Trono de la Arcana Mágica - Capítulo 42
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42: El Encuentro Secreto.
42: El Encuentro Secreto.
Editor: Adrastea Works Tras abandonar la sala, mientras bajaba las escaleras, Lucien deshizo la marca espiritual que puso en Doro, pues no quería que Smile descubriera de alguna forma su particular forma de rastrear.
Cuidadosamente, se aproximó a la puerta trasera.
Una vez más, con algunos hechizos simples, Lucien consiguió salir del Copper Coronet en silencio y sin que nadie le viera.
Por si acaso, tomó una ruta más indirecta de primeras, en lugar de volver a su casa directamente.
Tumbado en su cama, Lucien se sintió alentado ya que ahora estaba seguro de que no estaba solo.
Le reconfortaba el hecho de que hubiera otros aprendices trabajando duro mientras se ocultaban de la iglesia cuidadosamente.
Se preguntó cuántos aprendices, hechiceros y hechiceras habría en Aalto en total.
… En los días siguientes, la vida de Lucien fue simple pero tranquila.
Se levantaba temprano por las mañanas para hacer ejercicio y después irse a trabajar.
A veces leía libros de música, otras veces de religión o viajes, o incluso en su propia biblioteca espiritual, analizando estructuras mágicas.
Aunque Pierre podía ser algo raro algunas veces, cuando leía sus libros de música, Lucien casi ni sentía su presencia.
Y afortunadamente, Wolf estaba fuera de la ciudad durante un tiempo, y nadie más en la asociación les complicaría las cosas.
La vida era casi perfecta esos días.
La única lástima es que Lucien no tuvo la oportunidad de ver a la señorita Silvia, la famosa violinista que aún estaba soltera.
Según Pierre, era una mujer divina y con mucho talento.
Ya que la había mencionado en incontables ocasiones, Lucien también sentía curiosidad.
Sin embargo, la señorita Silvia no iba a la asociación muy a menudo.
Mientras aprendía música, Lucien seguía aprendiendo a leer, pero el tiempo invertido en esto último era mucho menor, ya que aprendía muy rápido.
Al igual que el resto de estudiantes de música, tras terminar la clase, Lucien se quedaba en el local del señor Víctor y comenzaba otras dos horas de práctica de piano.
Su cualidad de ser persistente le ayudó mucho.
No dejó de practicar hasta que sus dedos y brazos quedaran doloridos y sudara una barbaridad.
La tarde quedaba reservada al estudio de la magia.
Nada podía separar a Lucien del mundo mágico en este periodo de tiempo.
La noche del viernes, mientras se dirigía a casa de la tía Alisa, se fijó en una especie de garabatos en la esquina del muro.
Rápidamente entendió lo que significaban.
«Diez en punto.
Sábado por la noche.
La casa abandonada en la zona oriental de Aderon.
-Búho» El semblante de Lucien no cambió en absoluto.
Siguió caminando hacia la casa de Alisa como si no hubiera visto nada raro.
… Lucien llegó al lugar diez minutos antes de lo previsto vistiendo su túnica negra, con Vengador Helado en su mano izquierda.
Antes de salir de casa, comprobó los reactivos mágicos en los bolsillos de su túnica.
Era una noche sin luna ni estrellas.
Gruesas nubes cubrían toda la luz del cielo.
En cuanto llegó Lucien escuchó a un búho ulular en la oscuridad.
Era Doro sobre un sauce, montando guardia.
Bajo el árbol se encontraba Smile en su túnica negra.
Para que Lucien le reconociera, no llevaba puesta la capucha.
—Bienvenido, señor Profesor —Smile se acercó a Lucien y se puso la capucha—.
Les he hablado de usted al resto de miembros, y están deseosos de conocerle.
Algunos aprendices también necesitan su ayuda con algunos problemas mágicos.
Pagando, por supuesto.
Sabía que Smile le ponía a prueba.
Lucien, sin embargo, no estaba nervioso.
Estaba convencido de que iba más avanzado que el resto de aprendices, pero no podía garantizar que fuera capaz de resolver todos sus problemas.
—Me especializo en Astrología y Magia Elemental.
Así que, si son preguntas relacionadas, seré capaz de ayudar.
Smile asintió.
—Entonces sígueme, señor Profesor.
Smile se detuvo enfrente de la vieja puerta de madera del local abandonado.
Tras llamar a la puerta con un ritmo especial, Smile imitó a un búho.
Unos segundos después, un hombre vistiendo la misma túnica abrió la puerta despacio.
Cuando vio a Lucien, le señaló ligeramente con la cabeza.
—Este debe ser el señor Profesor.
Lucien pudo notar que no era su voz real.
—Sí, este es el señor Profesor —la voz de Smile también era más baja que la otra noche—.
Profesor, este es Lobo Ígneo.
—Es un placer —Lucien inclinó la cabeza ligeramente y le saludó.
Su mano izquierda se quedó en la manga, y Vengador Helado estaba preparado.
Tras caminar por la sala de estar y otra puerta más, Lobo Ígneo les llevó al almacén.
En la esquina de la sala había una escalera que iba bajo tierra.
¡Un sótano!
Lucien se preguntó por qué no se le ocurrió nunca construir un sótano bajo su cabaña, en lugar de arriesgarse a bajar a las alcantarillas cada vez.
Y al mismo tiempo, podía construir una cripta más grande en el Bosque Negro de Melzer para practicar hechizos más poderosos.
No era un sótano muy espacioso.
Había once taburetes bajos colocados alrededor de una larga mesa.
Velas de luz mortecina iluminaban a duras penas el lugar.
Los otros ocho aprendices ya estaban sentados.
Todos llevaban túnicas negras.
Lucien bajó las escaleras con mucha cautela, seguido de Lobo Ígneo y Smile.
Cerraron la puerta del sótano antes de sentarse.
—Hoy tenemos el honor de contar con el señor Profesor entre nosotros para intercambiar ideas y pensamientos —Smile se levantó y comenzó la introducción—.
El señor Profesor es un auténtico hechicero.
Seguro que nuestra reunión de aprendices puede beneficiarse mucho de su gran conocimiento.
Entonces Smile comenzó a introducir a los aprendices presentes uno a uno: —Estos son Miel Blanca, Lucero del Alba, Reno, Guante Blanco, Roble, Filósofo, Mercurio y Percha.
—El honor es todo mío —Lucien se inclinó ligeramente—.
Por favor, perdonen que sea tan directo.
Vengo aquí en gran parte por el diario Arcana.
¿Puedo verlo primero?
—Ningún problema, Profesor.
Tómate tu tiempo y charlaremos de otra cosa primero —Filósofo asintió y le entregó lentamente a Lucien un libro negro de cubierta dura.
Su voz parecía de un anciano—.
Además, oí a Búho decir que necesitas un set completo de instrumental de laboratorio y lo he traído aquí esta noche.
Te lo regalaré gustosamente si puedes resolver un problema por mi más tarde.
Lucien no abrió el libro inmediatamente, pero comprobó cuidadosamente la cubierta.
Había unas cuantas líneas plateadas separadas uniéndose al final de la cubierta negra, que formaban la palabra “Arcana” justo en el centro.
Bajo el nombre del diario, una línea de palabras escribía “Volumen 11, año 392 del Calendario Santo”.
Había páginas de pergamino en su interior.
De la página de contenidos, Lucien descubrió que había veinticuatro artículos en el diario.
El primero era Discusión del Quinto Fracaso al Encontrar los Nuevos Planetas.
Lucien se interesó y empezó a leer.
«La teoría de la gravitación propuesta por Douglas explicaría muchos de los hechizos de campos de fuerza, incluso muchos hechizos de la escuela de Astrología.
Además, las tres leyes del movimiento planetario también se derivan de esa teoría, que es de gran importancia para guiar el campo de la adivinación.» «Basados en esta teoría, hemos creado muchos nuevos y poderosos hechizos.
Así que podemos decir, que si hay dos grandes pilares que sostienen el sistema mágico clásico, la teoría de la gravitación podría ser vista como los cimientos más importantes de uno de los dos pilares, el estudio de campos de fuerza.» … «Todavía queda una pregunta por demostrar: la teoría de la gravitación nos permite descubrir muchas fórmulas a seguir, y así sabemos que el continente en el que vivimos pertenece también a un planeta.
El planeta sigue rotando y al mismo tiempo girando alrededor del sol, al igual que el resto de los planetas en el cielo.
Siguiendo las formulas previamente mencionadas, también podemos localizar estos planetas.» «Sin embargo, nadie, ni siquiera los mayores hechiceros, han conseguido jamás alcanzar los planetas usando la magia espacial más avanzada, yo incluido.
Aunque podamos calcular sus coordenadas, no podemos encontrar ninguno en sus supuestos lugares en el espacio.» «Cuando intentaba conjurar el hechizo espacial avanzado, aunque no podía alcanzar el planeta, podía sentir su gravedad desde mi lugar de tránsito presupuesto.
Los planetas están ahí, pero al mismo tiempo, no lo están.» Cuando Lucien descubrió que los planetas de este mundo podían revelar el destino, ya estaba bastante sorprendido.
Ahora una vez más se sintió sorprendido, y muy confundido.
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