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Trono de la Arcana Mágica - Capítulo 892

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  3. Capítulo 892 - 892 Accidentes
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892: Accidentes 892: Accidentes Editor: Adrastea Works En Cocus, ubicado en el Ducado de Calais…

Ya que el lugar se encontraba justo al lado de los pantanos del sur, hacía un calor extremo a pesar de que era de madrugada.

De vez en cuando, aves espeluznantes salían volando desde la oscuridad, haciendo chillidos que helaban la sangre.

En un extremo del pantano, a Arnold, quien había estado observando la Ciudad de Cocus, le hizo gracia algo.

—Nielson, nunca pensaste poder regresar algún día a esta ciudad, ¿verdad?

Él se refería a regresar como un maestro.

Aquel lugar, al ser la capital del Imperio Asso, tenía la infraestructura más perfecta para la defensa que había desarrollado el Señor de la Muerte.

Naturalmente, se volvió el objetivo de la operación.

Con su excesiva grasa contoneándose, Nielson habló con sentimientos encontrados e inusuales: —Yo pensé que nunca volvería a visitar Cocus en mi vida…

Recuerdo que fui felicitado aquí mismo por el Señor de la Muerte cuando me convertí en un archimago de noveno círculo.

Priscilla ocultó su ansiedad con una sonrisa.

—Al inicio, pensé que el objetivo era Rentato en vez de Cocus.

La operación iba a ser realizada en la mayor parte por hechiceros legendarios cooperando en secreto con caballeros legendarios.

Sin embargo, después de que las iglesias fueran destruidas y las ciudades fueran ocupadas, se necesitarían muchos hechiceros de rango superior para mantener el orden y prepararse para la construcción de la defensa.

Por lo tanto, Arnold se encontraba esperando la señal en un extremo del pantano junto con Nielson, Priscilla, Amanata, Fernando y el resto de los hechiceros.

Arnold chasqueó la lengua.

—La Espada de la Verdad no quiere perder su territorio.

—Eh, ¿por qué no está aquí Douglas?

—Priscilla básicamente había comprendido la razón.

Ella miró a su alrededor, pero no vio al archimago que le dejó una profunda impresión diez años atrás.

Arnold sonrió.

—Douglas dijo que su investigación había llegado al momento más crucial y que había descubierto algo.

Por ello, le dijo que no necesitaba participar en la operación.

Entonces, él entrecerró los ojos de un momento a otro.

—Ha empezado.

Él recibió un mensaje del Señor de la Muerte.

Los hechiceros legendarios estaban a punto de entrar en acción.

…

La dilapidada Ciudad en el Cielo se encontraba debajo del denso lodo, como siempre.

Douglas estaba sentado en la plaza al centro de la ciudad, delante de pedazos de papel llenos de símbolos y números.

La ley que nació a partir de muchísimos registros astrológicos y de la aplicación del cálculo le permitió llegar a algo maravilloso, pero aún tenía que superar una brecha para descubrir de qué se trataba exactamente.

Las preguntas lo persiguieron y lo mantuvieron allí durante días, pero él nunca encontró la respuesta perfecta.

Los secretos de los planetas, y a la fuente de energía de la tierra.

¡Los secretos más esenciales del mundo parecían encontrarse frente a él, y lo único que tenía que hacer era empujar la puerta y acogerlos!

¡Todo lo que necesitaba era un solo momento más!

En la plaza, varios hechiceros que estaban vigilando el lugar deambulaban con sus hijos.

A ellos les daba mucha curiosidad el reflexivo archimago, pero no se atrevían a acercarse a él.

Los niños corrían contentos, lejos el uno del otro, intentando ganar las frutas en las manos de sus padres.

…

Aalto estaba en llamas.

Edificios se derrumbaban uno tras de otro.

Los círculos de defensa no parecían servir para nada.

—¿Qué ocurrió?

¿Dónde está nuestra defensa?

—Beto, quien se encontraba en medio de una fiesta, no esperaba que la Iglesia atacara en un momento así, ¡o que la defensa de Aalto no funcionara en lo absoluto!

Aalto era la fortaleza occidental del Imperio Mágico.

Se construyó en un inicio para lidiar con las criaturas de la Cordillera Oscura y solo la superaba Antiffler en términos de solidez.

Después de que hechiceros legendarios, vampiros, dragones, elfos y otras personas fueran reunidas allí para resistir a la Iglesia, la defensa había sido perfeccionada y fortalecida sin escatimar en costos.

Tras más de diez años, la ciudad estaba tan bien resguardada como Antiffler.

Era una de las mejores cartas con las que el ejército de la coalición esperaba compensar Llegada de Dios.

¡Sin embargo, la defensa no se activó en lo absoluto en el momento crucial!

Furan tenía bastante frío y se sentía aterrada.

—Solo hay una razón por la que la defensa no esté activa.

¡Algo anda mal con la leyenda que está vigilando esta última!

—¿Quién es?

—Beto, los gemelos y Antec preguntaron al unísono.

Furan los miró y resopló.

«¿Son idiotas?

Lo más importante ahora mismo es escapar, no descubrir qué leyenda falló.

¿Pueden matarla?

Los grandes cardenales y caballeros de la Iglesia se encuentran justo encima de Aalto, ¿y tienen el tiempo para hacer esa pregunta?» Ella habló a través del vínculo telepático esta vez.

Mientras los reprendía, ella corrió hacia el sótano de la villa.

«No corran al exterior.

Podríamos morir por las secuelas de la batalla entre leyendas.

Tampoco vayan con nuestros maestros.

Ellos deben estar ocupados con los grandes cardenales y caballeros legendarios.

¡Vayámonos de la ciudad por medio de canales secretos y ocultémonos en la Cordillera Oscura antes de descubrir qué ocurrió!» Los orgullosos estudiantes de leyendas estaban bastante alarmados.

Ellos no sabían cómo responder debido a su falta de experiencia.

Las cosas habrían ido mejor si Stanis estuviera allí, pero él había ido nuevamente a la Cordillera Oscura en busca de materiales.

Afortunadamente, Furan mantuvo la calma fundamental en ese momento y mostró su liderazgo.

Ella señaló la mejor forma de lidiar con la situación.

Antec tembló con fuerza del miedo.

Él nunca pensó que afrontaría peligros tan serios.

Él prefería ocultarse en la oscuridad y derrotar al enemigo creando sueños e ilusiones.

En aquel momento, los intensos ruidos en el cielo suponían un reto constante para su corazón.

De un momento a otro, una luz extremadamente pura descendió desde el cielo y purificó todo lo profano como si se tratara de la de la resolución de dios.

La luz se vio reflejada por un poderoso escudo que apareció de la nada y se separó en múltiples rayos.

Uno de ellos impactó la casa en la que se encontraban Furan y sus compañeros.

La luz sagrada se desató.

Con un diminuto chasquido que sonó como el mazo en descenso en las manos de un juez, la casa entera desapareció.

Beto, Furan, Antec y los demás se encontraban a un solo paso del sótano, pero todos ellos fueron consumidos por la secuela de la Luz de la Sentencia.

Al ver su cuerpo y su alma convertirse rápidamente en luz sagrada, Beto solo tuvo un vago pensamiento en su mente.

«¿Voy a morir tan fácilmente?» En la era del caos y la oscuridad, Beto no estaba seguro de poder vivir hasta el fin natural de su vida incluso a pesar de ser el estudiante de una leyenda.

Él había imaginado sus posibles formas de morir, y todas ellas eran heroicas.

Algunas suponían batallas contra leyendas, y otras, sus contraataques desesperados después de ser emboscado.

Sin embargo, él no supo hasta ese día que moriría de una forma tan simple y desconocida.

¡Los daños colaterales de la batalla entre dos leyendas lo habían erradicado completamente!

No fue una muerte heroica en lo más mínimo.

¡Ni siquiera pudo oponer resistencia!

¡Él pudo comprender profundamente a la gente ordinaria que murió en las batallas anteriores!

«Así que, no soy el héroe…» La conciencia de Beto se dispersó completamente.

Antec también sintió la fugaz vaporización de su cuerpo y alma.

Su miedo finalmente desapareció, y fue remplazado por una tenue tristeza.

«Aún no he creado un sueño real…

Aún no he tenido varias citas en mis sueños…

Nunca viviré para volver a ver a Fernando…

Para ser honesto, cuando se convirtió en Nando, ella se veía muy hermosa, aunque no tanto como Furan…» Anonadada, Furan vio a Beto, Antec y sus demás compañeros ser tragados por la luz sagrada.

El resplandor de sus métodos de preservación de vida se intensificó, solamente para volver a atenuarse.

Ella sabía muy bien que terminaría justo igual que ellos.

«¡No quiero morir aquí!

Soy una emperatriz que se convertirá en una hechicera legendaria en el futuro.

¿Cómo puedo morir tan fácilmente, como un hechicero cualquiera?

Hay varios deseos que aún no he cumplido.

Tengo que ajustar cuentas con Nando y transformarlo en una verdadera chica…» Ambiciones, voluntades y deseos salieron despedidos, pero los esfuerzos de Furan fueron en vano.

Tras un breve predicamento, ella también fue disuelta por la luz sagrada, dejando atrás nada más que sutiles arrepentimientos.

Las dos leyendas que lucharon en el cielo en ningún momento dirigieron la mirada hacia la casa.

A esta última no le quedaron nada más que muros incompletos envueltos en llamas resplandecientes Nadie supo que estos estaban contando la historia de un montón de estudiantes de leyendas luchando contra su destino solo para morir en silencio.

Sin importar los grandes deseos y ambiciones que tuvieron, ¡estos solo pudieron quedar enterrados en semejante era!

Después de que soplara un fuerte viento, todas las cenizas desaparecieron.

…

El Rey de las Pesadillas, el Mentor Estelar y los demás hechiceros legendarios luchaban intensamente contra unos cuantos grandes cardenales y caballeros legendarios, comunicándose entre sí por medio del vínculo telepático.

«No podemos detenerlos.

Gregory está conteniendo a Drácula y al Maestro del Océano Infinito con el poder de un semidiós.» «Mecantron detuvo a Danisos.

Ivan y Rudolf están peleando contra la Diosa madre de la tierra y la reina élfica…» «¿No ha aparecido la Luna Plateada?» «¿No?

¿Qué hacemos?» «¡Tenemos que usar nuestro último recurso!

¡Es momento de darle uso a Kufuray!» «De acuerdo.

¡Ahora solo podemos invocar al Señor del Infierno!» Luego del ataque fallido de la Luna Plateada contra el anterior papa, los hechiceros legendarios decidieron añadir otra importante ventaja a la batalla, ¡incluso si significaba que tendrían que vender sus almas a los demonios!

Repentinamente, el Mentor Estelar habló, aturdido: «¡No sirve!

¡El sacrificio de sangre en Kufuray no sirve!» «¡Es él!

¡Es Banham!» Alguien finalmente se dio cuenta de quién era el traidor.

¡Se trataba de Banham, el Fuego Original!

No era el turno del Fuego Original de vigilar la ciudad, así que, al inicio, nadie sospechó de él.

Por lo que habían visto, ¡él debió haber asesinado al hechicero legendario!

Al no haber funcionado su último as bajo la manga, el Mentor Estelar, el Rey de las Pesadillas y los demás hechiceros dejaron de estar dispuestos a luchar.

Ellos empezaron a buscar oportunidades para escapar.

No obstante, un hombre de mediana edad apareció de un momento a otro en el cielo.

Su rostro era soso y su piel era oscura, pero él se veía elegante con su corona sagrada y su báculo de platino.

«¡Gregory!» «¡El Papa!» «¿No estaba siendo detenido por Dracula y el Maestro del Océano Infinito?» El Papa Gregory sonrió.

—Como la Luna Plateada no viene, Drácula solo pudo evacuar de antemano.

Luego de que él se fuera, Harex, claramente, tampoco quiso desperdiciar su vida aquí.

Tras una pausa, el observó al montón de hechiceros legendarios.

—Ninguno de ustedes se encuentra en la cumbre del nivel legendario.

Me pregunto si pueden resistir una Luz de la Sentencia mía entre todos.

Cuando leyendas de tercer nivel se enfrentaban a un semidiós, estas serían asesinadas instantáneamente si no escapaban utilizando sus impredecibles hechizos.

Además, ellos seguían siendo perseguidos por varios grandes cardenales y caballeros legendarios.

«¿Por qué desistió de perseguir a las leyendas supremas y en su lugar centró su atención en encargarse del resto de nosotros?» Aquel fue el pensamiento final del Rey de las Pesadillas y del resto de hechiceros.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Novelasya.com

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