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Un nacimiento, dos tesoros: el dulce amor del billonario - Capítulo 978

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978: 978 Puede que Mami la Perdone, pero yo no lo Haré 978: 978 Puede que Mami la Perdone, pero yo no lo Haré Editor: Nyoi-Bo Studio Después de reflexionar por un momento, ella preguntó tentativamente: —¿Sabes que le gustas a tu sobrina?

—¿Mmm?

—El hombre no reaccionó a su pregunta inicialmente y sólo levantó una ceja, pero cuando se dio cuenta de lo que ella le estaba preguntando, cayó en silencio.

—¿Sabías sobre ello?

—Ella insistió.

—¡Sí!

—¡¿Lo sabías?!

—La sorpresa coloreó sus ojos.

—No es cariño, es…

—¡Sé lo que quieres decir!

Él tenía el ceño muy fruncido.

¡¿Esta estúpida mujer cree que soy tan estúpido como ella?!

¡Por supuesto, sabía de los sentimientos de su sobrina por él!

Sin embargo, ella estaba un poco desconcertada.

¿Él lo sabía, aun así, había reaccionado de esa manera?

Resoplando infelizmente, ella refunfuñó: —¡Hay tantas mujeres que te quieren!

Él le echó una mirada de reojo ante ello.

¡Parecía que también había un buen número de hombres a su alrededor!

Sin embargo, cuando vio un poco de desagrado en su cara, sus labios se arquearon en una sonrisa.

—¿Qué?

¿Estás celosa?

Ella se mordió el labio inferior y se negó a contestarle.

La presión de su mano aumentó un poco, hiriéndola deliberadamente por su reticencia a hablar.

—Respóndeme —exigió.

Estaba furiosa.

—¡No te pases de la raya!

—le respondió impaciente.

Levantó la cabeza, y encontró el bello rostro del hombre inclinado hacia ella mientras le cubría los labios con los suyos para inhalar su dulce aliento.

A diferencia de sus habituales y agresivos ataques para devorarla, en aquella ocasión, plantó suavemente un beso en su boca y en el punto herido que tenía en la esquina de ella, antes de pasar a darle un beso en la frente, en la nariz, en las mejillas y, finalmente, los labios de nuevo.

Sus besos se hicieron más y más profundos.

Ella obstinadamente cerró su boca para bloquear su invasión, pero él incrementó la presión de su mano y aprovechó su jadeo para respirar debido al repentino dolor para invadir su boca.

Él deseaba reclamarla.

Sin embargo, ahora no era el momento adecuado para ello.

Lo que ella necesitaba era descansar en ese momento.

Con ese pensamiento en mente, ¡refrenó sus lujuriosos deseos y sofocó el fuego en sus ojos!

La dejó descansar temprano una vez que terminó de aplicarle la medicación.

Aparentemente, la absurda “pelea” de esa tarde la había agotado, ya que se desplomó tan pronto como su cabeza tocó la almohada.

Después de cubrirla con una manta, salió del dormitorio.

Youyou había terminado de preparar la cena, y cuando vio a su padre en la sala, se acercó corriendo y le preguntó: —¿Cómo está mami?

—¡Está dormida!

Alargó la mano y frotó suavemente el pelo del niño.

—Sé bueno y no la molestes; déjala descansar un poco más.

—¡Si!

El niño de repente frunció el ceño.

—Papá, ¿sabes lo que pasó esta tarde?

—Tengo una clara idea de ello —respondió.

Pensando en lo que había visto al volver a casa esa tarde, sus ojos brillaron fríamente.

—¿Quién es ella?

Notando la mirada asesina de su hijo, el hombre tenía miedo de lo que el chico haría si averiguara quién estaba involucrado…

A pesar de que su hijo tenía la apariencia de un elegante y pequeño caballero, el chico era conocido por hacer cosas locas una vez que era provocado.

—No te molestes con este asunto; yo mismo me ocuparé de ello —dijo, en cambio.

Haría que su sobrina se disculpara con su mujer en persona.

—¿Cómo lo manejarás?

—preguntó el chico de repente, como si insinuara que no deseaba que las cosas se arreglaran tan fácilmente.

—¡Esto no es algo que pueda resolverse con una simple disculpa!

Incluso si mamá la perdona, ¡yo no lo haré!

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