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Trono de la Arcana Mágica - Capítulo 48

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48: En el Salón.

48: En el Salón.

Editor: Adrastea Works Dado que el éxito y la reputación de un profesor también estaban directamente relacionados con los estudiantes, Lott y Felicia también estaban bastante preocupados.

—¿Hacer algo?

—Felicia entornó los ojos—¿Hacer qué?

Frunciendo el ceño, Lott respondió pensativo.

—Una sinfonía es una pieza musical bastante larga y generalmente consta de cuatro partes.

Para un concierto, cuatro sinfonías son suficientes.

No entiendo por qué el señor Víctor insiste en crear nuevas sinfonías, después de todo, tiene muchas de calidad escritas de antes entre las que elegir.

—El señor Víctor eligió la mejor, y será una de las cuatro sinfonías —De pie junto a ella, Athy se unió a su conversación—.

Pero también es la única ya confeccionada de las cuatro sinfonías.

El señor Víctor sintió que las otras no se acercan a la mejor.

Con el fin de presentar un concierto excelente, el señor Víctor tiene que asegurarse de que todas las piezas de música sean igualmente impresionantes.

Frotándose los ojos, Herodotus suspiró.

—Víctor siempre quiere ser perfecto.

Sus trabajos anteriores eran muy populares entre muchos músicos y nobles, o él nunca estaría cualificado para dar un concierto en el Salón del Salmo.

Si lo intentamos, probablemente podamos persuadirlo —Miró a Lott y Felicia, mientras que Lucien, un estudiante humilde que solo podía tocar la música más simple por ahora, fue ignorado por él sin pensarlo.

—¿Qué piensa, señor Athy?

—Preguntó Felicia.

Ella sabía que, entre todas las personas de la sala de estar, Athy era la que mejor conocía al señor Víctor.

Después de todo, Athy había estado cuidando a Víctor durante casi treinta años.

—Desafortunadamente, no lo creo —Athy negó con la cabeza despacio—.

El concierto es de gran importancia para Víctor.

Quiere cumplir el deseo de su difunta esposa, que es realizar una interpretación perfecta en el Salón del Salmo, así que no hará ningún compromiso.

—Probablemente…

podamos buscar algunas pociones que le ayuden a relajarse —Como aprendiz, la primera idea de Lucien fue buscar la ayuda de pociones y narcóticos.

—No, no podemos.

Esos medicamentos ralentizarán la mente y causar la inhibición de la inspiración —Athy negó seriamente la propuesta de Lucien.

—Pero no podemos dejar que el señor Víctor se torture a sí mismo de esta manera —dijo Lucien con preocupación.

—Entonces, ¿qué puedes hacer, Lucien?

¿Se te ocurre una nueva obra maestra para el señor Víctor?

—Dijo Herodotus con sarcasmo.

A él nunca le agradó Lucien—.

Si no puedes, por favor, cállate.

Lucien no se sintió realmente ofendido, de hecho, lo que Herodotus acababa de decir le dio algunas ideas nuevas.

El señor Víctor necesitaba su ayuda, Lucien lo sabía.

Cuando estaban hablando, Víctor abrió la puerta y bajó las escaleras, con aspecto muy cansado.

Los estudiantes pararon su conversación instantáneamente y lo miraron.

El cabello de Víctor estaba hecho un desastre, y sus ojos, rojos.

—Voy a la asociación para practicar las tres primeras sinfonías.

Todos vosotros vienen conmigo para ver cómo cooperan las diferentes partes de la orquesta.

Aunque todos se sintieron un poco aliviados al ver que el estado de ánimo de Víctor había vuelto a la normalidad, sabían que el problema seguía sin resolverse.

… En el quinto piso de la asociación, la orquesta tocaba una magnífica sinfonía.

Las cuatro partes de la sinfonía se integraron a la perfección y juntas proporcionaron al público una gran fiesta acústica.

Tan pronto como la orquesta terminó de tocar la última parte, un frío aplauso llegó desde atrás.

Todos los alumnos miraron hacia atrás.

Era Wolf.

—Bien, muy bien.

Parece que estás listo para el concierto, Víctor —manteniendo su barbilla en alto, Wolf seguía con el mismo aspecto, arrogante y mezquino.

Víctor disfrutó de un período de paz cuando Wolf estaba fuera de la ciudad, y ahora, aparentemente, el momento de felicidad había terminado.

La cara de Víctor se ensombreció al instante porque sabía que Wolf debía haber oído algo.

Antes de que Víctor dijera algo, Wolf le preguntó con una sonrisa falsa en su rostro.

—Recuerdo que me pediste un consejo antes de irme.

Ya estoy de vuelta, así que déjame echarle un vistazo a tu trabajo.

—Acabas de escucharlo —Víctor solo quería acortar la conversación todo lo que pudiera.

—No, quiero decir…

todas, las cuatro sinfonías —Wolf levantó las cejas.

—¡Wolf, tú…!

—Víctor estaba muy enfadado.

Antes de que su furia tomase el control, dos hombres entraron en el vestíbulo.

Uno de ellos era un anciano de pelo blanco, vestido con un traje negro respetable y con un bastón negro en la mano; el otro era el rubio guapo que Lucien conoció hace unas semanas, Mekanzi, que era el primo mayor de Lott.

—Director —Dejando temporalmente su charla de lado, tanto Víctor como Wolf se inclinaron ligeramente ante el anciano.

Los estudiantes de Víctor también se inclinaron siguiendo a su maestro.

Fue la primera vez que Lucien se reunía con el barón Othello, director de la asociación, quien también fue mentor de Mekanzi.

En la ley entre los nobles que se creó hace mucho tiempo, aquellos descendientes de nobles que lograron despertar la Bendición en su sangre, y por lo tanto se convertían en caballeros reales, estaban más cualificados para heredar sus títulos, pero eso no significaba que si el resto de descendientes no lograba despertar el poder de la sangre no podría ser el próximo jefe de sus casas.

Como músico de gran talento, Othello también era hijo único en su casa, por lo tanto, heredó el título de su familia y se convirtió en el Barón.

—Víctor, ¿he oído que estás teniendo dificultades con la cuarta sinfonía?

—Othello se acercó a Víctor y le preguntó con seriedad.

Víctor asintió con la cabeza y bajó los ojos.

—Sí, señor…

Othello levantó levemente el bastón en su mano junto con su voz.

—Debes saber cuán importante es este concierto.

Estás representando a nuestra asociación y tocarás ante al Gran Duque y la princesa, debes asegurarte de que nada saldrá mal.

¿Lo entiendes?

—Lo haré, señor.

Me aseguraré de que cada trabajo sea realmente impresionante…

—respondió Víctor en voz baja—…

por lo menos pondré todo mi empeño.

Wolf dio un fuerte bufido al lado de Víctor.

—No, no estoy pidiendo que todo sea impresionante, Víctor —asintió Othello—.

Estoy pidiendo una interpretación firme y sin problemas.

Entiendo tu presión, pero no puedes seguir retrasándote así.

Tienes que entregar toda tu música lo antes posible para que la orquesta tenga el tiempo suficiente para practicar.

En ese momento, Othello se detuvo un poco.

—Bueno…

déjame darte una fecha límite.

Quiero ver todo tu trabajo en el escritorio de mi oficina la última semana antes del concierto ¿Algún problema, Víctor?

Víctor meneó la cabeza con gran esfuerzo.

—No…

señor —sabía que si todavía no podía llegar a la última sinfonía, alguien más de la asociación lo reemplazaría muy pronto.

—Espero que entiendas por qué te estoy presionando —Othello parecía menos serio ahora—.

Creo que puedes hacerlo, Víctor.

El director asintió para mostrar su apoyo y luego salió del salón.

En este instante, Mekanzi se acercó a Lott con una sonrisa en la cara.

—Mi querido primo, espero que no tengas ningún problema con la prueba de músico como la que tiene aquí tu maestro.

Aunque seré uno de los examinadores en los próximos tres años y espero con ansia tu interpretación de violín, mi integridad nunca me permitirá rebajar mi criterio.

—No necesito que rebajes tu criterio —respondió Lott apretando los dientes.

Entonces Mekanzi se volvió hacia Lucien.

—¿Sabes qué?

Siendo pobre, qué suerte tienes de tener la oportunidad de ser músico.

No es muy aconsejable perder tu tiempo correteando con las chicas en lugar de practicar tus habilidades.

Lucien estaba muy confundido cuando escuchó el comentario de Mekanzi, pero pronto se dio cuenta de que estaba hablando de Elena.

Recientemente, Elena pasó algún tiempo con Lucien para aprender más sobre la música.

Entonces Mekanzi se fue y alcanzó a Othello con una sonrisa encantadora en su rostro.

En la familia Griffith, como segundo en la línea para heredar el título, Mekanzi no escatimó esfuerzos para complacer al maestro de la casa.

—Oh, Dios…

Víctor, ¿todavía sigues atormentado a tu ingenio con tu última obra maestra?

—Fingiendo que no era consciente de la verdad, había una sonrisa de triunfo en la cara de Wolf—.

Disfruta, Víctor.

Disfruta de tu primera obra en el Salón del Salmo, porque puede que sea la última.

Antes de que Wolf se fuera, miró a Lucien.

—¿Es este tu talentoso alumno de origen humilde, Víctor?

Bueno…

le deseo buena suerte con su examen de aptitud en el futuro.

Después de todo, tu reputación está directamente relacionada con la suya.

¡Pobre muchacho!

Wolf se divertía con sus propias palabras.

Riéndose, salió del pasillo.

Mientras, Lucien notó que la cara de Víctor estaba enrojecida y las venas azules en sus manos se distinguían.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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