfecto frente a mí.

Recordé la teoría que se tenía en la Tierra, la cual decía que cuando mueres ves pasar tu vida frente a ti, y justo así me estaba pasando; vi cada detalle de mi vida, lo que yo era antes del quiebre y lo que fui durante todo el entrenamiento.

Pero aquí estaba.

Frente a mí se abría una nueva oportunidad, un punto de partida en un planeta nuevo.

Percevalis, nuestro nuevo destino.

El nombre del planeta que durante años fue sinónimo de esperanza y de futuro.

Sabía cada detalle de él, incluso sin haber estado allí; durante dieciséis años había leído cada informe que hablaba de él, lo había analizado en entrenamientos, imaginado en simulaciones.

Pero nada, ni las clases, ni los archivos, ni los sueños, podía prepararme para verlo así, real, tangible, tan cerca que dolía mirarlo.

Brillaba con la luz de algo que todavía no había sido tocado por la destrucción humana.

Era un faro en medio del vacío, una señal de que todavía podíamos tener una segunda oportunidad.

Un lugar que prometía sanar lo que habíamos destruido.

Me había obsesionado con cada detalle: los mapas atmosféricos, las proyecciones de suelo, la composición del aire.

Pasé noches enteras imaginando cómo sería caminar allí, sentir el viento o simplemente respirar sin el peso del metal constante de la nave.

A veces, entre entrenamiento y entrenamiento, soñaba con la idea absurda de pertenecer.

De que por fin encontrara mi lugar; luché durante años, nunca fui la mejor, tampoco la más brillante, mucho menos la más fuerte.

Pero había llegado.

Y si estaba aquí, no podía ser casualidad.

Había trabajado demasiado para merecerlo, para demostrar que no era solo una pieza más del sistema.

Aun así, mientras contemplaba el planeta, comprendí que ningún logro podía compararse con esa sensación: la de estar frente a algo completamente nuevo.

La realidad era más perfecta que cualquier imagen o quizá solo era perfecta porque aún no estaba herida.

Percevalis sería nuestro nuevo hogar; era hermoso.

Parecía una versión reparada de la Tierra, una versión que nunca conocí.

Su superficie era un mosaico de verdes intensos, lagos cristalinos y océanos que brillaban como si tuvieran vida propia.

Todo se veía tan puro que costaba creer que fuera real.

Recordé las ciudades vacías, los cielos grises, las guerras por recursos, el aire envenenado.

El Gran Quiebre no fue un desastre natural, sino el resultado de creernos invencibles.

Habíamos destruido la Tierra con la misma facilidad con la que ahora buscábamos reemplazarla; sin embargo, para nosotros, Percevalis parecía una promesa, una recompensa que por ahora parecía un lienzo sin errores, un intento de corregir lo que habíamos roto.

Desde la distancia no se veían nubes oscuras ni árboles enfermos.

Solo extensiones de tierra vibrantes, ríos que serpenteaban como hilos de luz y océanos que parecían reflejar estrellas incluso de día.

Todo allá abajo parecía diseñado con cuidado, como si alguien hubiera dibujado cada curva y cada color para recordarnos cómo debía lucir un mundo que merecía ser vivido y, por primera vez en mucho tiempo, sentí esperanza; tal vez podríamos hacerlo bien esta vez.

La nave tembló suavemente.

El sonido metálico del descenso me devolvió al presente.

El viaje estaba terminando.

Las compuertas, las luces, el rugido sordo de los motores…

todo indicaba que pronto dejaríamos de flotar.

Pronto pisaríamos ese suelo nuevo.

Mis manos estaban apretadas contra mis rodillas, los nudillos blancos.

No me di cuenta hasta que sentí el dolor.

Respiré hondo y las solté; no podía dejar que el miedo me paralizara, no ahora; ya no había vuelta atrás.

Era como si el universo me ofreciera un libro nuevo.

Las páginas estaban limpias, esperando que escribiera en ellas.

Sabía que para hacerlo tenía que cerrar el anterior, el capítulo de mi pasado.

Todo lo que fui —la niña asustada que sobrevivió entre ruinas, la adolescente que aprendió a pelear por cada día, la joven que soportó sesenta días encerrada en una nave que olía a metal y silencio— quedaba atrás, atrapado en un planeta que ya no existía para mí.

No podía cambiar lo que había pasado, pero podía decidir quién sería después, podía dejar atrás la culpa, las pérdidas y las cicatrices y al fin empezar de nuevo.

Quería creer que esta vez sería diferente, que en este mundo nuevo no tendría que huir de mí misma; tal vez encontraría algo más que supervivencia, aprendería a vivir, no solo a resistir.

Pero ¿valdría la pena?

No lo sabía, pero quería averiguarlo; tenía la oportunidad de hacerlo.

REFLEXIONES DE LOS CREADORES Angie_Ochoa_0304 Hola, querido lector.

Gracias por elegir esta historia para acompañar tus días.

Espero que puedas disfrutar del viaje y que puedas imaginarte esta historia que se escribe de a poco en las estrellas.

Para acompañarte en este viaje he escogido algunas canciones que me han acompañado a lo largo de la creacion de este universo, por lo cual cada capitulo tiene el nombre de esa canción, esto es solo una sugerencia, pero creo que puede ayudarte a sumergirte un poco mas en la historia — Quiero dejar en claro que todas las canciones que te recomiendo pertenecen a un montón de artistas increíbles que admiro profundamente.

Quiero dejar súper claro que no tengo ninguna asociación con ellos, ni con sus discográficas.

Esto no es más que un humilde homenaje de una fan.

Toda la música y las letras mencionadas son de su propiedad.

Si alguna canción te gusta, te animo a buscar al artista, a escuchar su trabajo y darle todo tu apoyo.

Ellos son los verdaderos genios detrás de la banda sonora.

XOXO Angie

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

Siguiente
  • Inicio
  • Acerca de
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 2025 LeerNovelas. Todos los derechos reservados

Iniciar sesión

¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

Registrarse

Regístrate en este sitio.

Iniciar sesión | ¿Perdiste tu contraseña?

← Volver aLeer Novelas

¿Perdiste tu contraseña?

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirás un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

← Volver aLeer Novelas

Reportar capítulo