Trono de la Arcana Mágica - Capítulo 899
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- Capítulo 899 - 899 Incluso un conejo muerde si está arrinconado
899: Incluso un conejo muerde si está arrinconado 899: Incluso un conejo muerde si está arrinconado Editor: Adrastea Works De madrugada, el aire en el nuevo cementerio público era bastante frío.
El fuerte colapso fue remitido por el viento y por consiguiente fue escuchado por el enterrador desde la distancia.
El enterrador se acercó al lugar corriendo.
Entonces el grito del enterrador despertó a Oliver, quien ese momento se encontraba mareado por haber sido lanzado al suelo.
—¡Maldito idiota!
¡Mira lo que has hecho!
¡Si no llenas el foso esta noche, te arrojaré dentro!
¡Maldita sea!
Sus palabras fueron desagradables, y el hecho de que Oliver aún estaba perplejo lo puso aún más furioso.
Escupió sobre Oliver y entonces regresó a la cabaña.
La viscosa flema impactó en el centro de la frente de Oliver, y entonces él empezó a vomitar con ferocidad.
Estaba vomitando tanto que todo su estómago se había quedado vacío, y entonces apareció la amarga bilis.
No fue solo por la flema, sino también porque se vio cubierto de un pegajoso líquido cadavérico y carne putrefacta.
Su mano izquierda todavía estaba sujetando las tripas medio podridas y en su mano derecha había un grueso fémur.
La escena era peor que cualquier pesadilla que jamás hubiera tenido.
¡Fue más que repugnante!
Oliver arrojó lejos las tripas y los huesos a toda prisa y contuvo su aliento.
Sintió que el horrible olor podría matarlo en cualquier momento.
En ese instante, una luz azul parpadeó y pasó rápidamente, lo cual llamó su atención.
Los ojos de Oliver eran agudos.
Siguiendo la dirección, para su sorpresa, vio que el fémur se había agrietado y desde dentro la luz azul brillaba a través de las finas grietas.
La gran curiosidad y esperanza hicieron que olvidara el olor a muerte y cómo de sucio estaba.
Su movimiento se había vuelto muy cuidadoso.
Se desplazó cuidadosamente en dirección al fémur y lo cogió con gran precaución.
¡Había una luz azul saliendo en efecto!
Oliver no lo revisó de inmediato puesto que había aprendido la lección; en su lugar, trepó al borde del pozo sujetándose a algunos cuerpos.
Después de mirar alrededor y asegurarse de que no hubiera nadie más alrededor, resquebrajó el hueso con cautela.
Lo hizo con mucho cuidado, y la luz azul fue reveló poco a poco a medida que pequeños fragmentos de huesos caían al exterior.
Al final, Oliver consiguió una vara corta de color azul claro, y la vara parecía bastante delicada y transparente.
Oliver estaba sorprendido, sin tener ni idea de qué era.
Entonces ocultó rápidamente la vara corta en el caso de que George y el resto de los enterradores lo vieran.
Todo lo encontrado en los cuerpos tenía que ser entregado a George, quien haría una selección y entregaría los de valor a los funcionarios del ayuntamiento a cargo del cementerio y los sacerdotes.
Había sucedido varias veces que George y sus hombres se llevaron los hallazgos de Oliver de inmediato cuando Oliver descubría algo de valor.
No solo eso, George ni siquiera le pagaba a tiempo, sino que solo le daría dos comidas de mierda al día.
Oliver estaba a punto de enterrar la vara en algún lugar cercano y desenterrarla cuando tuviera la oportunidad de abandonar ese lugar.
Entonces conseguiría algo de dinero vendiendo la vara.
En ese momento, se percató de los muchos y diminutos caracteres grabados en la hermosa vara, tan azul como el agua del océano.
Como un hombre joven que amaba la ópera, Oliver había pasado mucho tiempo estudiando caracteres y aprendiendo diferentes culturas.
Por lo tanto, reconoció los caracteres de inmediato.
¡Era Sylvanasian, una de las tres lenguas más comunes en el antiguo Imperio Mágico!
La documentación de la Señora Audley fue de gran ayuda para Oliver para entender los caracteres.
Oliver tenía muchos pensamientos en su mente.
¡Entonces descubrió el orden de lectura correcto y descubrió que era una pieza sobre meditación!
¡Al final, el dueño incluso escribió dónde enterró sus tesoros en la vara corta!
Tierra, fuego, viento, agua…
¿Era aquel el método de meditación de un hechicero?
Oliver había escuchado muchas historias de bardos y algunas óperas, y hablaban de cómo un malvado hechicero hizo cosas malas a los nobles y a la gente corriente, pero al final fue derrotado por los clérigos y los nobles.
Tenía algunas ideas respecto al lugar de procedencia de eso.
Creía que aquello era de un hechicero que hizo eso antes de que él o ella murieran.
Quizás el hechicero esperaba poder legar eso a alguien, pero la persona nunca vino…
Oliver era una persona romántica, y ende, anhelaba la misteriosa vida de un hechicero que siempre estuvo bajo la persecución de la Iglesia como era natural.
Como devoto seguidor, su conciencia lo había acosado varias veces por ello, así que nunca hizo nada malo ni trató ser un hechicero.
No obstante, lo que había experimentado en Rentato causó que su creencia perdiera solidez.
¿Por qué su señor nunca lo salvó cuando sufría tanto?
¿Por qué los sacerdotes permitían que George y sus hombres hicieran lo que quisieran e incluso los protegían?
¿Por qué esos clérigos, nobles y personas ricas podían disfrutar de ataúdes de lujo y tumbas tras su muerte, mientras que un hombre pobre, sin importar cuán devoto fuera, solo podía ser arrojado a ese pozo?
¿El señor llamaba a eso justicia?
Si era así, primero debía salvarse usando el método de un hechicero.
Nadie lo sabría.
En el futuro, sería rico, y podría seguir siendo el mismo devoto seguidor del señor.
Los sentimientos y pensamientos habían entrado en grave conflicto dentro de la mente de Oliver.
Al final, decidió enterrar la vara corta primero y guardarla para el futuro.
Después de todo, una vez que se convirtiera en hechicero, quizás podría pasar toda su vida viviendo con miedo y ocultándose.
No quería eso.
Oliver enterró la vara corta junto a una lápida y dejó un símbolo secreto.
Entonces regresó cojeando al foso pues aún tenía que llenarlo, de lo contrario, George y sus hombres le darían otra paliza sin duda alguna.
Oliver sabía que esa noche no dormiría.
En ese momento, alguien le dio una patada en la espalda y entonces lo golpeó contra el suelo.
Oliver sintió dolor en todo el cuerpo, especialmente en la espalda.
—¡Malditos holgazán!
¡No has hecho nada!
¿Quieres morir?
Era Goldson, otro enterrador.
Empezó a golpear a Oliver usando toda su fuerza.
Oliver no pudo hacer nada salvo cubrirse la cabeza con los brazos.
Como una gamba, curvó su cuerpo para proteger sus partes más vulnerables de los puñetazos y patadas que llovían.
Tras un instante, Goldson empezó a encontrarse un poco cansado.
—¡Levántate y acaba el trabajo!
¡O te arrojaré dentro!
Antes de que Oliver respondiera, Goldson se dio la vuelta y regresó a la cabaña.
Ignoraba que Oliver estaba contemplando una lápida con un símbolo especial detrás de él.
Había sangre en los ojos de Oliver.
Oliver sabía que moriría tarde o temprano si no hacía nada.
Pero si iba a morir, ¡morirían con él!
Escaló lentamente y caminó hacia la lápida.
Después de desenterrar la vara corta, se escondió en el foso y la leyó cuidadosamente.
Después de recordar los caracteres, escondió la vara corta frente a su pecho.
Entonces salió del foso y recogió la pala de hierro que dejó Goldson.
Echó tierra en el foso para llenarlo, y el trabajo solo duró media hora.
Entonces Oliver caminó en dirección a la cabaña con la cara ligeramente sonrojada y la pala en la mano.
Su movimiento era silencioso, pues no quería despertar a Goldson.
Al entrar en la cabaña, Oliver escuchó a Goldson preguntando medio en sueños.
—¿Has acabado?
Aquello fue demasiado rápido.
—Este es tajante.
Voy a aceptar uno nuevo —dijo Oliver, quien sonaba como un simple cobarde.
—Maldita babosa —maldijo Goldson—.
Afila ambas palas una vez que el trabajo esté hecho.
Las palas fueron proporcionadas por el ayuntamiento.
No podían pagar los objetos de hierro.
—Vale —dijo Oliver En ese momento, Oliver se había acercado a Goldson y ya estaba de pie a sus espaldas.
La plateada luz de la luna atravesó la ventana y lo cubrió de un blanco plateado.
¡Ante el marco de la luz de la luna, la sombra de Oliver en la pared contraria levantó la pala en el aire!
Y entonces cayó con ferocidad.
—¡Ahh!
El amargo grito de Goldson solo duró un segundo y fue interrumpido por su último suspiro.
¡Nunca había esperado que el inútil y joven cobarde de una familia rica que solo sabía cómo complacer a las chicas tuviera el valor de asesinarlo!
Goldson estaba adormecido.
¡Nunca permaneció en alerta ante semejante cobarde a su parecer!
El miedo estaba congelado en la cara de Goldson, y sus ojos aún estaban abiertos sin enfoque.
La sangre cayó al suelo desde la pala de Oliver.
Escupió en la cabeza de Goldson.
—Eres bueno, ¿eh?
¿Tienes algo?
Dijiste que ibas a enterrarme, ¿eh?
¡Ven!
¡Ven y demuéstramelo!
—Oliver gritó al cuerpo como un loco.
Tras unos minutos, se calmó lentamente.
Después de encontrar docenas de Fells en el bolsillo de Goldson, Oliver se puso la ropa de Goldson.
Entonces Oliver salió de la cabaña.
La pala aún estaba en su mano, y su mano izquierda sujetaba la vara corta con fuerza bajo su ropa.
En silencio, caminó hacia la oscuridad.
El viento empezó a bramar, y la noche parecía aún más oscura.
Solo había cadáveres en el nuevo cementerio público en ese momento.
…
Shirley regresó a toda prisa al pueblo.
Antes de que pudiera dirigirse a la casa de Vicente, fue detenida por una campesina local.
—Señorita Shirley, no vaya.
¡Vicente, Vicente es un hechicero!
—Dijo la mujer con miedo—.
¡Por suerte, ustedes dos no están casados!
La cabeza de Shirley zumbó como si hubiera sido alcanzada por un relámpago.
Tiró del brazo de la mujer y preguntó.
—Vicente…
¿Cómo es posible?
¿Ya estaban allí los vigilantes nocturnos?
—¡Señorita Shirley, no tiene ni idea de lo terrible que fue!
¡Encontraron muchos cadáveres en su sótano!
¡Es un hechicero de verdad!
Los clérigos lo descubrieron…
—la mujer se lo explicó a Shirley con claridad, pero Shirley sintió que iba a desmayarse en cualquier momento.
—¿Dónde está Vicente entonces?
¿Lo han atrapado?
—Shirley hizo todo lo posible por mantener la calma.
Las campesinas parecían muy preocupadas.
—No.
¡Dijeron que fue al pantano por la mañana temprano!
Shirley lanzó un suspiro de alivio.
Siempre que Vicente siguiera vivo, ¡aún había una oportunidad!
Creía que Vicente había ido al pantano para encontrar la hierba especial por culpa de lo que sucedió la noche anterior.
¡Tuvo suerte!
Shirley le dios las gracias a la mujer y regresó rápidamente a la mansión.
Esperaba poder encontrar a Vicente en el pantano y decirle que se escondiera durante un tiempo hasta que su padre resolviera el problema.
No era un hechicero, por eso solo tenía que sacar el libro mágico.
No obstante, ella sabía claramente que, como dama noble, era imposible que pudiera cruzar el pantano y encontrar a Vicente allí.
Quizás acabara perdiéndose allí.
Por lo tanto, estaba a punto de enviar a sus sirvientes allí antes de que supieran que los clérigos estaban persiguiendo a Vicente.
Iba a contarles a los sirvientes que Vicente era objetivo de venganza de algunos nobles.
Tan pronto como entró en el jardín en la mansión de su familia, una figura saltó.
—Shirley, ¿te gustan las flores?
¡Las encontré en el pantano!
—Vicente parecía bastante emocionado, esperando los elogios de Shirley.
En su mano, había un ramo de flores escarlatas.
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