Un Rudeus diferente - Capítulo 250
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Capítulo 250: El elfo oscuro.
— Denme ese cristal y no habrá problemas — dijo el elfo, mientras de pronto el salón se convertía en un gran bosque.
— ¡Qué lindo truco! — dije, lanzando distorsión mágica y le anulé ese hechizo.
— Magia en silencio ¡impresionante! . Creí que solo yo podía hacerla en esta época. Hace siglos que no conocía a alguien que pudiera hacerla. Bien, no quiero pelear, solo denme ese cristal y larguense. Última advertencia — nos dijo el elfo.
— ¿Y por qué tendríamos que dártelo? ¿Qué pretendes con el ? — le dije.
— Eso no es de tu incumbencia, humano — dijo mientras sus ojos se dirigían a Elinalise.
— Vaya, una alta elfa. Creí que Era el último — dijo el elfo.
Elinalise se quedó ahí parada, sin saber qué hacer, mientras adoptaba una postura defensiva.
— Bien, esto es estúpido — dijo Alek, lanzando un rápido ataque que dio de lleno al elfo. Sin embargo, este se volvió polvo cuando lo impactó.
— Jajaja, ¡pero qué debilucho! Eso fue todo — dijo Alek. Cuando, de pronto, desde un lado le lanzaron una veloz lanza de hielo que Alek esquivó.
— ¡Sal de ahí y pelea limpio, cobarde! — le gritó Alek.
— Como quieras — dijo el elfo, saliendo tras nosotros, dejándonos con los ojos abiertos mientras se lanzaba contra Alek con una velocidad aterradora, mientras se enfrascaban en un combate de esgrima.
— No dijiste que era un cobarde que siempre huía — le grite mientras combati aczca con el Elfo.
— Sí, siempre huyó. Creo que le crecieron las bolas — me dijo Alek con una sonrisa , mientras lanzaba un veloz ataque que dio de lleno al elfo, quien volvió a deshacerse en polvo.
— ¿Qué demonios? ¿Qué magia es esta, Rúdeus ? — me Gritó Alek.
— No tengo idea. Es magia de ilusión, y pareciera que sus dobles los hace de arena.
— Rudy, es magia negra — me dijo Roxy, que se aferraba a su báculo.
— ¿No dijiste que eso le daba nuevas almas a cadáveres?
— Hay muchos tipos de magia negra que le dan vida a objetos inanimados, son como espíritus, pero en ves de maná usa magia de tierra combinada con magia negra, tengan cuidado, no es cualquier oponente, nos dijo Roxy .
— ¿Y dónde demonios está el enemigo entonces ? — nos dijo Alek.
— No lo sé.
— Pero cada doble del elfo que aparece puede usar esgrima y magia — dije.
—Ya les dije, solo denme el maldito cristal y larguense —nos dijo una voz, como si nos hablaran a lo lejos.
—¡Rúdeus, cuidado! —gritó Eris, quien lanzó una espada de luz sobre sobre mi posición y corto al elfo que me atacaba desde arriba por la mitad . Sin embargo, pasó lo mismo: se volvió polvo.
—Esto es estúpido, Aun lado , distorsión mágica —dije, lanzando el hechizo nuevamente, pero esta vez con aún más maná . En un instante Nos vimos rodeados por cientos de elfos a nuestro alrededor.
—!Imposible! . Bien, si quieres jugar sucio… ¡Silphy! , haz un refugio y mantén a todos calientes con magia de viento y fuego —dije, mientras todos se refugiaban con Silphy.
—Tú también ve, Alek.
—Puedo soportarlo.
—Si puedes, pero quedarás destruido y tardarás días en regenerarte, idiota. Ya ve al domo y protege a los demás, le dije .
—Está bien —dijo, entrando al domo, mientras los cientos de elfos invocaban en silencio cañones de piedra.
—¡Tomen, esto! ¡Cero absoluto! —grité, lanzando el hechizo comprimido, convirtiendo el domo en escarcha .
Cuando el hechizo terminó, a menos de medio metro de mi cuerpo había cientos de cañones de piedra congelados en el suelo que el tipo me había lanzado, y todos los elfos estaban congelados. Los destruí con la espada de luz, dejando una nube de niebla.
—¡¿Ya se terminó, Rudy? ! —escuché un grito de Silphy.
—Quédense ahí, voy a disipar la niebla con magia de aire —dije. Sin embargo, entre la niebla, el elfo vino sobre mí y me dio una certera patada en el rostro, tirándome de cabeza al piso. Rápidamente, con mis manos amortigué mi caída, di una voltereta con ayuda de magia de gravedad y lo golpeé en el rostro. Mientras el elfo también usaba magia de gravedad y retomaba su posición, rápidamente se ocultó en la niebla. Cuando la disipé, no estaba por ningún lado.
—¡Todo bien, Rudy? Me dijo Roxy .
—Papá,protejan a las chicas Ghislaine Eris cuiden la retaguardia . Alek, ¿ves algo? —le pregunté.
—Se mueve entre las sombras.
—¿No te parece raro todo esto Alek ? —le dije.
—¿A qué te refieres?
— Ese tipo tiene nivel suficiente para enfrentarnos. Orsted nunca dijo que tuviera ese poder, decía que era un tipo inofensivo, esto no es nada inofensivo .
— Bueno, es un elfo, seguro entrenó por siglos.
— Ah, sí. Elinalise y los elfos del Bosque tienen cientos, y algunos miles de años, y no son tan fuertes, le dije .
— Es solo su magia de ilusión. Relájate, acabaremos con él, me Dijo Alek con confianza .
— Algo está mal aquí, Alek. Ten cuidado, le dije.
— Uuuf, tranquilo, nada nos pasará… —dijo justo en el momento que el elfo nos lanzó desde el techo de la bóveda cientos de cañones de piedra.
— Distorsión mágica —dije, eliminando sus hechizos, mientras él se hacía polvo y desaparecía nuevamente.
—¿Qué está pasando? ¡Jamás vi esa magia, Rudy! —me gritó Roxy qué sostenía su báculo con fuerza .
— ¿Se estará teletrasportando? —dijo Eris.
— No, se necesita un círculo mágico para ello. Son como marionetas creadas con magia de tierra, que arma y desarma a su voluntad. Es un mago increíble —dije con una sonrisa.
— ¡Cuidado! —dijo Papá, sacando su espada, mientras el elfo lanzaba un ataque mágico a su posición. Sin embargo, lo maté con la Espada de la Previsión, o eso creo; mismo resultado, se convirtió en polvo.
— ¡Ya estoy harta de esto! —dijo Eris.
— ¿Puedes verlos, Ghislaine? —le pregunté.
— No lo huelo ni lo puedo ver. Aparece y desaparece a su voluntad.
— Maldita sea, está en otro lugar. El maldito se proyecta a sí mismo con una mezcla de magia de tierra y magia de ilusión. ¡Maldita sea! Ahora es cuando necesitábamos a Cliff —pensé.
— Jajajajajaja… —escuchábamos como reía el elfo desde todos lados del domo, era como Si tuviera parlantes en cada rincón .
— ¡Esto es estúpido, Rudy! Despliega un pergamino y teletrasportémonos a la salida, me dijo Roxy .
— Sí, buena idea —dije, desplegando uno; pero al momento de teletrasportarnos, llegamos al mismo lugar.
— ¿Qué demonios está pasando? —dijo Silphy asustada.
— No lo sé. Salgamos por la puerta —dije mientras corríamos a la salida; pero al abrirla, llegamos al mismo lugar, el mismo domo con la misma puerta cerrada más allá, y tras nosotros una pared de roca . Volvimos a correr y llegamos al mismo sitio.
— Esto es Magia de ilusión nivel Santo —dije.
— Pero distorsionaste su magia, Rudy —me dijo Roxy.
— Bien, calmemonos. Él también sabe distorsionar magia; seguramente me lanzó el mismo hechizo desde donde quiera que esté, y solo me hizo ver lo que yo quería.
— Jajajajajaja… Ustedes nunca van a poder salir de aquí. Están atrapados en el laberinto para siempre. Ahora, entreguen a Rostelina y los dejaré largarse.
— ¿Quién carajos es Rostelina? —le dije.
— Un cristal legendario. Tenía el poder para reponer el maná; quien lo posea jamás perderá su fuerza vital. Ahora, ¡denmelo!
— Es solo un cristal común, con alta cantidad de maná, idiota, le dijo Alek .
— ¡¡DAMELO!! —gritó el elfo, que salió entre una pared a toda velocidad mientras nos lanzaba magia de un fuego púrpura y nos atacaba con la espada. Sin embargo, Alek le cortó la cabeza, pero mismo resultado.
— Maldita sea, ¡sal y pelea como un hombre, maldito cobarde! Dijo Papa perdiendo los estribos y disparando con su arma cañones de piedra a la paredes.
De pronto, Paul salió volando y aterrizó a nuestros pies y el elfo le había cortado una pierna a Eris a la altura del muslo. Sin embargo, Eris lo cortó por la mitad , haciéndolo polvo.
— ¡Hijo de puta! —dijo Eris, curándose con un hechizo básico de curación.
— Papá, ¿estás bien? —le dije, ayudándolo a ponerse de pie.
— Sí, ni siquiera lo escuché caminar. Apareció como un fantasma. Esas copias son una molestia.
— Eres un cobarde. ¡ te Encontré y te mataré , soy Aleksander Kalman III, el Dios del Norte! ¡En nombre del Dios Dragón, voy a matarte!
— ¿El Dios Dragón? Ya veo, así que son sus secuaces. No tengo nada contra él; sin embargo, si no me dan a Rostelina, morirán —decía la voz alrededor nuestro.
De pronto, el domo empezó a cambiar de forma, y esta cambió a la sala del Guardián del Laberinto de Lapam, y frente a nosotros estaba la Hidra manarita. Cuando miré hacia atrás, Paul, Elinalise y Roxy estaban pálidos.
Tranquilos, eso no es real. Es una ilusión, papá. Roxy, Elinalise es una ilusión, les repetí, pero eso no pareció calmarlos en especial a papá que temblaba.
— Viene hacia a nosotros — gritó Silphy mientras Ghislaine daba un gran grito y se abalanzaba sobre esa cosa.
— ¡Distorsión mágica! — grité lanzando el hechizo, pero este se deshizo cuando llegó a la Hidra. Más allá de ella había un cristal con mamá dentro.
— ¡Zenith! — gritó Paul abalanzándose sobre la Hidra.
Rápidamente llegué a él y lo detuve mientras caíamos al suelo .
— ¿Qué demonios haces? Rudy, Zenith está ahí.
— No lo está, ella está afuera con las chicas. Es una ilusión, cálmate, es una trampa, le grité .
— ¿Cómo sabes que ese maldito no las capturó? Dijo papá tomándome de mi túnica.
— No puede, Leo está con ellas, además de Norn y Aisha. Relájate, es una ilusión, quedate aquí, le dije .
— ¿Y cómo es que este ser sabía de esto? Pregunto Elinalise.
— Es como Vita, tal vez nos poseyó.
¡Quietos! — dije mientras llegaba con Kalman hacia donde estaba la Hidra, a la cual Eris y Ghislaine le habían cortado la cabeza con suma facilidad mientras yo quemaba sus muñones. Cuando la matamos, esta se deshizo, como arena, lo mismo que el cristal donde está mamá.
Cuando llegamos con los demás, rodeamos a Silphy y Roxy mientras mirábamos hacia todos lados mientras la ilusión volvía a desaparecer, dando lugar al dojo donde matamos a la Gorgona.
— No entiendo, ¿qué se supone que está pasando? — dijo Silphy.
— No lo sé, no tengo idea de magia negra ni de magia de ilusión. Vita me atacó así en la batalla de Biehiril, me hizo ver cosas que no eran reales, le dije .
— ¿Y cómo lo mataste? — me preguntó papá.
— No lo maté, fue el anillo de Laxus.
— Oh, genial. ¿Qué esperas para matarlo entonces ?, me dijo Paul.
— El anillo de Laxus se destruyó cuando mató a Vita, le dije.
Genial, ¿Y Cómo demonios salimos de esto? Dijo Ghislaine.
— Esto es diferente. Vita me poseyó y me hizo dormir, ahora estamos despiertos, o eso creo. Él juega con nuestros miedos, la Hidra, es el miedo tuyo papá .
— ¿Tu A qué le temes, Alek? — pregunté.
— A nada.
— No te hagas el valiente, idiota.
—¡ Rúdeus! — escuché de pronto. Que Ghislaine me gritaba a mis espaldas. Cuando volteé, Eris corría hacia Orsted, que estaba ahí, conmigo cuando tenía 12 años, agarrándolo del cuello y atravesando mi corazón con su mano .
— ¡Detente, Eris! ¡Yo estoy aquí! — le grité, pero Eris se abalanzó sobre Orsted y lo cortó por la mitad, y este se deshizo en polvo, mientras Eris tomaba el cuerpo muerto de mi yo de 13 años y lo acunaba en sus brazos.
— ¡Rúdeus, por favor despierta! — gritaba Eris mientras lloraba.
— Eris, Eris, ¿qué demonios te pasa? ¡Yo estoy aquí! — le grité, algo que hizo que Eris reaccionara.
— Rúdeus, estás vivo — me dijo volteando a verme mientras el cuerpo que sostenía se volvía polvo . Cuando lo hizo, por una pared y como un fantasma apareció el elfo con su espada listo para cortarle la cabeza a Eris; sin embargo, lo maté con una espada de luz.
El elfo cayó sangrando y retorciéndose en un charco de sangre.
— ¿Lo mataste? — preguntó la gata, pero de pronto el elfo dejó de convulsionar, me miró y sonrió antes de hacerse polvo.
— Eris, está bien, amor.
Ella me abrazó y lloró.
— Pensé que había muerto de nuevo.
— No, tranquila, eso pasó hace mucho. ¿Por qué reaccionaste así? Si sabías que estaba a tu lado, y ya no soy un niño.
— Lo sé, lo siento, es que se sintió tan real .
— Él está jugando con nuestros miedos más profundos — dijo Roxy, que de pronto dio un gran grito. Cuando volteé, vi a un ejército de superds con cara de maniáticos corriendo hacia ella, aunque se veían con colmillos y una actitud como animales, nada que ver como es Ruidjerd. Rápidamente los maté a todos con cañones de piedra.
— Ya, tranquilas — dije mientras Eris y Roxy se sentaban juntas. El desgraciado las había atacado con sus traumas más profundos, lo mismo que a Paul, que si bien aún estaba de pie, estaba desconcertado.
— Mamá, mamá ayúdanos — escuchamos dos voces desde la oscuridad, al voltear desde donde venían las voces salieron Laws y Clive, ambos de la mano.
Elinalise los miró y empezó a correr hacia ellos.
— ¡Maldita sea, Silphy, deténla! ¡Es una ilusión! — grité mientras Silphy corría tras Elinalise y la tacleaba, cayendo ambas al suelo.
— Suéltame, Silphy — decía Elinalise tratando de sacarse del agarre de Silphy, mientras un ataque venía hacia ellas, pero Silphy desvió el hechizo y destruyó la ilusión con magia de agua.
Paul y Ghislaine llegaron con Elinalise y cubrieron su retirada, mientras la elfa rompía en llanto.
— Él está jugando con nuestras mentes — dijo Ghislaine—. Recién me hizo escuchar los gritos de Phillip y Lady Hilda que me pedían ayuda. Gritaban desde las sombras, es una trampa; no estaba su aroma ni sentía sus presencias ahí.
— Claro, tus sentidos, maestra. ¿Puedes oler dónde está el elfo?
— No puedo olerlo, Rúdeus. Es como si no existiera.
— Ahora si que nos hace falta Zenith, ya que ella sabía magia divina intermedia — dijo papá.
— Silphy, mantente en la retaguardia con Roxy y… ¡Silphy, ¿dónde vas? — dije.
Cuando me di cuenta, Silphy iba a toda velocidad a donde estaba una ilusión mía besándose con Rinia y Purcena al mismo tiempo.
— ¡Ven aquí! — le gritó Eris, que salió corriendo tras ella y logró atraparla.
— ¡Las voy a matar, gatas rompehogares! — gritaba Silphy pataleando mientras Eris la arrastraba de regreso con nosotros.
— Eso fue raro — dijo Kalman, mirándome con una burlesca sonrisa .
— Sí, ni que digas, dije haciéndome el tonto .
De pronto, el escenario cambió, y estábamos en el borde del abismo del Wyrm de tierra en Biheiril , mientras el frío nos azotaba.
De pronto, Alek corría hacia alguien vestido con una armadura dorada.
— ¡No, Alek, espera! ¡Es una trampa ! — grité, pero Alek ya estaba encima de él cuando llegó volando hacia nosotros.
Cuando vi la armadura, era mi armadura dorada; sin embargo, quien la portaba era Orsted.
— Jaja, así que tu miedo soy yo y Orsted — le dije sonriendo, mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
— Cállate, no es miedo. ¿No entiendes? , debemos vencer nuestros traumas. Esa Hidra casi mata a tu padre; el trauma de Eris es tu muerte cuando eran niños; el de la elfa fue perder a su hijo y teme que le pase lo mismo con Clive; el de tu esposa demonio son los Superds, o como se veía como su mente de niña los representó; tu esposa elfa, por alguna razón, su trauma son las feráles .
— Sí, bueno, fueron mis novias, no te hagas el idiota, estoy seguro que Aisha te contó la historia.
— Jajaja si. Pero creo que Ya entiendo . Y mi trauma fue perder mi título de séptima potencia en tus manos y la paliza que me dio Orsted.
— Creí que ya no nos odiabas, le dije .
— Claro que no, Rúdeus, pero estamos en una ilusión conjunta; debemos derrotar a cada uno de nuestros profundos traumas y miedos para salir de aquí, ¿entiendes?
— ¿Tú cómo sabes eso?
— Mi abuelo, Kalman, se enfrentó a un monstruo guardián que hacía esto en un laberinto junto con otros espadachines : lo sumergía en una ilusión, una pesadilla, y te mataba mientras estabas ahí dormido . Sin embargo, el trauma de mi abuelo no era Laplace, ya que estaba inconsciente en la batalla final; el trauma de mi abuelo era Atofe, mi abuela, quien lo derrotó en varias batallas cuando aun era casi un niño. Sin embargo, cuando este monstruo los atacó , mi abuelo ya se había casado con la reina demonio y obviamente no le temía , y se dio cuenta de que era imposible que fuera ella, así despertó de la magia de ilusión, ¿entiendes?
— Creo que sí. Entonces, ve y mata a ese maldito para despertar, le dije .
— Lo haré, pero aún no aparece tu trauma. Cuando aparezca, destrúyalo, me dijo .
— Está bien — dije mientras Kalman saltaba sobre Orsted con mi armadura y lo partía por la mitad. En ese momento, Alek y toda mi familia se hicieron polvo, quedando solo yo en ese lugar.
— ¿Qué pasó? ¿Dónde están todos? — dije, pero nadie respondió.
— Wuajajja, jajaja, Wuajajja.
Cuando volteé hacia la risa, vi al dios de la lucha con Geese sentado en su hombro.
— ¡Hola, jefe!
— Jajajaja, ya pasé por esto, elfo. Geese está muerto y Badigadi está sellado, esto no me sorprende — dije.
En ese momento, Badigadi corría hacia mí a toda velocidad, pero no era él, porque lo corté por la mitad con la espada de luz con suma facilidad.
— Linda ilusión, pero el Dios de la lucha no es tan débil, imbecil, le grite al elfo qué aun no aparecía .
— ¿Todo bien con tu familia? El hombre-dios siempre te está mirando — me dijo Geese con una sonrisa, pero lo aplasté con gravedad, haciéndolo explotar en carne y vísceras, las cuales se volvieron polvo.
— Ya veo, tú y el dios del norte son fuertes. Y Esa feráles difícil de engañar, su olfato es un fastidio — dijo de pronto una voz.
— ¿Dónde están los demás? Pregunté.
— Jajaja, ellos se fueron. Los enviaste a la salida con tu pergamino de teletransportación, solo te dejé aquí conmigo en esta ilusión .
— Dices que todos eran un sueño.
— Así es. Ahora dame ese cristal, o nunca saldrás de aquí.
— ¿Quieres poder? ¿Eres un apóstol? Le dije.
— Jajaja, yo jamás serviría a ese horrendo ser del dios humano, me dijo .
— ¿Y por qué mierda nos atacas, imbécil?
— Ese no es tu problema. Los problemas de este mundo no me importan, solo dame el maldito cristal d eu a vez , esa es mi misión.
— ¿Tu misión es encontrar un cristal?
— Mi misión es encontrar a Rostelina, el cristal que, al poder para recargar tu maná, hará de tu magia y aura de batalla algo infinito.
— ¿Sabes que? , en ese caso, me lo llevaré. Si es como dices, podría recargar el mana de Orsted y matar a Laplace con facilidad en el futuro, dije .
— No me interesan tus malditas maquinaciones, dámelo, me ordenó el elfo .
—este si quieres te doy, dije llevándome las manos a los genitales. ¿Para qué lo quieres de todos modos , te lo envió el dios humano?
— No, solo dámelo de una vez.
— No te creo. Si este cristal es como dices que es, y cae en manos de nuestros enemigos, estaremos en graves problemas. Si se lo llevo a Orsted, el mundo vivirá en paz por milenios — dije.
— Última advertencia, humano.
—Te Tengo una propuesta: únete a nosotros. Contigo de nuestro lado, Laplace y el dios humano serán derrotados, le dije .
— No me interesa, ni el Dios Demonio ni el Dios dragón, sus malditas rencillas no son mi problema.
— En ese caso, deberé acabar contigo. Eres una amenaza a la seguridad del mundo, le dije sacando mi sable.
— Tú lo quisiste. No me gusta matar gente, pero debo destruirte — dijo el elfo, que desapareció, y de pronto me vi en una enorme ciudad: era Tokio, la misma calle donde fallecí.
— Jaja, maldita sea, hijo de puta, ¡espías en mi mente! — De pronto vi a Nanahoshi ahí parada con sus amigos mientras veía el camión acercarse a ellos.
— ¡Nana! — grité corriendo hacia ella mientras ella me miraba y trataba de correr hacia mi , pero el camión fue más rápido y los embistió, matándolos en el acto.
— ¡Noooo, Nanahoshi! — dije llegando a su lado y tomando su cuerpo. Cuando la volteé, era Silphy, con un brazo menos y una gran cicatriz en su cara. Di un grito y me puse de pie. Cuando miré hacia arriba, vi a Luke, Kleene, Elmore y Ariel crucificados.
— ¡Noooo, Ariel, Silphy, Noooo!
No, no, no Cálmate, es una ilusión — dije para mí mismo cerrando los ojos , cuando de pronto escuché la voz de Roxy que me llamaba desde su habitación en mi casa, en la que aparecí . Cuando entré, todos estaban ahí llorando, y Roxy estaba muerta, con su cuerpo convertido en cristal hasta su pecho, mientras Lara lloraba mientras la abrazaba.
Empecé a caminar hacia atrás conmocionado por ver eso , y Lara me miró mientras aún lloraba.
— Sabes qué hacer, papá. No tengas miedo — me dijo.
Me di media vuelta y vi a Eris muerta mientras Atofe le enterraba una espada en su corazón. Tomé mi espada y decapité a Atofe, quien aún se reía como una maniática en el piso. Pisé su cabeza y la reventé.
— Debo salir de aquí — dije para mi mismo — Mi familia está bien, ellos están afuera. Si puedo llevar ese cristal a Orsted, la guerra se acabó antes de empezar — pensaba.
— Tienes unos miedos muy raros — me dijo la voz del elfo.
— Así es, y ya los superé. Derroté a todos los que amenazaron a mi familia. Ahora sácame de aquí o tu también morirás — dije, lanzando Distorsión Mágica, pero no funcionó.
— Jajajajajaja, ya te dije, nunca saldrás de aquí, Rúdeus Greyrat. Te quedarás aquí eternamente vagando en esta pesadilla hasta que tu cuerpo se marchita y y mueras mientras las bestias se alimentan de tu carne descompuesta
—¡Aparece, maldito! Grite mientras la electricidad recorría mi cuerpo — De pronto todo cambió y me vi en el gran bosque nuevamente. Estaba en la aldea Doldia mientras los secuestradores trataban de matar a los guerreros y llevarse a las niñas. De entre ellos apareció Gallus, al cual maté de un solo tajo.
— Estás bien, Rudy — dijo de pronto papá que aprecio de la nada, el cual de pronto abrió mucho los ojos, y en su pecho una gran espada lo atravesaba, y tras él, Kalman III con una cara distorsionada como un maniático.
— ¡No, papá!
¡Hijo de puta! — dije, lanzándome sobre él, pero me atacó usando Fractura de Gravedad, la cual me tiró varios metros mientras mis huesos se rompían. Me lancé Curación, mientras me ponía de pie y sacaba el sable de hoja negra, mientras Kalman corría por el bosque mientras lo perseguía.
— Te voy a matar, infeliz, le gritaba .
— Tú no eres nadie, Rúdeus Greyrat. No eres un héroe. Te mataré a ti, a tu familia y a todo el ejército de Orsted, y seré el héroe más grande de la historia.
Lo alcancé y nos trabamos en un combate cercano, pero cada ataque de espada y de magia era desviado por el enorme poder de Kajakut.
— ¡En mi mano derecha una espada, en mi mano izquierda una espada! ¡Con estas manos tomaré incontables vidas, ofreceré cien millones de muertes! ¡Fractura de Gravedad! — dijo Alek, lanzándome su ataque, el cual bloqueé con distorsión mágicas y mi espada , mientras él huía hacia la aldea Superd. Cuando llegó ahí, había decapitado a Ruidjerd y Norn, mientras reía. Traté de alcanzarlo, pero esa maldita espada desviaba todos mis ataques.
Corrí a toda lo más rápido que pude , y cuando lo encontré tenía a Aisha tomada del cabello, la cual gritaba por mi ayuda.
— ¿Qué te pasa imbecil ? Es Aisha.
— ¡Ella me importa un mierda ! — dijo, atravesándola con Kajakut y asesinándola en el acto.
De pronto, mis esposas estaban ahí, mientras atacaban a Alek con magia, y Eris con esgrima. Lo llevamos a un rincón, pero el poder de la espada era tremendo, aún más de lo que recuerdo. Eris lanzó la Espada de Luz, solo para ser cortada por la mitad por Gal Farion, que también estaba ahí y apareció de la nada, quien también se lanzó a matar a Silphy y Roxy. Pero lo atrapé, estrangulándolo hasta hundir mis dedos en su cuello y le arranque su cabeza con mis propias manos. Cuando miré a Silphy y Roxy, Alek las había asesinado.
— ¡Voy a matarte, hijo de puta! — grité, lleno de ira. Alek nuevamente huyó por el bosque, y cuando llegué a un claro del bosque, estaba Nanahoshi cuidando a nuestros hijos, junto con Ariel y mis madres. No alcancé a llegar cuando Alek las mató, y tenía a mis niños a su merced.
— ¡Ahora, Dios del Cauce, no te dejaré nada! ¡Todo por lo que luchaste y a todos quienes amaste ya no existirán, nunca!
— Te voy a matar estúpido hijo de mil putas — dije.
— Jaja, vamos, ven, hazlo si puedes — dijo sonriendo. De pronto, Ars, Lucy, Edward y Siegh enterraron sus espadas en la espalda de Alek, quien cayó de rodillas.
— ¡Mátalo, papá! ¡Hazlo! — me decían—. ¡Venguemos a nuestros abuelos y a nuestras madres! ¡Mata al maldito! Me grito Lucy — Me empecé a acercar a él con cara de odio y mi sable desenfundado.
(…)
Mientras, en el domo, el resto del grupo despertaba.
— Estamos en el domo — dijo Paul.
—. Así es, pero no puedo moverme. ¿Qué demonios…? Abuelita ¿estás bien? Preguntó Silphy.
— Sí, yo tampoco puedo moverme.
Y así, nadie se podía mover. Estaban todos de pie, y el elfo oscuro estaba ahí con los ojos cerrados emitiendo mana púrpura , y Rúdeus aún estaba dormido.
— Alek, ¿puedes moverte?, le dijo Paul.
— No puedo. No sé qué demonios… — dijo Alek. De pronto, Rúdeus giró, sacó su sable y se dirigió directo hacia Alek mientras la electricidad recorría su cuerpo.
— ¡Reidar, qué sucede? ¡Espera, qué haces!, gritaba Alek.
— ¡Rudy, despierta! — gritaba Silphy, pero no reaccionaba. Eris le lanzó un escupitajo directo a su ojo tratando de despertarlo, pero Rúdeus venía contra Alek.
— ¡Maldita sea, despierta, Rudy! — gritó Paul.
(…)
Él estaba a mi merced, e iba a morir. Lo voy a matar al hijo de puta — decía mientras los niños me pedían que vengara a sus madres. Cuando iba a decapitarlo, miré a Lara, la cual, por alguna razón, me sonrió. Ella aprendió a hablar a los 3 años, casi 4. Ella siempre supo cosas, como esa vez que le pidió a Roxy que me acompañara a Shirone.
Tomé el sable y lo subí para decapitar a Alek. De pronto sentí que una gota de agua mojaba mi rostro , me di vuelta, y tras de mí estaba el elfo. Sin dudarlo, corté hacia atrás. Cuando abrí los ojos, estaba en el domo y todo nuestro grupo estaba ahí, y estaba frente a Alek muy cerca, el cual me miraba pálido.
— ¡Rudy, tras de ti! — me gritó Roxy, y corté sin pensarlo. Le di un tajo al elfo por la mitad, el cual abrió mucho los ojos.
— Ahhh, bien hecho, Dios del cauce — me dijo, y se convirtió en cientos de pequeñas esferas de luz. Cuando desapareció, la ilusión se desvaneció, la luminosidad regresó al domo y el cristal aún brillaba donde lo dejamos.
— Carajo, pensé que me ibas a asesinar — dijo Alek.
— ¿Qué demonios pasó? — dijo Silphy.
— No lo sé, tuve un raro sueño, el maldito casi me hace caer — le dije.
— Cuando abrimos los ojos, el elfo estaba ahí con los ojos cerrados mientras mana púrpura cubría su cuerpo, pero no podíamos movernos — me dijo Silphy.
— ¿Aún estamos en la ilusión? — me preguntó Roxy.
— No lo creo, dije mirando a mi alrededor .
— ¿Y dónde está el elfo? — preguntó papá.
— No lo sé, pero este era un espíritu, co o los de perugius dije mirado a donde se desvaneció el elfo cual obi wan kenobi.
— ¿Tampoco es el elfo verdadero? , dijo Eris llegando a mi lado
— Creo que no. Los espíritus pueden usar mana y esgrima, pero este estaba a un nivel superior que los espíritus de Perugius, dije pisando su túnica con mi pie.
Roxy se acercó a donde quedó la capucha y encontró un guantelete con una escama de Hidra Managita y unas pociones. Las tomo y Con cuidado las olió.
— Rudy, estas son las mismas pociónes que Su Majestad usa para compartir sueños — me dijo al oído.
— ¿Estás diciendo que Ariel está detrás de esto? Dije.
— No, seas burro Rudy . Digo que quien nos atacó nos drogó desde el inicio, dijo Roxy .
— ¿Y quién diablos invocó a este espíritu y usó estos artefactos mágicos entonces ?
— Mira, Rudy — dijo mostrándome el guantelete del espíritu—. Está lleno de cientos de cristales más pequeños y cientos de microcírculos mágicos.
— Déjame ver eso — dije. Cuando me lo puse, pude usar mana sin gastar el mío propio.
— ¡Demonios! ¡Esta cosa es increíble! Dije.
— ¿Eso quiere decir que ese espíritu no podía usar mana propio? Dijo Silphy .
— Eso es imposible. Tendría que haberlo invocado una persona que no puede usar mana. Pero si no tiene mana, no puede invocar espíritus, Rudy, me dijo Roxy .
— En teoría sí puede, si usa cristales y círculos mágicos. El aura de batalla es una forma de maná, pero aún así hasta Nana podría invocar uno si tuviera suficientes frutales , pero jamás había visto algo así — dije sorprendido.
— Mira su túnica, también quedó acá — dijo Eris. Cuando la revisamos , por debajo también tenía cientos de pequeños cristales y cientos de círculos mágicos, además también tenía cristales de Hidra Manatita y círculos interconectados que permitían enviar ataques mágicos sin disiparlos y que permitían al mismo tiempo a las gemas de la Hidra desviar ataques.
— Esto será obra del elfo oscuro — dijo Alek.
— Eso creo. Pero ese imbécil debe estar muy lejos de aquí, le dije .
— El desgraciado casi nos vence con magia de ilusión, magia negra y artilugios — dijo Paul.
— Debe habernos lanzado la poción cuando recién lo vimos y nos distrajo con magia de ilusión. Ahí aprovechó para lanzar un somnífero y la poción en el aire, y él bebió la otra poción para entrar en nuestras mentes. Pero logró entrar a todos nuestros recuerdos a la vez, buscando nuestros miedos más profundos, y cuando vio que ustedes escaparon, trató de usarme a mí para matarlos, ¡hijo de puta!, —pero aún así es un poción más poderosa que las que usa Ariel y no funciona igual — pensé para mi mismo .
— ¿Por qué querría esa gema? — dijo papá tomándola.
— Dice que Rostelina es una gema que le devuelve el maná a quien lo ha perdido de manera infinita; es decir, podría lanzar hechizos nivel divino incansablemente — dije.
— ¿Y eso existe? Valdría una fortuna — dijo Alek.
— No lo sé, pero si es así, esto le servirá a Orsted — dije atrapando la gema qué papá me lanzó .
— ¿Y para qué la quería el elfo? Preguntó Eris.
— Bueno, si el elfo oscuro no puede usar maná, esta piedra le hubiese dado un poder abrumador.
— Ya veo. Seguramente el desgraciado sabía que nosotros llegaríamos al final del laberinto, y el hijo de puta nos siguió — dijo Paul.
— No lo sé, suegro. Esta gema no se ve tan diferente a otras que he visto — dijo Alek—creo que es un cristal común .
— Aún así, llevémosla con Orsted, y si es verdad que la gema Rostelina existe, la buscaremos. Esa será nuestra nueva misión — dije.
Esto entusiasmó con fuerza a papá, Eris y Kalman, ya que eso significaría buscar en laberintos y tal ves unos de los 3 laberintos .
— Como sea, será mejor regresar. Si ese imbécil envía otro espíritu, tendremos problemas — dijo Paul.
— Ya, no. Ya sabemos cómo derrotarlo — dije.— Bien, será mejor regresar, pero ya no me quedan pergaminos. Le escribiré a Aisha para decirle que llegaremos en un día — les dije.
Envié el mensaje a mi hermana quien me dijo que estaban bien y sin novedad y cargamos todos los tensoros para salir de ahí.
— Maldito elfo. Ya me parecía raro que fuera tan valiente. El maldito no estaba aquí — decía Kalman que aun se sentía furioso por la batalla .
— Sí, bueno, el maldito usó trucos sucios, pero Vita hizo lo mismo en Biheiril, le dije .
— ¿Qué te hizo ver? Nunca nos has hablado de eso, Rudy —me dijo Silphy.
— No quiero decirlo.
— Vamos, no te diremos nada — dijo Roxy.
— Bien, en una realidad me mostró que Silphy había muerto en el accidente de maná, y Roxy en el laberinto junto con papá. Eris nunca me dio el trabajo y no la conocí, y me casaba con Sara.
— Puuf — dijo Eris dando un resoplido.
— ¿Eso es todo?
— No. En otra estaba casado con Purcena y vivía en el Gran Bosque, y en otra con Rinia en la Sharia y teníamos muchos hijos.
— ¡Vaya que buen sueño! — dijo Paul, quien recibió una bofetada de Ghislaine.
Silphy puso una pésima cara.
— ¿Solo eso? — preguntó Eris.
— Sí, solo eso — dije, omitiendo el sueño incestuoso con Therese y lo de Aiko porque Ghislaine y Kalman aún no saben lo de la reencarnación.
— ¿Estás bien, Elinalise? — dije.
— Sí, ese hijo de puta me mostró a Laws y Clive, maldito .
— Sí, la única que no cayó fue Ghislaine — dije.
— Ghislaine nunca caía en trampas, por lo mismo — dijo Paul—. ¿Recuerdas, gatita?
— ¡Quita tus asquerosas manos de mis hombros, imbécil!
— ¡Qué mal carácter, leona !
— En fin, será mejor largarnos, dijo Kalman .
De pronto, Ghislaine movió sus orejas y olió el aire.
— ¿Pasa algo, maestra? — dije.
— Alguien se acerca a gran velocidad — dijo.
— ¿Enemigo o amigo?
— No lo sé.
— ¡En posición! Debe ser el elfo u otro espíritu — dije.
Mientras estamos ahí mirando a nuestro alrededor mientras los espíritus de luz ilumina an todo a una gran distancia.
— Yo no veo a nadie — dijo Silphy.
— Él está cerca — dijo Alek. De pronto, Alek salió volando y se golpeó contra el muro, lo mismo que papá, que quedó inconsciente. Solo vi algo blanco que los golpeó. Eris y Ghislaine lanzaron Espadas de Luz, pero también fueron golpeadas y se estrellaron contra la pared. —¡Espada de la Previsión! — dije, protegiendo a Silphy, Roxy y Elinalise, haciendo que el atacante saltara hacia atrás. Elinalise se lanzó al ataque, pero el hombre la tomó del cuello; sin embargo, la soltó de inmediato, y Elinalise se quedó mirando al tipo al rostro. Yo no podía verlo porque el tipo estaba de espalda, pero Elinalise lo miraba como si nadie más existiera con los ojos muy abiertos y al parecer ese ser también la miraba .
— ¡Abuelita, sal de ahí! — gritó Silphy, y Elinalise reaccionó y saltó a donde estaban las chicas. Le lancé una Espada de Luz directo para matarlo, pero de alguna manera dio un giro antinatural, me golpeó en el estómago y me lanzó contra la pared. Cuando me incorporé, el tipo me tocó del cuello.
Cuando lo miré, tenía un rostro amable, pero eso no me llamó la atención. Su cabello era plateado, sus ojos como los de un reptil y tenía algunas escamas en el rostro. Era un Dragonfolk.
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