Rebanada de Vida del Vampiro - Capítulo 20
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- Capítulo 20 - 20 Chapter 2 Baño
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20: Chapter 2: Baño 20: Chapter 2: Baño Lith caminó hacia Lucy y Lucy, al verlo acercarse, abrió los brazos con una sonrisa.
Lith fue directo a por un abrazo.
Ella lo recibió y ahora Lith rodeó su cuello con los brazos, sus piernas colgaban a los lados y su cara quedó entre sus tetas.
La miró y ella, notando su mirada, lo miró y agachó la cabeza sabiendo perfectamente lo que él quería.
Le dio un beso profundo y amoroso.
Lith entonces empezó a chuparle las tetas y jugar con la otra.
Eso duró un rato, intercambió el pezón de una teta a la otra y siguió jugando con ellas hasta que llegó su madre.
—Ara cariño, me robarás al bebé si lo dejas jugar así.
Fufufu —llegó Lilith a la bañera y bromeó.
—Las tetas de mamá son las mejores —dijo Lith y cambió de bando rápidamente cuando llegó su madre.
Lucy quiso replicar pero no pudo porque ella también sabía que las tetas de su madre eran las mejores.
¡Tenía experiencia de primera mano!
—Fufufu.
Gracias, bebé —Lilith besó a Lith en los labios y luego lo dejó mamar de sus grandes tetas maternas.
—Mamá…
—dijo Lucy con la cara roja al costado, claramente muy avergonzada para seguir.
—¿Con prisa, eh?
Fufufu…
no te preocupes, querida, mamá sabe lo que quieres —dijo Lilith riéndose un poco.
En ese momento, Lith sabía una cosa muy bien.
Si quería, solo tenía que pedirle a su madre y a su hermana que durmieran con él.
No hacía falta hacer mucho para acostarse con las dos.
Lo amaban muchísimo y serían muy felices de acercarse más e intimar con él.
Él también las amaba igual y realmente quería ser más íntimo con ellas.
¡Maldito cuerpo de niño!
Lilith extendió los brazos y Lucy se metió en su abrazo.
Ahora los dos, ella y Lith, estaban mamando leche de sus tetas.
Les miró amorosamente y les acarició el cabello.
A ella también le encantaba cuando sus hijos mamaban de sus pezones.
Sus movimientos de succión, vueltas y mordiscos la excitaban y le provocaban una sensación muy buena.
No empezó a masturbarse de inmediato porque quería estar normal con ellos.
Pronto se dio cuenta que sus hijos eran tan locos como ella.
Ansiaban su tacto igual que ella el de ellos.
No pudo aguantar mucho más, entonces tocó sus labios rosados y empezó a acariciarlos.
Arriba, abajo, círculos, y justo cuando iba a meter los dedos, sintió que la mano de alguien más se interpuso.
—D-d-déjame m-mamá —dijo Lucy con la cara roja como un tomate.
Ni siquiera tuvo el valor de mirarla.
—Fufufu…
¿segura, cariño?
Mamá es de alto mantenimiento y no se quedará satisfecha si lo haces a medias —se rió Lilith y bromeó.
Luego besó la frente de su hija.
Sabía perfectamente que aunque su hija, que era muy inexperta, tocara su jardín secreto, igual se sentiría bien porque la amaba y ansiaba su tacto, y era incluso mejor que tocarse ella misma.
¿Y qué si es una mano inexperta?
Lucy no dijo nada y empezó a acariciar los labios de la vagina de su madre.
Subió, bajó y dio vueltas por un rato y después metió dos dedos.
—Mhm cariño…
sigue, entra más —gemía Lilith.
Lith miró la cara de su madre que ahora era puro éxtasis.
Tenía un toque de rojo sobre su piel pálida y esto lo divertía mucho.
Nunca había visto esa expresión antes.
Sin embargo, siguió mamando y jugando con las tetas de su hermana con la mano libre.
Lucy metió sus dedos más profundo en el coño de su madre.
Ella estaba mojada porque nunca había hecho esas cosas antes y le parecía muy emocionante.
Siguió metiéndolos y cuando los tuvo todos dentro, empezó a moverlos y masajear el interior de su madre.
Luego los sacó y los metió de nuevo.
Al notar lo fácil que entraban y salían, empezó un movimiento de vaivén.
—Hnnggg cariño, ve un poquito más rápido —entrecerró los ojos Lilith y dijo.
—Mmhmm…
ahh…
ahh…
sí s-sí…
así…
—arqueó ligeramente la espalda y gemía.
—¿Mamá, estás bien?
—puso Lith cara de preocupación y le preguntó.
No podía evitarlo.
Realmente disfrutaba ver la cara de éxtasis de su madre, pero tenía que preguntar porque era un niño de seis años.
Los niños no deberían entender estas cosas.
—Hmm…
sí bebé, mamá está bien.
Solo se está divirtiendo un poco con la hermana mayor…
mhm…
ah…
ven aquí, dale un beso a mamá.
Mi madre sí que es una mujer loca.
Aún podía estar cuerda y pedir cosas tan atrevidas.
Yo cumplí con sus peticiones.
Me dio un beso profundo en los labios, pero cuando iba a apartarme, noté algo suave empujando mis labios.
Sabía que era la lengua de mi madre invadiendo.
Siempre había querido que lo hiciera porque claramente yo no podía hacerlo ya que no tenía razón para hacerlo.
La dejé entrar y hacer lo que quisiera.
Su lengua invadió mi boca y empezó a lamer mi interior hambrienta.
Intenté mover mi lengua pero sentí la suya batallar unilateralmente con la mía.
Intenté pelearla, pero ella, con experiencia y fuerza, no me dejaba y tomó el mando en esto.
Mientras, Lucy seguía mamando y metiendo los dedos a su madre.
Sintió una mano agarrar su trasero.
Lith también sintió una mano apretarle el culo pero sabía que era su madre.
La dejó hacer lo que quisiera porque no tenía la fuerza para resistirse.
Rompió el beso apasionado con su madre.
Un hilo de saliva formó un puente entre sus labios.
—Mmhm…
ahh…
ahh…
cariño, ve un poco más rápido, mamá ya casi está…
—Ahhh…
ahhh…
sí…
sí cariño…
—Mhm…
ahhh…
Hnggghh…
ahhhhhhh…
Lilith arqueó la espalda y gimió fuerte, y se vino.
¡Había llegado al orgasmo por los dedos de su hija!
La respiración jadeante de Lilith se estabilizó y atrajo a Lucy para un beso apasionado.
Lith ahora estaba medio celoso.
¡Maldito cuerpo de niño!
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