Reencarnado Con El Sistema Más Fuerte - Capítulo 622
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Capítulo 622: ¡No perderemos ante esos mortales insignificantes!
Tal como todos esperaban, la Princesa Amazona, Lilith, ganó su combate con relativa facilidad. No fue porque lo tuviera fácil, sino que ocurrieron cosas durante la pelea que nadie pudo explicar.
Cada vez que su oponente, Luther, estaba a punto de dar un golpe mortal, el arma en su mano se soltaba de su agarre, rompiendo el ímpetu de su ataque.
Cada vez que esto sucedía, Lilith asestaba un golpe mortal propio que hacía que el retador de la Federación de los Pistoleros no pudiera remontar. Al final, la Princesa Amazona pateó a su oponente fuera del escenario, terminando el combate a su favor.
Con su victoria, los Cuatro Finalistas se dirigían ahora a los Combates de Semifinales.
—Jason Hal Kraetor (Imperio Kraetor)
—Kenneth Xin Ashleigh (Continente de Silvermoon)
—Ephemera Fortuna – Federación de los Pistoleros (Edelweiss)
—Lilith Lynn – Imperio Ares (Amazona)
La Princesa Sidonie suspiró al ver el resultado final del combate. Dos de las personas que no le gustaban habían llegado a las Semifinales.
Uno de ellos era un Príncipe que quería hacerla su esposa.
El otro era alguien que quería romper su compromiso con William.
Ambos querían cosas diferentes, y sin embargo, el objetivo final seguía siendo el mismo. Su objetivo era separar a la hermosa Princesa de la persona que amaba.
Ian, quien entendía lo que pensaba Sidonie, negó con la cabeza sin poder hacer nada. Habían pasado unos días desde que habían perdido contacto con William y Chiffon. Ambos estaban preocupados, pero no había nada que pudieran hacer al respecto.
Incluso preguntaron a los residentes del Dominio de las Mil Bestias si habían escuchado alguna noticia de los dos. Desafortunadamente, ninguno de ellos sabía cuál era la situación actual del Pastor.
—Las Semifinales se llevarán a cabo mañana —dijo Ian en voz baja—. Quizás el Príncipe Jason y Kenneth se enfrenten. Si eso ocurre, una de tus preocupaciones desaparecerá.
Actualmente estaban en el palco VIP de la Familia Real de Kraetor, por lo que no se atrevió a dejar que los otros Príncipes y Princesas escucharan sus palabras. Eso podría causar complicaciones en el futuro, así que decidió jugar a lo seguro.
La Princesa Sidonie suspiró por segunda vez antes de asentir con la cabeza.
—Ephemera es bastante fuerte. La Princesa Lilith, por otro lado, es una luchadora astuta y oportunista. Estoy segura de que serán problemáticos para sus oponentes —agregó Ian.
—Deseo que Ephemera y Lilith se enfrenten a esas dos personas molestas en combates separados y los eliminen —respondió la Princesa Sidonie—. De esa manera, el representante de la Federación de los Pistoleros y la Princesa Amazona serán los que compitan en las Finales.
Ian se rió mientras miraba a la hermosa chica a su lado. La Princesa Sidonie no se mordía la lengua y decía lo que pensaba. Sin mencionar que no se molestó en bajar la voz, lo que hizo que la gente en el Palco VIP del Imperio Kraetor la mirara con expresiones complicadas en sus caras.
Aunque el Príncipe Maximiliano estaba en desacuerdo con el Príncipe Jason, era alguien que podía ver el panorama más amplio. Este era el torneo más grandioso que había ocurrido en la última década, y sería un gran honor si un representante de su Imperio ganara el campeonato.
La Princesa Vanessa también estaba preocupada por este resultado. Ella amaba al Príncipe Jason, por lo que naturalmente deseaba que él ganara. Esto era lo que toda mujer deseaba para su amado. Sin embargo, también conocía la razón por la que el Príncipe se unió al Torneo.
Si el Príncipe Jason ganara el torneo, pediría al Emperador que hiciera a la Princesa Sidonie su esposa, lo cual era algo que la Princesa Vanessa no quería ver.
En cuanto a los otros Príncipes y Princesas, deseaban que su primo ganara el torneo. De esa manera, su orgullo como miembros de la Familia Real sería recordado por todas las poderosas facciones que competían por la supremacía en el Continente Central.
Al día siguiente, el Gran Coliseo estaba repleto de gente. Todos los asientos estaban ocupados, y se utilizaron varios artefactos voladores para acomodar a aquellos que deseaban ver el espectáculo por encima de la arena.
También se dispusieron varios cristales de visualización fuera del Gran Coliseo para permitir que aquellos que no pudieron entrar, pudieran ver los combates en tiempo real.
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El Emperador Leonidas se encontraba en una plataforma elevada y se dirigió a la audiencia con una sonrisa.
—Hoy, cuatro de las potencias de la generación actual lucharán por el honor de su tierra natal —dijo el Emperador Leonidas—. Entre ellos, solo dos permanecerán y avanzarán a las finales. Grandes recompensas esperan al vencedor final de este torneo. Así que sin más demoras, les presento a los Cuatro Finalistas del Torneo de Campeones!
Como si estuviera esperando a que el Emperador terminara sus palabras, un rugido poderoso se escuchó desde el cielo.
Todos miraron hacia arriba y vieron un borrón blanco descendiendo desde los cielos.
No era otro que un Tigre Blanco, y sentado en su lomo estaba un joven apuesto con cabello corto y rubio y ojos azules. Tenía una sonrisa confiada en su rostro, lo que hizo que las damas lo miraran con cariño.
Los Kraetorianos alentaron a su Príncipe, quien lucía tan imponente con todo su atuendo de batalla. El Príncipe Jason aterrizó en el centro de la arena y levantó su puño como si proclamara su victoria en el torneo.
En medio de los vítores y los silbidos, un chillido arrogante se extendió por el Gran Coliseo. La audiencia no pudo evitar quedarse boquiabierta de sorpresa cuando vieron una enorme ave descender desde el cielo.
Un ave gigante con una envergadura de veinte metros voló dos veces alrededor del gran coliseo. Era un Roc que servía como la bestia voladora de la Familia Real Amazona. Lilith se rió y saltó de su lomo cuando el ave voló hacia la arena.
Levantó la cabeza con arrogancia porque había logrado que todos guardaran silencio con su entrada.
La Emperatriz Andraste tenía una sonrisa en su rostro cuando vio las travesuras de su hija. Claramente, estaba muy contenta con su actuación, y decidió perdonarla por tomar el Roc de la Emperatriz sin permiso.
Mientras la audiencia estaba tratando de recuperar la compostura, aparecieron dos criaturas más y rodearon el Gran Coliseo desde el Oeste y el Este.
Una era negra, la otra blanca.
Ephemera sonrió cuando su Alicornio voló por encima de las cabezas de la audiencia, creando ráfagas de aire a su paso, al volar en sentido horario sobre la arena.
(N/T: Los Alicornios son Unicornios Alados, o Pegasos con cuernos. Nacen de la unión de Pegasos y Unicornios.)
Frente a ella, un zorro negro con cuatro colas y una luna creciente plateada en su cabeza volaba en dirección antihoraria. Kenneth se sentaba en su lomo con una expresión tranquila en su rostro.
Cuando el Alicornio y el Zorro Negro terminaron su circuito, las dos bestias mágicas se lanzaron hacia la arena. Sus dos pasajeros saltaron al mismo tiempo y aterrizaron perfectamente en el suelo.
Un estruendoso aplauso estalló, lo que puso una sonrisa en el rostro del Emperador Leonidas. Esta era la primera vez que su Imperio había organizado un evento tan grandioso, y estaba bastante satisfecho con los preparativos que sus subordinados habían hecho para las Semifinales.
Kasogonaga, que estaba sentado sobre la cabeza de un Dragón Dorado, resopló. Estaban posados en una de las columnas del Gran Coliseo y observaban las festividades desde su propio Asiento VIP.
—¡Vamos, Garganta! —ordenó Kasogonaga—. No perderemos ante esos insignificantes mortales. ¡Mostremos algo verdaderamente memorable!
Garganta no sabía si reír o llorar cuando escuchó las órdenes del Oso Hormiguero Arcoíris. Incluso si había reconocido a Kasogonaga como su jefe, no se atrevía a seguir sus órdenes ciegamente.
Sabía que si se robaban el protagonismo de los concursantes, serían inmediatamente expulsados del Gran Coliseo. No solo eso, existía la posibilidad de que ambos fueran encerrados en el Bestiario hasta que terminara la competición.
—¡Vamos! —Kasogonaga repitió sus órdenes con su tierna voz—. ¡No te preocupes. Asumiré toda la responsabilidad!
El Oso Hormiguero Arcoíris golpeó con su adorable pie la cabeza del Dragón Dorado para instarlo a avanzar.
«¿Responsabilidad? ¿Qué responsabilidad?», pensó Garganta. «¡Cuando llegue el problema, solo te ocultarás en ese dominio tuyo y me dejarás limpiar tu desastre!»
Para preservar la Paz Mundial, Garganta fingió que no había escuchado las órdenes de su jefe. ¡Prefería que el Oso Hormiguero Arcoíris lo regañara que ser golpeado hasta quedar en pedazos por los Guerreros de Élite del Imperio Kraetor!
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