Trono de la Arcana Mágica - Capítulo 903
903: Pasó 903: Pasó Editor: Adrastea Works Oliver, como un “guerrero” que había pasado por peligros fatales numerosas veces, no dejó que el miedo le impidiera moverse en el momento crucial.
Él retrocedió en diagonal subconscientemente y blandió su espada corta, intentando encontrar una manera de escapar.
Sin embargo, él era mucho más débil que el Capitán Grigra, quien aprovechó la longitud de su espada para agitarla sin parar, impidiendo que Oliver se acerque.
Este no podía sacar el mayor provecho de la espada corta ni resistir los ataques levantando esta última.
Clang, clang, clang.
Tras unos cuantos sonidos claros, la espada corta cayó al suelo, y la mano derecha de Oliver empezó a sangrar.
Sonriendo horriblemente, Grigra dio un paso hacia adelante e hizo un corte horizontal, reduciendo aún más el rango de acción de su oponente.
Después de un corto tiempo, Oliver se dio cuenta de que había sido acorralado.
Él tendría que enfrentarse a la espada larga destellante sin importar hacia donde se dirigiera.
«¿Voy a morir?» Cuando la espada larga lo alcanzó, su cabeza estaba nubló, y algo parecía estar saliendo de su cuerpo, haciendo que sus ojos se inyecten en sangre.
Él agarró subconscientemente lo único que tenía en las manos y lo alzó para protegerse de la hoja.
Pa.
Tras un ruido sordo, Oliver retrocedió nuevamente.
Él estaba apegado al frío muro.
Incluso más sangre brotó de sus dedos, tiñendo la vara azul de color rojo.
—¡Je je!
—A Grigra no le preocupó.
Oliver no pudo derrotarlo cuando tenía un espada corta, y era aún menos probable que lo hiciera ahora que solo estaba sosteniendo una vara extraña.
Lo único que lo hizo titubear fue que dicha vara parecía bastante valioso, y romperlo le haría doler el corazón.
No obstante, él pensó en la habitación llena de gemas y posibles objetos mágicos, y sus dudas se desvanecieron inmediatamente.
Después de todo, había muchísimos objetos valiosos.
¡Él podría permitirse la pérdida de la vara siempre y cuando matara a Oliver a tiempo y cerrara la entrada en caso de que otras personas compitan con él por los tesoros!
Tomando una decisión, él movió más lentamente su espada larga, apartó la vara y dio una estocada hacia el pecho de Oliver.
Al ver la brillante punta de la espada, este último sintió que el mundo entero se ralentizó, y que la espada estaba moviéndose hacia su pecho a la velocidad de un caracol.
Sin embargo, solo su mente poseía tal velocidad.
Su cuerpo era tan “lento” como la espada larga de Grigra.
Solo pudo observar la hoja atravesándolo, incapaz de hacer nada más.
«¿Voy a morir?
¡No quiero morir!» Un instante después, Oliver quedó atrapado en un extraño estado vacío.
Entonces, una cuerda pareció haberse roto en su mente.
A continuación, él sintió que algo se desbordó abrumadoramente desde su alma hacia la vara azul que tenía en las manos.
Crack.
Con un raro “chasquido” proveniente de la vara, Oliver sintió que había abierto una puerta, y su cuerpo entero quedó envuelto en un océano de diminutos rayos plateados de electricidad.
¡Crack!
¡Crack!
¡Crack!
Los rayos eléctricos que salieron de la vara impactaron los puntos vitales de Grigra sin encontrar obstáculos.
El rostro y pecho de este último se ennegrecieron inmediatamente.
Su espada larga golpeó el cuerpo de Oliver, pero no causó nada más que una herida superficial.
«Cómo puedo morir…» Sorprendido y confundido, él observó la corta vara delante suyo que todavía estaba chisporroteando antes de colapsar, sin fuerza alguna.
¡Él había confirmado hace mucho que Oliver no era un aprendiz mágico, así que no podría usar la vara corta incluso si est era un objeto extraordinario!
«¿Cómo sucedió?» Grigra murió con los ojos bien abiertos, lamentándose.
Sosteniendo la vara con ambas manos, Oliver respiró violentamente, con la espalda tan encorvada como la de un camarón.
El tenía un dolor de cabeza tan fuerte que casi chocó con el muro.
Después de un largo tiempo, él finalmente volvió en sí.
Procedió a levantar la cabeza lentamente.
Había un poco de sangre en sus ojos, fosas nasales y en un extremo de su boca.
«¿El poder espiritual de cuando me convertí en un aprendiz activó la vara?» Pensó él, confundido.
«¿Pero esta no debería tener una marca central?
¿Ha sido borrada?» Él negó con la cabeza y miró a Grigra, agarrando la vara con firmeza.
El temible capitán que siempre lo aterró estaba allí tirado, inmóvil, con el rostro oscurecido y los ojos bien abiertos.
Evidentemente, no podía estar más muerto.
Sin estar completamente tranquilo, Oliver se arrodilló y examinó el cuerpo de Grigra minuciosamente.
Tras confirmarlo, ´él observó la vara, confundido y extasiado.
«¿Es este el poder de la magia?» A continuación, él se calmó rápidamente.
Cerró la entrada y encontró una salida secreta.
Luego, puso los libros, objetos y gemas en el morral mágico dejado por los hechiceros y se retiró.
Aquello no se debió a que no quería quedarse allí para fortalecerse primero, sino a que no había comida en el lugar.
Moriría de hambre en un par de días.
Además, el noventa por ciento de los animales salvajes eran más fuertes que él, pero preferían atacarse entre sí.
…
Dos días más tarde, Fernando llegó hasta allí en busca de “Danza Histérica”, una organización que había evacuado el lugar.
Por lo que sabía, si bien el Ojo de Maldiciones había estado ocultándose recientemente, él aún no había admitido el fracaso, sino que fusionó varias organizaciones más pequeñas para compensar las pérdidas del incidente anterior.
Si no fuera por eso, él no tendría la más mínima idea de a dónde debería ir.
Naturalmente, no estaba enterado de la ubicación específica de Danza Histérica.
Solo al llegar a la zona y pasar la prueba de los hechiceros se le permitiría ingresar.
«Eh, aquí hay algunas trampas mágicas activadas.» Fernando se movió con cuidado por el suelo en lugar de volar por el cielo debido a la reciente locura de los vigilantes nocturnos.
Con su poder espiritual, él descubrió repentinamente una trampa evidente pobremente ocultada, lo cual sugería que fue montada por un principiante.
«¿Son estas las ruinas de algún hechicero?» El humor de Fernando mejoró inmediatamente.
No se debía a su avaricia, sino a que el “Congreso de la Magia”, habiendo sido formado poco tiempo atrás, carecía tanto de materiales como de dinero.
La Unión de Hechiceros sufrió las más grandes pérdidas en el incidente de Cocus.
Los dos presidentes sustitutos que no murieron se repartieron lo poco que tenía la organización y escaparon, dejando nada más que una Ciudad en el Cielo que seguía hecha escombros a Douglas y a Fernando.
Si no hubiera sido por el patrocinio de Hathaway, las visitas de Fernando a otras organizaciones habrían sido muy vergonzosas.
Así, él se detuvo y usó hechizos para investigar el entorno.
Tras confirmar su seguridad, él inició su intento de desactivación de la trampa mágica.
Aproximadamente media hora más tarde, después de un chasquido, la colina colapsó, revelando una puerta.
Después de una revisión minuciosa, Fernando ingresó volando con un entusiasmo ardiente, solo para descubrir que la mayor parte de las gemas, materiales y objetos ya no estaban.
—Llegué un poco tarde.
Si me hubiera topado con ese novato, definitivamente podría haberlo engañado…
Digo, llevado al Congreso —señaló Fernando, evidentemente lamentándose.
Basándose en los libros mágicos que se llevaron y en los rastros de batalla que quedaban, él concluyó por medio de adivinación que fue el novato con nivel de aprendiz el que se quedó con el tesoro.
…
Pastizales y bosques abundaban en el valle que estaba cubierto por una neblina difusa y errática.
Sosteniendo el grueso libro de lomo negro, Erica estaba leyendo, fascinada, y haciendo cálculos de vez en cuando.
«Así que nos encontramos en un planeta…
¿Es la gravedad la esencia del poder de la tierra?
¿Es el Elemento de la Tierra la fuente de la gravedad?
El planeta funciona de esta manera…
Tiene sentido que volvamos a tocar el suelo después de saltar…» Murmullos de comentarios y conversaciones resonaban alrededor de ella.
Los hechiceros estaban hablando sobre Principios Matemáticos de Filosofía Mágica con emoción y reflexión.
El libro alteró su entendimiento del mundo, haciéndolos sentir que nunca lo habían reconocido realmente.
Si no hubiera sido por el hecho de que el libro tenía una creatividad sin precedentes, el mundo cognitivo de varios de ellos se habría colapsado o consolidado, pero aún así, sintieron que su mentalidad había sido revitalizada.
«¿El mundo es así?
¡El mundo es así!» Al levantar la vista y observar las estrellas más allá de la neblina, a ellos les parecía ver las trayectorias de los misteriosos astros.
¡Todo pasó a estar bajo control!
Erica leyó durante cierto tiempo antes de bajar el libro y frotarse la cabeza como si hubiera quedado exhausta.
¡Era demasiado doloroso leer el libro, particularmente cuando uno no tenía el conocimiento suficiente!
Douglas le enseñó cálculo una vez en el pasado, pero solo lo hizo para sentar una base, y varios detalles aún le eran desconocidos.
Así, le resultó terriblemente difícil aprender Principios Matemáticos de Filosofía Mágica.
Ella intentó escribirle a Douglas solo para descubrir que no era posible contactarlo.
Al ver que Erica se estaba frotando la cabeza, los hechiceros a su alrededor se le acercaron como conejos y le rogaron: —¡Erica, es momento de que nos enseñes cálculo!
—¿Cómo crees que debería resolverse esta pregunta?
—¿Debería este modelo mágico ser procesado con el cálculo?
Sus interrogantes fastidiaron los oídos de esta como si fueran moscas revoloteantes, haciendo que se molestara aún más.
Sin embargo, cuando ella vio la sinceridad en sus rostros, su corazón volvió a suavizarse.
Le era posible aprender del libro por su cuenta con el conocimiento básico de cálculo, pero ellos no tenían la menor idea de este y solo podían leer el contenido relacionado a la gravedad.
Al mismo tiempo, no pudo evitar sentirse extremadamente orgullosa.
Varios de ellos eran hechiceros de rango superior mucho más poderosos que ella, pero tenían que pedir su guía.
Incluso el Señor Atlant le preguntó sobre el cálculo un tiempo atrás.
¡Este último era verdaderamente un avance que cambió paradigmas en las matemáticas!
Erica miró a su alrededor y repentinamente sintió un placer intenso e incontrolable.
Tras la caída de Aalto, sus compañeros habían estado tan adormecidos y atormentados como criaturas no muertas, pero Principios Matemáticos de Filosofía Mágica fue como un faro durante la noche que ahuyentó la oscuridad y la desesperación, volviendo a llenarlos de expectativas.
«¡No se debió a que la magia no era lo suficientemente poderosa, sino a que no habíamos hecho suficiente!
¡Nuestro entendimiento sobre este mundo era demasiado pobre!» Donde había esperanza, la sucesión de la magia nunca se detendría.
Los labios de Erica se curvaron y, molesta y alegre a la vez, ella comenzó a enseñare cálculo a sus compañeros.
En aquel momento, un hechicero se acercó volando y le habló a un archimago que se encontraba en medio de la multitud, formulando preguntas: —Señor Presidente Sustituto, un hechicero de rango superior llamado Fernando está solicitando reunirse con usted en la cabaña.
Él ya ha pasado la prueba.
¿Desea que lo deje pasar?
Antes de que el archimago respondiera, Erica se puso de pie abruptamente.
—¿El Señor Fernando?
¡Él es muy bueno en el cálculo!
¡Esas eran las palabras del Señor Douglas!
La mayoría de los hechiceros no sabían que este último ya se había convertido en una leyenda.
—¿Qué?
¿Es muy bueno en el cálculo?
—Apenas ella había terminado su oración cuando los hechiceros del valle salieron corriendo y desaparecieron, dejando solo al hechicero que llegó a comunicar el mensaje y a Erica frente a frente, estupefactos.