Renacido: En lugar de perseguir a la belleza de la escuela, perseguí a su madre - Capítulo 23

23: 023 ¡Li Zhiyan en realidad se enseñó francés a sí mismo!

23: 023 ¡Li Zhiyan en realidad se enseñó francés a sí mismo!

Li Zhiyan bloqueó directamente el camino de Smith.

Luego, dijo en un francés muy estándar:
—Señor Smith, hola, quizás podríamos hablar, si necesita alguna traducción, yo podría conversar con usted.

Smith inmediatamente se detuvo en seco; no esperaba escuchar un francés tan estándar en un país extranjero.

—Joven, ¿eres un francés chino?

—No, solo estudié francés por mi cuenta durante un tiempo.

—Aprender francés por cuenta propia hasta tal nivel, joven, eres realmente un genio.

Smith tuvo una impresión muy favorable de Li Zhiyan.

Los ojos de Li Meifeng se abrieron con asombro; ¡estaba conversando con el francés Smith!

Y parecía que no había barreras en su comunicación.

¡Este chico incluso sabía francés, increíble!

En este momento, Rao Shi Yun en la parte de atrás sentía que su corazón latía muy rápido.

Ya había grabado el video de Li Zhiyan reparando el sistema; realmente admiraba los talentos de Li Zhiyan.

Poder ganar sesenta mil yuan a los 18 años, y siendo autodidacta.

Era el hombre de los sueños de Rao Shi Yun.

¡Pero lo que no esperaba era!

Li Zhiyan tenía otros talentos; sabía francés.

…

—Tía Li, puedes decirme cualquier cosa directamente, y te ayudaré con la traducción —dijo.

La ligeramente aturdida Li Meifeng se recuperó rápidamente.

—¡Ah!

¡Sí, claro!

No le importaba cómo Li Zhiyan sabía francés; la prioridad era asegurar el pedido lo antes posible.

Esto era mucho más importante que cualquier otra cosa.

Después, Li Zhiyan se sintió secretamente orgulloso mientras mostraba su francés frente a la Tía Rao.

Li Zhiyan era una persona ordinaria, y entre las personas ordinarias, era muy mundano.

Por lo tanto, realmente le gustaba…

Media hora después, con la traducción de Li Zhiyan, Li Meifeng firmó exitosamente el contrato.

Después de que Lew Huan fue a despedir a Smith.

Li Meifeng no pudo evitar alegrarse.

—Muchas gracias, Xiao Yan, si no fuera por ti, la Tía realmente habría perdido mucho esta vez.

Li Meifeng se acercó al escritorio, abrió el cajón, sacó un fajo de billetes de cien yuan y lo colocó frente a Li Zhiyan.

—Aquí, chico, tómalo.

Li Zhiyan realmente pensó que Li Meifeng hablaba atrevidamente pero era verdaderamente generosa en sus acciones.

—Tía Li, esto es demasiado.

Un traductor gana solo mil yuan al día y no es que todos los días puedas encontrar trabajo.

—Ah, solo tómalo cuando te lo doy.

Sin ti, la Tía habría perdido aún más.

Li Meifeng empujó el dinero directamente frente a Li Zhiyan.

Li Zhiyan no continuó negándose; ganar cincuenta mil yuan en una salida realmente valía la pena.

—¿Por qué no ha regresado Lew Huan todavía?

Li Meifeng probablemente podía adivinar que estaba demasiado avergonzado para regresar.

Ser completamente superado por un joven de 18 años frente a la mujer que le gustaba, volver sería solo perder la cara delante de Rao Shi Yun.

Rao Shi Yun dijo con cierta molestia:
—Es mejor que no haya regresado, personas así que solo piensan en meterse en la cama todo el día son desagradables.

—Xiao Yan de nuestra familia es mucho mejor.

Cuanto más miraba Rao Shi Yun a Li Zhiyan, más apreciaba al muchacho.

Aunque parecía bastante ordinario, también era un poco guapo.

Con sus talentos y ambición, era realmente agradable.

—Yo-yo, todavía no ha aceptado amamantarte y ya es “nuestro Xiao Yan”, ¿no es tu hijo Liu Zifeng?

—Estás tan apurada por amamantar a Xiao Yan.

—Ni lo menciones…

Cada vez que Rao Shiyun mencionaba a su propio hijo, sentía una sensación de pérdida.

Comparado con Li Zhiyan, Liu Zifeng realmente se quedaba corto por un largo camino.

Li Zhiyan revisó y vio que la recompensa de treinta mil yuan de su sistema ya había sido depositada en su cuenta bancaria.

El sistema realmente se estaba volviendo cada vez más poderoso.

Ahora sus activos totales ascendían a ochenta mil yuan.

Hacia la meta de comprar una casa.

¡Aún necesitaba 920,000 más!

…

Al mediodía, Li Meifeng reservó una mesa llena de comida deliciosa en un gran hotel cercano para agradecerle.

Después de todo, sin Li Zhiyan, su pérdida hoy habría sido demasiado grande.

Después de que salieron del restaurante, Li Meifeng bromeó con un comentario atrevido:
—Rao, gran belleza, recuerda enviarme una foto cuando estés amamantando a Xiao Yan, para que pueda admirarla.

—¡Si quieres amamantarlo, adelante!

—¡Claro, pero me temo que Li Zhiyan podría no estar dispuesto.

Además, no estoy a tu altura—una de ti vale por tres de mí.

No quedará satisfecho solo conmigo; todavía te necesitará a ti.

—¡Solo vete!

El rostro de Rao Shiyun se enrojeció de nuevo.

Esta mujer seguía y seguía hablando de amamantar.

Simplemente no podía parar.

En términos de bromas, realmente no era rival para ella.

—Adiós, Li Zhiyan.

Después de despedir a Li Meifeng, Rao Shiyun se sintió algo impotente.

—Xiao Yan, no siempre escuches sus tonterías.

Nunca es apropiada frente a los niños.

—Qué molesto.

Sube al auto, te llevaré a casa.

Tengo que ir a la empresa por la tarde.

—No, gracias, Tía Rao, no voy a casa.

No hay nadie en casa, y no tiene sentido que regrese.

—Puedes ir directamente a tu empresa, y yo me bajaré cerca de allí.

—Eso funciona, mi empresa no está lejos de tu casa de todos modos.

…

Cuando el Audi A6 se detuvo frente al edificio de la empresa de Rao Shiyun.

En el momento en que salió del auto, Li Zhiyan sintió una ola de calor.

Pero ahora, a Li Zhiyan realmente le gustaba este tipo de clima abrasador; era el calor de la juventud.

—Chico, adiós por ahora.

Mirando a Li Zhiyan frente a ella, Rao Shiyun no podía evitar que las imágenes de él comunicándose con Smith aparecieran en su mente.

Su francés era realmente impresionante.

—Sí, adiós Tía Rao.

—Ah, es cierto, Xiao Yan.

—Olvidé preguntar, ¿cómo aprendiste francés tan bien?

¿Has estado en Francia antes?

Li Zhiyan no pudo evitar sonreír.

Como persona ordinaria, ¿cómo podría haber tenido el dinero para ir a Francia?

—No, Tía Rao, nunca he estado en el extranjero, ni siquiera fuera de la Provincia Wan.

Para ser honesto, nunca he salido de la Provincia Wan.

El asombro llenó los hermosos ojos de Rao Shiyun.

—Entonces, ¿cómo llegaste a hablar francés con tanta fluidez?

Empezar a aprender francés es mucho más difícil que inglés.

¿Tuviste un profesor de francés profesional?

—No, Tía Rao, me enseñé francés a mí mismo porque quería dominar otra habilidad para ayudar a aliviar un poco la carga de mi madre en la vida.

Li Zhiyan sabía que esa era la única explicación que podía dar.

Ciertamente no podía contarle a nadie sobre el sistema.

Al escuchar esto, Rao Shiyun se sintió casi demasiado incrédula para creer lo que oía.

¡El francés que hablaba lo había aprendido este chico por sí mismo!

¡No solo se había enseñado a sí mismo programación informática, sino también francés!

¡Qué increíble fuerza de voluntad debió haber requerido!

Y todo era para reducir las dificultades de su madre.

Qué niño tan considerado era.

Por un momento, los ojos de Rao Shiyun se llenaron de lágrimas, casi desbordándose, mientras se acercaba y abrazaba suavemente a Li Zhiyan.

Y Li Zhiyan inmediatamente se inclinó.

¡El abrazo de la Tía Rao era realmente magnífico!

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