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60: Capítulo 60: Primera aparición en público 60: Capítulo 60: Primera aparición en público Editor: Nyoi-Bo Studio Era hermosa.
Shen Yi sintió que se enamoraba de nuevo de ella, cuando caminaba a su lado.
Lu Xinyi se ruborizó, mientras que tragaba nerviosamente.
El vestido le quedaba perfectamente al cuerpo, el material sedoso y traslucido suelto detrás de ella.
Los colores se complementaban con la pálida piel, el pelo enrulado y suelto que caía sobre su espalda y alrededor del rostro.
Los delicados pies se movían en silencio y los tacos crujían sobre el piso.
Shen Yi parpadeó algunas veces, antes de poder recobrar la compostura y saludarla antes.
Respiró hondo varias veces para estabilizarse, antes de caminar con ella, los pies de ellos caminando al unísono hacia el elevador.
Cuando salieron del hotel y esperaban a que los recogiera el auto, la suave brisa de la noche de verano peinaba el pelo de Lu Xinyi.
Instantáneamente, con la mano se agarró un mechón de pelo y se lo colocó detrás de la oreja.
—Xinyi.
Miró hacia arriba saliendo de su ensimismamiento y vio a su esposo esperándola al lado del auto.
Le sostuvo la puerta para que entrara.
Cerró suave la puerta, una vez que ella estaba segura adentro del auto, mientras que el conductor encendía de nuevo el motor.
Shen Yi se sentó al lado de ella en el asiento de atrás.
—No tienes que estar nerviosa.
Vas a estar bien, solo quédate al lado mío —le dijo Shen Yi, mientras que metía la mano debajo de la suya y le acariciaba la parte de atrás de la mano con el pulgar.
—Es solo que nunca vine a una gala antes.
Por favor, no me dejes sola.
—Yo debería ser quien te dice eso —dijo Shen Yi con una risita— mujercita, por favor, salva a su esposo de mujeres cazafortunas que van a atreverse a acercársele esta noche.
——— Shen Yi volvió a poner su copa de champagne en la bandeja porque sabía que quizá se la tendría que romper en la cara a algún otro hombre, si no podía controlar su temperamento.
Sin embargo, no le gustaría ver su rostro en el encabezado del día siguiente.
El señor Mao, uno de sus compañeros de negocio, había estado mirando fijo a Lu Xinyi.
Hizo una mueca ante el pensamiento de alguien deseando a su esposa.
Retorció los dedos, mientras que intentaba no formar un puño y golpear en la nariz al señor Mao.
—¿Quién es esta hermosa mujer?
Esto es nuevo.
Nunca te venir con una mujer antes —dijo el señor Mao.
Lu Xinyi se ruborizó ante esas palabras, pero se acercó todavía más a la figura de su esposo y lo agarró más fuerte del brazo.
No estaba cómoda y Shen Yi lo sabía.
Esa era la primera aparición pública de ellos como pareja.
A la familia de él podrían llegarle las noticias sobre eso, pero Shen Yi estaba seguro de que no era algo que no pudiera manejar.
—Ella es Lu Xinyi.
Es mi cita esta noche —contestó Shen Yi y le dio golpecitos en la mano con la que le sujetaba el brazo.
—Un placer conocerlo, señor Mao.
Lu Xinyi no se perdió de ver como la cita del señor Mao intentó atraer la atención de Shen Yi con una amplia y salvaje sonrisa.
Shen Yi trató de mirar a cualquier lado, menos a ella.
—¿Cita?
¿Están saliendo o ella es solo tu cita de esta noche?
—El señor Mao parecía asombrado.
Lu Xinyi se preguntó si él creía también que Shen Yi era gay.
—Sí, estamos saliendo —dijo Shen Yi y miró a su esposa con una mirada cómplice, a la cual Lu Xinyi respondió con un ligero asentimiento de cabeza.
El rosto de la cita del señor Mao se oscureció cuando escuchó que Shen Yi estaba saliendo con Lu Xinyi.
Mientras tanto, Lu Xinyi hizo lo mejor que pudo para no revolear los ojos y se mordió la lengua para no avergonzar a su esposo.
Otra mujer de la cual deshacerse ¿Esa era la verdadera razón por la cual a Shen Yi no le gustaba asistir a ese tipo de ceremonias?
—Cariño, ¿quieres bailar?
—le preguntó Shen Yi.
No podía soportarlo más.
Necesitaba alejar a su esposa de ese hombre o sino iba a cometer un asesinato pronto.
—Sí—coincidió Lu Xinyi, la cual notó el tono de voz irritado en su esposo.
Shen Yi giró hacia el señor Mao.
—Tenemos que irnos.
Hablaremos sobre su oferta pronto, señor Mao.
Le contaré a mi padre sobre eso.
—Hasta la próxima vez que nos veamos —dijo el señor Mao, estrechó la mano con Shen Yi y luego, le guiño un ojo a Lu Xinyi.
Shen Yi fulminó con la mirada a las figuras que se retiraban, antes de guiar a su esposa hasta la pista de baile.
La música era lenta y tranquila, pero Lu Xinyi luchaba por seguir los pasos de Shen Yi.
No sabía bailar y, otra vez, se tropezó con sus propios pies.
Por suerte, Shen Yi la tenía agarra de la cintura y eso evitó que se cayera.
—Déjame guiarte.
Sigue mis pasos —le murmuró al oído.
—No me dejes caer —le rogó Lu Xinyi, lo que causó que se riera entre dientes su esposo.
—Siempre estaré aquí para atraparte si eso sucede —le repuso Shen Yi mientras movía hacia arriba y abajo la mano que tenía sobre la espalda de Lu Xinyi.
Lu Xinyi apoyó la mano sobre el pecho de él y suspiró.
Escuchaba los latidos del corazón de él que resonaban sobre el pecho.
Las lentas y regulares respiraciones le hicieron saber a Lu Xinyi que él se había calmado.
Cerró suavemente los ojos y disfruto del sentimiento de pertenecer a ese lugar, por una vez.
Algo que no había sentido en mucho tiempo.
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