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Un Rudeus diferente - Capítulo 251

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Capítulo 251: La Batalla contra el Dragonfolk

El tipo frente a mi bajo la capucha qué cubría su cabeza, tenía el cabello plateado y largo, dos colmillos como un vampiro, ojos como una serpiente y algunas escamas como Perugius y Orsted; definitivamente era un Dragonfolk. Y el desgraciado me tenía del cuello.

—¿Ustedes mataron a mi sirviente?me Preguntó mirándome a los ojos, con sus ojos de reptil. Me hizo recordar cuando conocí a Orsted, y este me tomo del cuello de la misma manera hace ya tantos años, pero el temor que sentí fue el mismo que aquella vez .

—¿De quién hablas? —le pregunté.

—De Idaz, mi sirviente .

—¿Eres Maxwell o tal vez el Rey Dragón Szillard? Pregunté.

—Eso no es de tu incumbencia, niño. Ahora, me vas a dar esa gema carmesí y se irán de aquí por donde llegaron y no habrá problemas .

—Sí, pero primero déjame darte el saludo Greyrat —dije liberándome con gravedad y dando un zurdazo con efecto al mentón, que lo tiró contra una pared. Él se tocó la cara, se miró la mano y vio un poco de sangre. Me miró de regreso y me dio una terrorífica sonrisa.

Ooh, oooh, alcancé a pensar cuando se abalanzó sobre mi A una velocidad aterradora, me dio una patada en el estómago que me lanzó contra la pared y caí al piso dándome un feo golpe contra el piso de piedra . Creo que si no fuera por la Mark 2 me habría roto las costillas.

En ese momento en que él venía hacia mí nuevamente, Sylphy le lanzó un cañón de piedra que el tipo deshizo con su mano.

Kalman se puso de pie y lo atacó con una velocidad aterradora y con la cara llena de ira, cortando desde la diagonal, pero este tipo logró de algún modo esquivar sus ataques y golpeó a mi cuñado a la altura del plexo solar, lanzándolo con fuerza hacia la pared, pero yo evité que se golpeara con magia de gravedad.

—Gracias, Rúdeus. ¿Quién demonios es ese tipo? Preguntó Aleksander mirando en dirección a nuestro enemigo.

—Qué mierda me preguntas a mí, tú eres el aventurero rango SS, deberías saberlo, le dije .

—Jamás en mi vida lo había visto, es un Dragonfolk, y uno puro como perugius y Orsted. Los que conocía, la mayoría son mestizos y se parecen a ti .

—Debe ser Maxwell o Szillard, pero el maldito no me lo dijo, debemos tener cuidado, los generales dragón son poderosos.

De pronto, el tipo frente a nosotros sonrió con confianza y sacó un pergamino con un cristal desde donde invocó nuevamente al elfo oscuro, el cual sacó su espada y se abalanzó sobre las chicas, quienes le lanzaban hechizos, solo para que Paul parara el ataque.

Sin embargo, el elfo trató de arrebatarles la pócima, la túnica y el guantelete a las chicas. Ghislaine le lanzó una feroz espada de luz que el elfo esquivó solo para ser destruido nuevamente por Eris.

—Ya veo, Idaz tiene nivel de emperador en esgrima , ustedes están a un nivel superlativo —nos dijo el Dragónfolk.

—Te envío el Dios humano —le dije.

Cuando él escuchó su nombre, su sonrisa se apagó, se puso serio y de hecho estaba furioso.

—¿Dónde escuchaste ese maldito nombre, niño?

—Es el enemigo del dios Dragón Orsted y mi enemigo, mi misión es eliminar a todos sus Apóstoles —le dije.

—¿El Dios dragón Orsted eh? , he escuchado hablar de él, pero jamás lo he visto. Sé que desde que apareció hace 200 años no supe más del rey Dragón loco Caos. Orsted es un maldito niño idiota que se alejó de su pueblo, Me dijo .

—No es lo que parece, y no lo llames así, es mi amigo y yo soy el comandante de su ejército , le dije .

—¿Amigo? Ya veo, eres un Dragonfolk, o al menos tienes sangre de Drsfonfolk ya que no le temes.

—De hecho, soy un humano.

—¡Interesante! , bien, ahora dame el cristal y lárguense, y olvidare esta afrenta contra mi .

—Claro que no, si es como dijo tu espíritu, esto le será útil a Orsted. Apropósito ¿Tú para qué lo quieres? Le pregunté

—¡Esto un estúpido, deja de hablarle Rúdeus ! —dijo Eris lanzándole una espada de luz, seguida por Ghislaine y papá. Sin embargo, el Dragonfolk dio una voltereta antinatural y los tres salieron volando, quedando inconscientes por el golpe, mientras Roxy y Silphy los curaban.

El Dragón vio que Roxy tenía los implementos del elfo oscuro y se abalanzó sobre ellas. Sin embargo, lo detuve con electricidad que disipó en sus manos, y escapaba de un golpe de espada que le lanzaba Alek.

—¡Roxy, destruye las pócimas, si nos duermen de nuevo, moriremos! Le grité.

Ella quemó las pócimas, provocando una mueca en la cara del Dragonfolk.

—¡Maldita pequeña hobbit! , ¿sabes acaso cuándo estuve perfeccionando esas pocimas? Maldita tonta le grito a Roxy .

En lo que el enemigo le gritaba, Alek le lanzó feroces ataques de espada, los que el Dragón esquivaba con suma facilidad.

—¿Quién demonios eres tú? —le preguntó Alek, que desde la batalla en contra mia y Orsted no lo veía tan nervioso.

El Dragonfolk dio un giro muy ágil, dándole una fuertisima patada a Alek que lo enterró en una pared.

—Esto es peligroso, Rúdeus, este laberinto podría colapsar su siguen golpeando se así —me dijo Elinalise.

—¿Y qué demonios se supone que haga? —le dije.

—¡No destruyan las putas paredes, maldición! —dijo Elinalise, quien se lanzó con su espada y escudo a atacar al enemigo, el cual rechazó muy fácil su embestida. Con un certero movimiento, el Dragonfolk Descolocó a Elinalise y le iba a dar un golpe cuando, de pronto, se detuvo y se quedaron mirando a los ojos.

—¡Abuelita, aléjate de él! —le gritó Silphy.—Rudy, saca a mi abuelita de ahí —me dijo asustada.

—¡Maldita sea, esto es una mala idea! pensé, sacando mi sable y lanzándome contra él.

Elinalise estaba catatónica delante del enemigo, con sus ojos muy abiertos, y el hombre también la miraba a los ojos.

De pronto, el hombre levantó la mano y acarició el rostro de Elinalise.

—¿Cómo te llamas, niña?

—Elinalise Grimoire, antes era Elinalise Dragonroad. ¿Tú cómo te llamas? —dijo Elinalise, que le tomó un mechón de cabello al Dragonfolk qué colgaba en su pecho .

—Mi nombre te causaría miedo, pequeña, pero es solo una coincidencia —le dijo el hombre sonriéndole, mientras Elinalise también sonreía.

—¡Elinalise, a un lado, reacciona, maldita sea! —le grité, momento en que ella dio un gran salto hacia atrás, llegando a la posición de Silphy y Roxy, donde también estaban Eris, papá y Ghislaine, quienes estaban reaccionando.

Lancé un ataque que el Dragonfolk volvió a esquivar con suma facilidad.

—¿Quién demonios eres? Solo Orsted puede rechazar mis ataques con tanta facilidad —le dije, mientras el tipo me miraba con una inquietante sonrisa. Él esquivaba mis ataques como si supiera de antemano lo que haría y me dio un contraataque que me desequilibró una pierna para atacar de un puñetazo, el cual esquivé con las técnicas del Dios Urupen, lanzándole una patada al rostro, la cual también logró esquivar con suma facilidad.

Salté hacia atrás para crear espacio con él, mientras Aleksander salía de entre los escombros tal cual Spiderman 2.

—¡Voy a matar a ese bastardo! —gritó el Dios del Norte, quien estaba furioso, mientras se avalanzaba con gran velocidad sobre nuestro atacante.

—Rudy, ven aquí —me gritó Silphy.

—¿Qué pasa, amor?

—Él no usa maná.

—¿Cómo que no? ¿Distorciona la magia? Le dije.

—No es así, mira sus guantes, son verdes, están hechos con cientos de gemas de hidra manatita, por eso la magia no funciona y esta túnica del elfo esta llena de gemas .

—¿Y qué demonios se supone que haga?

—Quítaselos, Rudy —me dijo, mientras Aleksander caía de hocico a nuestro lado, seguido por papá, Ghislaine y Eris.

—¿Quién demonios es ese sujeto? —dijo Roxy.

—No lo sé, lo único que me queda claro es que no es un espíritu, porque sangró cuando lo alcancé con un golpe, le dije .

Entonces, si sangra puede morir —dijo Alek poniéndose de pie nuevamente .

—Por favor, ya paren,¡basta con esto! —nos dijo Elinalise, elevando la voz.

Cuando miré al dragonfolk, había cambiado su postura.

—¿Por qué nos atacas? ¿Por qué enviaste a tu amigo a matarnos? —le preguntó la elfa.

—Ustedes son los que se metieron conmigo. Ese cristal me pertenece, y envié a mi guardián por él.

—¿Por qué un elfo? —le pregunté.

—No lo sé solo apareció cuando invoque un familiar —dijo mirando a Elinalise.

—Debemos salir de aquí —me dijo Roxy—. No puedes usar todo tu poder aquí, Rudy, si lo haces, destruirías este lugar.

—Ya, dale el maldito cristal y larguémonos de aquí Rudy —dijo Paul.

—¡Claro que no! . ¿Sabes la ventaja que tendríamos si lo que dice ese tipo es verdad? Tendríamos la guerra ganada antes de empezar. Orsted no podría limitar su poder. Sería ganar-ganar. Evitariamos miles de muertes, le dije casi gritando .—Silphy, Roxy.

—¿Sí, Rudy?

—Salgan de aquí. Eris, ve con ellas.

—Claro que no. No te voy a dejar solo con este monstruo —dijo Eris.

—Yo no quiero dejarte solo, mi amor —me dijo Silphy casi llorando.

—Si no salen de aquí y el laberinto colapsa, podríamos morir si la montaña se nos viene encima, les dije .

—Pero, ¿y la magia de gravedad, amor? Me dijo Roxy.

De pronto, las paredes empezaron a brillar y a formar un patrón tridimensional. Cuando miré, el dragonfolk tenía su mano con un cristal negro pegado en la pared. Cuando miré bien, estábamos todos dentro de un gran círculo mágico dibujado por las paredes y el suelo. Nunca había visto algo así, y nunca vi a Perugius hacer algo así.

—¡Papá, Ghislaine, llévense a las chicas y salgan de aquí ahora! —dije lanzándome sobre el dragonfolk.

Entonces vi todo azul, me vi en el mundo vacío y aparecí en un gran prado. Al mirar a mi alrededor, vi a todos conmigo y frente a nosotros estaba el dragonfolk, acompañado nuevamente del elfo oscuro, además de una persona del cielo vestido con armadura y una lanza, y un humano que cargaba una gran espada y vestía ropa antigua, bueno, antigua para este mundo, vestía una especie de toga como las que usaban los griegos.

—¿Quiénes son ellos y dónde estamos? —le dije.

—Estamos en el este del continente celestial, y ellos son mis familiares, nos dijo el enemigo .

—No parecen dragonfolk —me dijo Alek.

—No me digas, fíjate que no me había dado cuenta, le dije .

—Deja de ser tan sarcástico, idiota. Ya me tienes harto cuando me tratas como a un tonto, me regaño Alek.

—¿Tienes idea de quién pueda ser? —le pregunté.

—Ya te dije que No tengo idea, ¿porque siempre me preguntas dos veces las malditas cosas? .

—Elinalise, ¡Elinalise! ¿Quién es él? ¿Tú sabes algo? El te miró y no te ataca, le dije a la Elfa que estaba sumamente distraída.

—Nunca lo había visto en mi vida, me dijo .

—Pero ¿por qué se acariciaron los rostros? ¿Lo conoces?, le dijo Paul.

—No lo sé, siento algo familiar en él. Por Rúdeus favor, no lo mates.

—¿Que no lo mate? ¿Te as vuelto loca? Él trata de atacarnos, le dije .

—Él no es malvado, Rúdeus. Por favor, solo entrégale el maldito cristal y vámonos de aquí.

—Liz, ¿te das cuenta de que ese cristal podría significar la victoria cuando llegue Laplace y la victoria sobre el Dios Humano? Sabes todo lo que he hecho por matar al Dios Humano. Él es el intransigente.

Tu, —dije apuntando al hombre de la tribu dragón con mi sable—. Eres un dragonfolk, deberías estar aliado con nosotros, no peleando. Nosotros nos estamos preparando para matar a Laplace y al Hombre Dios, el enemigo jurado de tu pueblo .

—Sé muy bien lo que el Dios Dragón debe hacer para llegar al Hombre Dios. No me uniré a su causa. Yo mataré al Hombre Dios si Orsted fracasa —me dijo. De pronto sus ojos se fueron con Elinalise. —Tú, elfa, ven conmigo —le dijo el dragonfolk extendiéndole la mano—. Ven conmigo y estarás a salvo de todo. Vivirás en paz a mi lado.

—Abuelita, no lo escuches —le decía Silphy, quien miraba nerviosa toda esta situación y también asustada con los familiares que tenían sus armas dispuestas al combate.

—Ven y conviértete en mi familiar, niña, le dijo el Dragón a la elfa .

Elinalise lo miraba con una expresión que jamás la había visto. ¿Ella acaso está dudando? Realmente eso se me vino a la mente cuando ella puso esa cara, una cara que jamás le había visto. No era lujuria ni coqueteo, era algo diferente, su rostro tenía una expresión que me hacia pensar que podíamos perderla .

—¿Qué demonios está pensando? —le dijo Paul llegando a su lado —. Tienes un hijo y un esposo, reacciona, le grito tomándola de un hombro.

Eso hizo volver a sus cabales a Elinalise, quien tomó postura de batalla.

—Bien ya estoy harto de esto , tráiganme al cristal Rostelina — les ordenó el dragonfolk, y los familiares se lanzaron sobre mi familia y amigos. El elfo se trabó en combate con Paul, quien era apoyado por Elinalise y mis esposas. Eris se enfrentó con el humano y Ghislaine con el hombre del cielo, mientras Alek y yo nos lanzábamos en combate contra el dragonfolk.

—¿No se supone que Perugius debería saber de esto? Jamás vi un círculo de esa forma —me dijo Alek.

—No lo sé, yo tampoco vi un círculo de teletransportación así —le dije mientras Alek lanzaba un furioso ataque al enemigo. Este sacó una espada tal cual lo hacía Orsted y rechazó nuestros ataques con suma facilidad. Aun así, no podía contraatacar ya que entraba en el rango de la espada de previsión.

—Ya veo, con razón destruyeron a mi Espíritu, eres el dios del cauce —me dijo con una sonrisa—. Y veo que tu postura es perfecta, se notan las enseñanzas del dios dragón, y tú debes ser el Dios del Norte, y por tu rostro debes ser descendiente de Carl Ryback, te apareces a él, salvo por tus ojos —le dijo a Alek.

—¡Morirás! —gritó Alek, quien corría hacia él mientras arrastraba su espada por el suelo. Alek dio un gran salto y lanzó un feroz ataque que hizo retroceder al Dragonfolk.

—Ahora que no estamos en un laberinto podré usar todo mi poder —dijo Alek con una siniestra sonrisa.

—Pues veamos qué tienen —nos dijo el tipo sonriendo, mientras tras Alek, yo volvía a mi modo mago de ataque y le lanzaba hechizos, los cuales el tipo lograba esquivar o distorsionar todos con los implementos mágicos que tenia, todonsu ropajes eran implementos magicos. Este tipo es un genio en creación de implementos, pensé , obviamente no es Caos, el ya que está muerto, de los generales dragón tengo entendido que Szillard es de los más poderosos, creo que más que Perugius —pensaba mientras Alek seguía con sus ataques.

Mientras tanto, Paul tenía problemas para atacar al elfo oscuro, quien a toda costa trataba de recuperar su capa púrpura. Después de que Roxy había destruido las pocimas , no podría usar magia de ilusión. Sin embargo, a pesar de ello, el elfo oscuro era tremendamente hábil en esgrima. Elinalise saltó a atacar al elfo, pero este le dio una patada que la lanzó volando mientras Paul la atajaba en el aire y ambos caían al piso cerca de Roxy y Silphy, quienes lanzaban hechizos al elfo, el cual esquivaba los ataques con suma facilidad.

—¡Señor Paul, abuelita, reaccionen! —gritó Silphy mientras Elinalise abría los ojos y abofeteaba a Paul, quien estaba inconsciente.

—Paul, abre los ojos, maldita sea —le decía Elinalise tomándolo de su capa, pero Paul estaba inconsciente.

En eso llegó el elfo oscuro a su lado y puso su espada en el cuello de la elfa.

—Tú, elfa, y tú, niña demonio, entreguenme el cristal o mato a esta perra —dijo el elfo de manera amenazante. En ese momento, Paul tomó a Elinalise y la sacó del alcance del elfo tirándole hacia el, pateó al elfo en las piernas y le voló los sesos con un cañón de piedra de su pistola, o más bien se los habría volado si es que no fuera un espíritu, el elfo se deshizo en millones de esferas de luz.

—¿Está bien, Elinalise ? —le preguntó Paul.

—Sí, gracias (…). Quita tus asquerosas manos de encima mío, maldito idiota.

—Oye, te acabo de salvar la vida y solo te tomé de la cintura al caer , no seas mal agradecida.

—Tú siempre haciéndote el genial, imbécil, ¿por qué dejaste que pusiera su espada en mi cuello?

—Tenía que hacerlo, para que el bajara la guardia, estúpida, si me ponía a dispararle se daría cuenta de mi arma y habría esquivado mis ataques.

—Eres un imbécil, no me vuelvas a tocar le dijo Elinalise.

—Pfff, ni que fueras la gran cosa —dijo Paul poniéndose de pie.

—Ya dejen de discutir ustedes dos, hay que apoyar a Rudy y Kalman —dijo Roxy.

Mientras Ghislaine combatía con el guerrero del cielo, quien aprovechaba su velocidad aérea y atacaba a la gata en picada, quien debía retroceder para evitar su alcance.

Y cuando esquivaba el ataque, Ghislaine saltaba cual gato tratando de cazar un ave ; sin embargo, el hombre del cielo era tremendamente ágil.

Aunque al ver que sus ataques no producían efecto, el hombre del cielo aterrizó y se lanzó contra Ghislaine a tremenda velocidad, mientras la gata lo esquivaba con agilidad felina y se entramaban en combate cercano. Ghislaine tenía una gran sonrisa.

—¿De qué ríes, bestia? —le dijo el hombre alado.

—Es que nunca había matado a una persona celestial —dijo la gata, lanzando la espada de luz, que el hombre bloqueó y, de paso, hirió a la gata en el hombro.

—Ríndete ahora, no tienes que morir, bestia.

Pero la respuesta de Ghislaine fue mostrarle los dientes.

El pájaro apuntó a Ghislaine con su lanza y se abalanzó sobre ella, solo para recibir un cañón de piedra en el ala que lo desestabilizó. Ghislaine aprovechó esto para cortarle la cabeza mientras el espíritu se deshacía en luz.

—Vaya, salvé a la elfa y ahora a la gata, ¿y ni siquiera un besito me dan de recompensa? —dijo Paul llegando a su lado con su arma en la mano y una gran sonrisa.

—Si quieres, puedo besarte con mi puño y deberás decirle a tus nueras que te repongan los dientes, maldito idiota —le dijo la gata.

—Hey, ¿por qué tan agresiva, gatita? Ese hombre del cielo te tenía complicada.

—Mentira, ya era mío, lo tenía a mi alcance, así como un león a un gran Águila .

—Yo diría más bien como un gato a una paloma —aucht, se quejó Paul de un golpe en el estómago.

—Vamos a ayudar a Eris —dijo la gata, pero al mirar, Eris estaba a lo lejos combatiendo con el hombre con vestimenta antigua.

Mientras tanto, Eris se trababa en combate con el tipo. Este era muy hábil; si bien no era tan rápido como Eris, combinaba a la perfección algo parecido al estilo Dios del Filo y Dios del Agua.

—¿Quién eres? —preguntó Eris.

—Soy un espíritu invocado por mi señor, ahora mujer, ríndete.

—Claro que no —dijo Eris, lanzando una espada de luz, que el tipo bloqueó y, de paso, le dio una patada a Eris en la espalda que la tiró rodando unos metros y la hizo perder la espada.

El hombre dio un salto para apuñalar a Eris en el suelo, pero Eris le lanzó un hechizo de fuego que le dio de lleno al espíritu, que cayó unos metros más allá mientras Eris recuperaba su espada y se ponía en posición, lanzando una espada de luz que el espíritu rechazó apenas.

Eris volvió a ponerse en posición y preparó una espada de luz, tomando su espada y posicionándola sobre su cabeza. El espíritu la miraba sin expresión mientras sostenía su espada.

Eris atacó, pero fue bloqueada y el espíritu le cortó una mano mientras su espada salía volando.

—¿Eso fue todo, mujer? Para ser la emperatriz del filo, dejas mucho que desear.

—Púdrete —le dijo Eris, que sostenía su brazo donde había sido cercenado. —¿Quién eres?

—Un espíritu, hecho con el Touki de mi creador, hecho a la semejanza de los profundos recuerdos de mi señor.

—Así que fuiste un guerrero poderoso en la antigüedad —le dijo Eris.

—No lo sé, supongo que los tres somos la imagen de alguien. Bien, ahora te llegó la hora —dijo el espíritu acercándose a Eris. Sin embargo, de pronto el espíritu se hizo luz y desapareció. Eris lo había matado con su guantelete y su daga.

—Bien, ya sé lo que eres, y pude matarte desde un principio —dijo Eris sacando un pergamino de curación real y reponiéndose la mano, mientras recuperaba su espada.

—Sin embargo, ¿quién sería ese sujeto? —se preguntó Eris mirando la batalla entre Rúdeus Kalman y el Drsfonfolk.

—¿Será posible que sea el Dios de la Técnica?

No, ya estaríamos muertos. Además, Orsted dice que él nunca lo ha visto, y que debe estar encerrado en algún lugar. Tal vez sea el General Dragón Szillard, si es así estamos en graves problemas —pensó Eris, que se apresuraba a llegar con su esposo. A medio camino se topó con el resto del grupo.

—Eris, ¿estás bien? —preguntó Ghislaine.

—Sí, fue pan comido. ¿Y ustedes?

—El elfo fue complicado —dijo Paul.

—El pájaro también fue fácil —dijo Ghislaine.

—Jajaja, mentirosa —se burló Paul recibiendo una bofetada de la gata.

—Vamos con Rudy, ese tipo, creo que es uno de los generales dragón —dijo Eris—. Y creo que es el más fuerte, Szillard.

Mientras tanto, Kalman y yo seguíamos trabados en combate con el Dragónfolk.

Aleksander había logrado entrar en la defensa del enemigo, pero este era tremendamente hábil. Estábamos ante un poder a la altura de los generales dragón. Realmente los Dragónfolk no son personas para tomarlas a la ligera, pensé.

—Alek, dame tiempo para cargar la quinta técnica —le dije.

—Claro —me dijo mientras miraba atrás y veía cómo los demás corrían hacia nosotros. Les hice una seña a Silphy que rápidamente se detuvo y empezó a crear una fortaleza con magia de tierra. Cargué mi maná al límite mientras un aura eléctrica cubría mi cuerpo y me elevaba, esto llamó la atención del Dragonfolk que, cuando miró en mi dirección, sonrió.

—Alek, sal de ahí —le grité, a quien rápidamente se posicionó detrás de mí mientras yo descargaba mi poder contra el Dragonfolk, que ni se movió y recibió el ataque de lleno.

—Quinta técnica del Dios del Cauce, Espada de Dios del Agua —dije lanzando mi ataque.

Se generó una explosión donde estaba la posición del enemigo mientras los rayos caían por todos lados y la vasta estepa se congelaba .

Una vez el ataque culminó, Rápidamente los demás se acercaron a mí.

—¿Lo mataste, Rudy? —me dijo Silphy preocupada, mientras miraba al lugar donde estaba el dragón, donde aún había una mezcla de polvo y vapor de hielo. Sin embargo, de pronto Silphy abrió mucho sus ojos, y caminando hacia nosotros venía el tipo con una sonrisa y sus ojos fijos en mí, mientras su túnica blanca se desgarraba y entre ella caían cientos de cristales de la hidra manatita. Bajo su capa blanca vestía una especie de túnica del mismo color parecida a la de Orsted.

—Nunca había visto que todos los cristales de la hidra manatita se sobrecargaran y no pudieran resistir más maná, gracias por cargarlos, pensé que pasarían siglos antes de que eso pasara, realmente tu maná es monstruoso, al nivel del Dios Demonio, no, eres aún más poderoso que el Dios Demonio, salvo que eres mortal, el Dios Demonio no puede morir y usa magia a un nivel que tú cuerpo no lo soportaría , pero aún así es sorprendente para un humano.

—¿Quién eres? —pregunté asustado al verlo, ni Badigadi con la armadura del Dios de la Lucha había salido tan inmune.

—Jajaja, soy un simple Dragón que crea artefactos mágicos, pero ya has destruido varios en esta batalla, te felicito, sin embargo ya llegó la hora de acabar con esto —dijo moviéndose a una velocidad aterradora golpeado a papá, Eris y Ghislaine dejándolos inconscientes. Silphy y Roxy se apresuraron a ellos pero el Dragón sacó otra gema y activó el círculo haciendo que todos desaparecieran salvo Kalman, Elinalise por alguna razón y yo mismo.

—¿Dónde están, hijo de perra? —grité.

—Tranquilo. Los envié al laberinto al continente Milis, no te preocupes, están vivos. Ahora no hay nadie que estorbe —dijo lanzándose sobre mí a una velocidad increíble que logró atravesar mi espada de la previsión dándome un golpe que destruyó la Mark II tirándome varios metros más allá.

Alek miró esto y se lanzó sobre el Dragonfolk, sin embargo este le dio una paliza a puñetazos cortándole el brazo sano y lanzándolo cerca de mí.

—Aaaagh, eso dolió —dije curandome, mientras me arrastraba y llegaba con Alek, quien le reponia el brazo.

—¿Rúdeus?lme dijo Alek aun con sus ojos cerrados.

—Dime.

—Creo que ese tipo es el Dios de la Técnica.

—Creo que sí, si es la mitad Dragón de Laplace estamos en serios problemas.

—¿Rúdeus, trajiste los pergaminos especiales?

—Claro que Sí.

Mientras el Dragonfolk se quedó ahí parado con el cristal en sus manos.

—Ven conmigo, niña elfa —dijo el Dragonfolk extendiendo su mano hacia Elinalise .

—¿Quién eres, nos conocemos, tú me conoces?

—No, jamás te había visto, sin embargo tu rostro me hace sentir nostalgia niña.

—Tú igual —dijo Elinalise con lágrimas mientras le acariciaba el rostro al dragón quien tomaba su mano y cerraba los ojos .

—¡Elinalise, a un lado! —gritaron de pronto, cuando la elfa volteó, un hombre en armadura dorada venía hacia ellos, quien le dio un puñetazo al dragón haciéndolo estrellarse contra unas piedras, más atrás venía un hombre en armadura verde con una gran espada, eran la mano derecha y la mano izquierda del Dios Dragón, sus generales más poderosos .

—Elinalise, retrocede.

—Rúdeus, él no es malvado por favor te lo ruego .

—Él es peligroso, Elinalise, te está engañando, usa magia de ilusión, ¿lo olvidaste?

—No.

—Quédate atrás de nosotros y cúbrete.

—”Eres mío ahora,” dijo Alek, abalanzándose sobre el Dragón, y se trabaron en esgrima cercana. Aunque si bien Alek aún es un ser extremadamente fuerte, la falta de su mano hábil le quita mucho potencial; aun así, su entrenamiento ha rendido efecto y es poderoso con un brazo sellado y sin Kajakut. Realmente es un Dios del Norte fuerte, creo que está a la par de Kalman II con sus deficiencias actuales.

Pensaba en ello cuando Alek salió disparado a mi lado, cayendo estrepitosamente.

—¿Estás bien?

—Rudeus,5 este tipo no puede usar maná, o sea, sí puede usar aura de batalla, pero a diferencia de Orsted no lanza hechizos —me dijo Alek.

—Bien, llegó mi turno —dije, abalanzándome sobre el Dragón a una velocidad brutal con mi armadura dorada, y le lancé Plasma Relámpago, el cual el tipo esquivó de manera brutalmente ágil.

Este hechizo está en rango emperador, ni Gal Farion pudo salir ileso de él, y a este sujeto no le pasó nada; aun así, llegó a mi lado y nos trabamos en combate cercano.

—Las técnicas del Dios Dragón Urupen, increíble, ¿quién diría que Orsted tendría un discípulo? Me dijo.

—Sí, y me enseñó esto también —dije, dándole una patada en el rostro que lo sacó volando, pero se dio una voltereta en el aire y cayó elegantemente de pie frente a mí.

—Toma esto, Explosión Galáctica —dije, lanzando dos bolas de plasma que pasaron por su lado.

—Qué mala puntería, chico dijo con una sonrisa de burla.

—¿Y quién te dijo que quería golpearte con ellas? —en ese momento en que él volteó, las esferas de plasma chocaron entre sí tras él, generando una gran explosión que sacó volando hacia adelante al Dragón, a quien recibí de un puñetazo en el rostro, y aterrizó de hocico unos metros más allá.

—Ganaste —me dijo Kalman, que llegó a mi lado, pero el Dragón llegó a nuestro lado a una velocidad aterradora y nos dio una tremenda paliza a ambos a una velocidad increíble; mientras aún estábamos en el aire, nos tomó de una pierna a cada uno, nos azotó contra el suelo y luego nos lanzó hacia una roca que se destruyó con nuestro impacto.

—Aaaaagh, eso me dolió —dije, saliendo entre los escombros. Mi armadura estaba intacta y la de Alek también; sin embargo, sentía la pierna dislocada de la cadera, un brazo roto y escupí casi todos los dientes, así que lancé Magia Real de Curación.

A mi lado, Alek se puso furioso mientras su brazo tenían una rara posición, así que le lancé curación. Si bien el puede sanar rápidamente le tomaría unas horas hacerlo y no tenemos tanto tiempo.

—Voy a matar a ese infeliz —dijo Alek, tomando su espada y corriendo a una velocidad tremenda; llegó a su lado y lanzaba cortes como loco, sin embargo, el tipo ese los esquivaba como si fuera un juego para él.

—Debo admitir que eres muy poderoso, muchacho, mucho más poderoso que Carl Ryback, pero te falta su astucia, eres demasiado impetuoso —dijo, dándole una patada en el pecho a Alek, lanzándolo cerca de Elinalise.—Tal vez deberías buscarte una novia para que te haga relajarte —le dijo el Dragonfolk con burla.

Alek solo sonrió.

—Ya tengo novia, se llama Aisha y es la chica más hermosa del mundo —dijo mientras se abalanzaba sobre el Dragón con una sonrisa.

—Veamos qué tienes —dijo el enemigo pero Alek sacó una cuerda y una punta de lanza, una técnica que Rúdeus invento , se la lazó a un sorprendido Dragonfolk , lo atrapó de un brazo y le dio un puñetazo en el rostro mientras le cortaba un brazo, pero el dragón se dio una voltereta dándole una brutal patada en la nuca a Alek que lo tiró inconsciente al piso.

—Bien hecho, Dios del Norte, bien hecho —dijo el Dragón atrayendo su brazo con un guantelete mágico y se lo curó tal como Orsted cuando Eris lo corto .

Pero rápidamente se lanzó hacia atrás para evitar mi furioso ataque.

—El Dios del Cauce y el Dios del Norte juntos, nunca creí que los vería nuevamente juntos, solo falta el Dios del Filo, pero es raro ver a dos dioses de esgrima juntos, siempre están separados por sus altos egos y rencillas, le dijo .

—Somos familia, Alek es el novio de mi hermana.

—Ya veo, jajajaja, me gusta cómo usas la magia, niño, eres muy hábil.

—Pues veamos qué te parece esto, Excalibur —dije, lanzando el hechizo de plasma cortante dejando una gran grieta en el suelo, la cual el Dragonfolk miró con una sonrisa.

—Magia avanzada con el poder de magia imperial, sorprendente, solo escuché que el Dios Demonio podía hacer eso.

Él se abalanzó sobre mí a una gran velocidad, pero se estrelló con un muro invisible y rebotó varios metros más allá era mi ya patentado muro de Cristal.

—Jaajaj, me encanta muchacho cómo usas tu maná, pero ya estoy harto de ustedes dos —y así se lanzó sobre mí, pero el cielo se oscureció de pronto y tras de mí 12 armas doradas aparecieron flotando, apuntando directamente hacia el dúos de las técnicas o Szillard o quien sea este idiota .

—¿Qué es esto? Dijo el tipo mirando con curiosidad, tal como Orsted cuando ve algo que lo sorprende

—Toma esto, Justicia Final —dije, lanzándole las doce armas con gravedad y cargadas con electricidad, una nueva técnica mezcla de magia de gravedad, Dios del Cauce y Dios del Norte.

El Dragonfolk apenas pudo bloquear las primeras armas , sin embargo, los escudos lo golpearon cayendo al suelo y el resto de las armas cayeron sobre él como flechas generando una tremenda onda de choque y que el suelo se hundiera generando una explosión que creó un cráter de unos 500 metros en el terreno, mientras las armas regresaban a mí y se pegaban en mi armadura, generando una gran nube de polvo que apenas se podía ver, así que lance magia de viento, y el Dragón no se veía por ningún lado .

—Elinalise, ¿estás bien? —le dije corriendo hacia ella.

—Sí, pero Alek está inconsciente.

Llegué hacia él y le retiré el casco.

—Hey, imbécil, oye Alek, oye, reacciona, vamos amigo, reacciona, si Aisha te ve así, me va a matar. Vamos amigo, reacciona —dije dándole una bofetada.

—Así que somos amigos —me dijo abriendo los ojos.

—Imbécil, ¿estás bien?

—Sí, pero el Dragonfolk me venció, aunque no es tan fuerte como Orsted , a él ni lo toqué con Kajakut y la armadura del Dios de la Lucha. ¿Lo mataste?

—Eso creo, sacaré mi silbato, llamaré a Almanfi para que le diga a las chicas que estamos bien, crearé un círculo a las tierras élficas y nos teletransportaremos ahi le dije dije.

—Bien, vámonos, oye ¿y dónde está tu suegra?

—¿Elinalise?

Cuando la vi estaba mirando al cráter.

—Elinalise, ven acá —le dije, ella volteó a vernos, pero justo en ese momento el Dragonfolk apareció junto tras Elinalise, ella lo miró mientras este se agachaba y ponía su mano en el suelo.

—No, espera —grité corrigiendo, pero activó el círculo y aparecimos en el laberinto.

—¿Dónde estamos? —preguntó Alek.

—Creo que en el laberinto. ¿Dónde está Elinalise? —dije.

En ese momento escuché pasos que venían hacia nosotros. Instintivamente nos pusimos en postura de combate, pero cuando llego a nosotros era Ghislaine que llegó corriendo en 4 patas como una bestia .

—Oh, gracias a Dios son ustedes, Eris está como loca buscándote, iré por los demás, quédense aquí —dijo la gata.

—Espera, hueles a Elinalise, le dije.

—No, ¿estaba con ustedes?

—Maldita sea —dije.

Mientras Elinalise estaba frente al Dragonfolk , el cual había sacado unos pergaminos y había vuelto a invocar a sus espíritus.

—Idaz, toma, lleva esto al laboratorio —le dijo al elfo.

—Sí, mi señor.

—¿No vienes conmigo, niña? Le dijo a Elinalise.

—Lo siento, soy casada y tengo un hijo.

—Ya veo, sabes, me siento raro contigo, es como si… umm… no sé, de pronto sentí algo que jamás había sentido en mi vida.

—¿Qué cosa? —le dijo Elinalise.

—Nostalgia, como si tú me recordaras a alguien y un sentimiento de calidez qué me hace añorar algo,no, esa no es la palabra, como a alguien que perdí pero no recuerdo.

—A mí me pasa lo mismo —dijo Elinalise mirando a los ojos del hombre.

—¿No me temes, elfa?

—No, sé que no eres malvado.

—Si alguna vez quieres trabajar para mí, ven a este lugar, y yo te encontraré.

—No creo que eso pase, mi señor tengo esposo e hijo y los extraño .

Él se volteó y le sonrió.

—Claro, en ese caso volverás con ellos —dijo agachándose y Elinalise desapareció.

Cuando abrió los ojos todos los demás estaban ahí.

—¡Abuelita! —dijo Silphy corriendo hacia ella y abrazándola.

—¿Qué pasó Elinalise? —le pregunté.

—Nada, él quería que me fuera con él, pero le dije que tengo esposa e hijos.

—¿El desgraciado se llevó el cristal? —pregunte .

—Sí, él se lo llevó —dijo Elinalise.

—¿Quién era ese tipo? —dijo Eris, que me abrazaba muy fuerte como si no quisiera dejarme ir.

—No lo sé, amor, tal vez el Dios de la Técnica.

—¿Qué?, ¿estás seguro? —me dijo Roxy.

—No lo sé aún, tal vez es Szillard, no era tan fuerte como Orsted, pero era muy fuerte, por eso estamos con las armaduras —le dije.

—Regresemos, Aisha debe estar preocupada —dijo Alek.

—Sí, si ese cristal es Como dice ese tipo deberemos volver y recuperarlo —dije.

—Eso espero, quiero volver a pelear con él —dijo Alek, y Eris dijo lo mismo.

Un día después salimos del laberinto, nos llevamos una gran suma de dinero.

Cuando le contamos lo que había pasado, Ariel y Nana estaban preocupadas, lo mismo que Aisha por Alek, sin embargo, los niños estaban emocionados por la aventura; de hecho, Ars y Lara se escaparon para entrar a un laberinto esa noche , pero Eris los devolvió a patadas en el culo.

Y para que Eris haga algo así y no entrara con ellos, quiere decir que ella se asustó por lo que pasó, este enemigo era brutal y pudo matarnos si hubiera querido, creo que la sacamos barata esta vez; la manera en que nos golpeó a Alek y a mí fue brutal, no tanto como Orsted, pero sí fue mucho más veloz que el Dios del Filo.

Y además soportó la Justicia Final, esa técnica la creé para separar la armadura del Dios de la Lucha de su portador, y ese tipo sobrevivió a ella.

Además, está el raro comportamiento de Elinalise con ese tipo.

¿Si él es la parte buena del Dios Dragón Laplace, tendrá algo que ver con Elinalise? , ella fue encontrada donde él habitaba, tal vez debería hablarlo con Orsted, pensaba esa noche .

Nos quedamos unos días recuperándonos en una posada cercana en la costa, donde los niños estaban felices mirando el mar, mientras yo me relajaba con las chicas, Ariel estaba como loquita esos días.

Finalmente, nos transportamos a las ruinas cerca de las termas enanas con un pergamino unidireccional y de ahí fuimos a la ciudad postal, donde nos quedamos unos días, Cliff después de pasar 3 noches con su esposa nos dijo que iría a casa para entrar en mis sueños en unos meses.

Viajamos unas semanas y volvimos a Millishion, durante el camino Elinalise estaba muy pensativa en el carruaje que compartía con mis padres, Ghislaine y Silphy. Cuando Silphy la vio así, le pregunto que le pasaba :

—¿Todo bien, abuelita?

—Sí, querida, tranquila.

—Nunca te vi tan callada —le dijo Ghislaine.

—Sí, lo siento e estado pensativa .

—Tiene que ver con el Dragonfolk —le preguntó Silphy.

—Sí, algo así.

—No me digas que te enamoraste de él —le dijo Ghislaine.

—Claro que no, amo a Cliff. Es otra cosa, sentí nostalgia cuando vi sus ojos, ustedes no lo notaron, pero él no tenía intenciones de matarnos, sus ojos eran amables y su sonrisa cálida.

—¿De que hablas? Tenía colmillos, parecía un vampiro —le dijo Silphy.

—Sí, pero él es bueno, solo quería su cristal.

Zenith se acercó a ella, la miró a los ojos y le acarició el rostro, la elfa la miró y rompió en llanto mientras abrazaba a su amiga.

—¿Qué sucede, abuelita? ¿Estas bien?

—No lo sé, tengo un fuerte sentimiento de pérdida, nunca me pasó algo así —dijo Elinalise llorando .

—Abuelita, no me digas que te enamoraste de él.

—Claro que no, ya te lo dije, amo a mi Cliff, es que no sé qué me pasa, era como si algo me dijera que debía irme con él, Dios mio, nunca me había sentido así .

—Debes estar traumatizada, no pensamos mal de ti —le dijo Paul—, esa batalla fue rara, y seguro te lanzó algún hechizo, si ese tipo era el Dios de la Técnica, era la mitad Dragón de Laplace, dicen que el Dios Demonio tenía esa capacidad de seducir a la gente para que lo siguiera, seguramente el Dios de las técnicas tiene la misma capacidad, solo es eso, Elinalise, tranquila.

—Gracias (…) maldita rata bastarda —dijo Elinalise dando una pequeña sonrisa mientras aún lloraba en el hombro de Zenith.

Llegamos a Millishion, donde estuvimos dos días más con mis abuelos antes de regresar. Claire y Carlise les tenía a los niños muchos dulces y regalos, como libros y ropa.

Fueron dos días relajantes, pero era hora de regresar. Debía informar a Orsted de la batalla y lo que había pasado con el Dragonfolk.

Cuando llegamos, las furras, Aisha, Ghislaine mamá y Lilia se llevaron a los niños a casa en compañía de Leo, mientras Norm se fue corriendo a ver a Ruijerd, cargada de regalos para él y Lucelia.

En la oficina quedamos Papá, Alek, mis esposas incluida Ariel, Elinalise y yo.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tan serios? ¿Acaso no la pasaron bien? —nos dijo Orsted tras su casco con una actitud despreocupada mientras miraba el techo de su oficina.

—Sí, fue un buen viaje y logré una alianza con elfos, el Dios Metal y los hobbits, le dije .

—Sí, ya lo sabía. Faria leyó tu mensaje y me informó. ¿Pasó algo más ?

—De hecho, sí, señor —dijo Alek—. Fuimos a un laberinto hace unas semanas y algo pasó.

—¿Qué cosa?

—Encontramos un cristal llamado Rostelina, dijo Paul .

Cuando dije eso, Orsted, por alguna razón, miró a Elinalise y se puso serio apoyando sus codos en el escritorio .

—El Elfo Oscuro lo buscaba —decía que esa voz puede reponer cantidades enormes de maná, y peleamos con él, le dije .

—Les dije que no pelearan con ese sujeto —nos dijo Orsted.

—No era una persona real, es un espíritu como los de Perugius —le dije.

—¿Qué? imposible.

—Así es, cuando lo derrotamos, trajimos el cristal para acá para que repongas tu poder cuando alguien apareció, le dije .

—¿Quién?

—Un Dragonfolk, señor, pero un dragonfolk puro, como tu y Perugius —dijo Alek.

—Sí, creemos que puede ser el Dios de las Técnicas —le dije.

—¿Cómo era? Preguntó Orsted con una mirada aterradora bajón su casco, pero se que estaba muy curioso

—Pues parecido a ti, pelo plateado pero largo, y tenía colmillos. Además vestía parecido a ti y usaba muchos implementos mágicos, le dije .

—Ya veo.

—Orsted, debemos ir por Rostelina. Con ese cristal ganarías la guerra si esa cosa repone su poder, le dije .

—No, Rostelina fue destruida hace 4000 años en la Segunda Gran Guerra humano demonio . Ese cristal ya no existe, eso que encontraron era un simple cristal.

—¿Tú cómo sabes eso? Le dije.

—También lo busqué y pero descubrí que fue destruido durante el cataclismo del mar de Ringus. Además ese no era el Dios de las Técnicas. Era el general dragón Szilard.

—Ya veo, pero era demasiado poderoso, dijo Alek .

—Szilard es un genio en combate y se hizo de muchos artefactos mágicos que Caos creó, por eso su poder, pero no te preocupes, no es un problema —me dijo.

—Él usaba raros círculos mágicos, nos transportó de un laberinto al continente celestial. ¿Estás seguro, Orsted, que era el rey dragón Szillard ?

—¡Claro que sí! —dijo dando un suspiro, fastidiado de que dudemos de él.

—Ese tipo resistió el ataque Justicia Final y la 5ta técnica del Dios del cauce, le dije .

—Ya relájate, Szilard no es un asesino y es muy listo, sabía que si seguía peleando con ustedes perdería. Será mejor que vayan a casa a descansar, vuelvan en unos días. Además, Lucy y Lara deben regresar a la universidad, nos dijo Orsted .

—Sí, supongo —dije saliendo de ahí con los demás, excepto Elinalise que se quedo atrás.

—¿Qué te pasa, Elinalise Grimoire? Estás callada.

—Nada, lo siento, Dios Dragón, solo que sentí algo raro con Szilard, como si lo conociera de antes.

—Fue solo un hechizo para confundirte, estarás bien —le dijo Orsted.

—Bien, que tenga un buen día, Dios Dragón.

—Sí —dijo Orsted, que se puso de pie y miró por la puerta cómo se alejaban.

—¿Faria?.

—¿Sí, señor?

—Saldré unos días, estaré en el continente Begarit, voy por algunos artefactos.

—Claro, señor, lo informaré a los generales.

—Hágalo mañana, vaya a casa y descanse.

—Sí, señor —le dijo la elfa con una gran sonrisa.

Mientras tanto, yo llegaba a casa. Donde nos recibió Anne, quien tenía todo impecable luego de meses de ausencia.

—Bienvenidos de regreso, mis señores —nos dijo.

—Anne, prepara una habitación para Ghislaine —le dije.

—No es necesario, iré a una posada, me dijo la gata.

—Claro que no, descansa aquí. Mañana regresen a Asúra —les dije.

Anne, ¿podrías hacer la cena, por favor? Las chicas llegaron cansadas. A Ghislaine, hazle el filete más grande y jugoso —le dije mientras la gata me miraba con una sonrisa.

—Creo que iré al baño —dijo Ariel—. Estoy algo mal del estómago.

—Claro —le dijimos mientras nos tirábamos en la sala y prendíamos la chimenea, ya que aún era invierno en la Sharia.

—¿En realidad crees que ese era Szillard? —me dijo Alek.

—Eso dijo Orsted al menos, pero ese ataque donde nos golpeó a los dos juntos con armadura, y soportó un ataque que diseñé para separar al Dios de la Lucha del portador… No sé, como que algo no me cuadra —le dije.

—Lo sé, aúbque dicen los generales dragón que son muy poderosos. Perugius, su magia es muy fuerte, él es igual si no más fuerte que mi abuela, y Szillard es más poderoso supuestamente que Perugius. Si pudo ser él —dijo Alek.

—No lo sé —dije mientras Aisha llegaba con té, y se sentaba en el regazo de Alek y le daba galletas en su boca y le acariciaba el cabello.

—No lo sé,pero ese tipo me asustó, el. Podría matarnos si hubiese querido —dijo Eris.

—¿Dónde está Elinalise? Estaba aquí cuando llegamos —pregunté al darme cuenta de que no estaba sentada con nosotros.

—La abuelita tomó a Clive y se fue, no quiso despedirse, Rudy. Creo que no quería hablar de lo que pasó.

—Ya cambien el tema, no han dejado de hablar de ese tipo desde que salieron del laberinto —nos dijo Ariel, quien salía del baño.

—¿Estás bien?

—Sí, tranquilo, solo me siento un poco mal, lánzame curación, por favor —dijo sentándose a mi lado.

—Escucha, Rudy, debe ser Szillard como dijo Orsted, no debes preocuparte —me dijo Nana.

—Sí, supongo —dije.

Esa noche cenamos y poco después llegó papá acompañado de Norm y Ruidjerd, quien traía a Lucelia en sus brazos. Estuvimos hablando de la batalla nuevamente con Ruidjerd, él mencionó que jamás se topó con Szillard ni siquiera en la guerra de Laplace. Los más emocionados con esta historia eran los niños, salvo Sariel, Chris y Lily, que jugaban en otro lado. Alek contó la historia junto con Paul, eso emocionó mucho a los niños. En ese momento recordé a Lara.

—Hija, ven —dije poniéndome de pie y llamándola a un lugar más alejado.

—Oye, ¿tú sabías de esto, cierto? Hace años me dijiste: “Corta hacia atrás, el tío Alek no es malo”.

—Sí, algo vi, papi.

—Ya veo, mi amor —dije abrazando a mi hija.

—No hagas eso, ya soy grande.

—Siempre vas a ser mi niñita —le dije.

—¿Cómo era el dragón, papi?

—Parecido a Orsted. ¿Por qué no me hablaste de él, mi niña?

—Porque no es malo, solo el elfo era peligroso, él iba a hacer que dañaras a tío Alek, el dragón no tenía malas intenciones.

—Ya veo, mi niña, gracias nuevamente.

—Claro, papá —dijo corriendo donde sus hermanos, pero de pronto se detuvo y corrió hacia mí dándome un abrazo, fue una sensación muy cálida .

Al día siguiente, Ariel, los niños y Ghislaine regresaron a Asúra . Silphy y yo decidimos acompañarla.

En la casa de Asúra la espera Kleene quien por fin se saco el anillo y Ariel subió al carruaje junto con nosotros.

—Qué tal estos meses majestad? Preguntó Kleene.

—Increíble les traje obsequios de Milis a todos .

—Si visitamos el gran bosque conocimos a los enanos, a los hobbits los elfos y feráles las feráles y las elfas son muy lindas —dijo Edward.

—Si, pero me gustaron las casas en los árboles —decía Sariel.

Y así los niños fueron contándole a Kleene de sus aventuras estos meses mientras Kleene les sonreía

Al llegar al palacio de plata, Ariel nos invitó a almorzar, sin embargo Tris y Kleene insistieron en que se hiciera un chequeo médico ya que estuvo meses fuera y Ariel se veía algo pálida y no se había sentido bien.

De hecho Kleene me dijo que si su majestad se había contagiado de una rara enfermedad de Milis yo lo lamentaria, así que llamaron al medico.

—Felicitaciones alteza tiene casi 2 meses de embarazo —le dijo el médico

—¡Qué! No puede ser —dijo Ariel asustada.

—Esta bien alteza.

—Si, lo siento, quiero decir que estoy feliz, manden emisarios para dar la noticia, Tris prepara todo para anunciar esta semana.

—Así se hará majestad.

—¿Ella como esta de salud? —preguntó Tristina aun preocupada.

—Ella está muy bien son molestias normales, dijo el Médico.

—Pero tuve mi periodo, dijo Ariel .

—Si bueno eso pasa aveces, cuando el embrion se aferra al útero, eso puede producir un sangrado similar y confundirse con el periodo alteza.

—Ya veo, gracias doctor.

Cuando el médico se fue Tris pregunto.

—¿Qué hacemos ahora alteza?.

—Nada, llama a Rudy y Silphy.

—Claro —dijo Tris que salió, encontró a Rúdeus y Silphy hablando con Luke y Elmore en un pasillo.

Rápidamente los hizo pasar a la alcoba de la reina.

—¿Estas bien Ariel? — le pregunte asustado.

—Si tranquilo, les tengo una noticia a ambos.

—¿Paso algo malo? —dijo Silphy.

—No, de hecho es algo bueno, eeeeh recuerdan esa orgia en la cabaña cerca del mar en los territorios elfos hace casi 2 meses.

—Si como olvidarlo, hubiese deseado tener una cámara de video —dije con una sonrisa recordando ese exquisito momento .

—¡Rudy qué pasa contigo! —dijo Silphy regañándome.

—Lo siento.

—Jaja no te molestas Silphy. hecho hubiese dudo una buena idea —dijo Ariel.

—Ustedes si tal para cual, —dijo Silphy con las mejillas infladas.

—Bueno eso tuvo consecuencias, estoy embarazada y tengo casi 2 meses, así que felicidades Rudy vas a ser papá, le dijo Ariel con una vea sonrisa.

Con Silphy nos quedamos ahí con los ojos abiertos.

—¿Es una broma?.

—Claro que no le dijo Ariel algo molesta .

Así que me hacer que a ella y le di un gran beso y Silphy hizo lo mismo mientras la abrazabamos.

—Hay que decirle a las chicas —Dijo Silphy emocionada .

—Aun no, quédense a almorzar conmigo nos pidió Ariel .

Ese día les dijimos a Sariel y Edward que un nuevo hermanito llegaría y recibí la felicitación de Luke y Tris ya que esta ves Ariel no tenia como negarme a este hijo, amenos qué salga con cola o orejas largas jajaja, pero se que no es así.

Fue una tarde muy linda, y la verdad no tenía ganas de separame de Ariel, pero esa tarde debíamos regresar a dar la buena noticia a la Sharia .

Cuando llegamos a la cabaña, entré feliz a decirle a Orsted la buena noticia .

—Orsted adivina que —le dije, pero no había nadie.

—General —me dijo de pronto Faria qué ya se iba a casa. —Lord Orsted fue ayer al continente begarit dijo que regresaría pronto.

—Oh ya veo, bien vamos a casa Silphy, ven con nosotros Faria te acompañamos a casa —dije.

Mientras tanto al este del continente celestial, cerca del continente demoniaco. Un hombre miraba un gran cráter donde hubo una gran batalla .

—Quien eres y que haces aquí —le dijeron de pronto.

Al voltear el tipo que lo hablo, un elfo. En túnica púrpura bajo la cabeza en señal de respeto.

—Dios dragón Orsted sea bienvenido.

—¿Me conoces?, son te vi un par de veces a lo lejos, no sabía que me habías visto, llevame con tu señor.

El elfo guió a Orsted hasta una colina a varias horas de ahí de pronto el Espíritu desapareció y Orsted quedo solo en la base de una colina de unos 200 metros .

—Estuve por 200 años fuera de tu vista, pero sabía que vendrías pronto, Dios dragon, dijo una vos tras Orsted .

—Tu no eres Szillard.

—Jaja tu sabes que no lo soy, se que sabes perfectamente donde encontrar a Szillard y Maxwell.

Dejame decirte que tus generales humanos son extraordinarios, todos ellos.

—Lo se.

—El Dios Del cauce es increíble, ¿esa armadura la fabrico el?.

—El Y varios más ayudamos, pero sus técnicas las crea el, es un humano muy listo con gñvastos conocimientos .

—Vaya no vi a alguien así desde los primeros dioses en esgrima y los grandes magos de la guerra, increíble, tal vez sea la reencarnación de algún gran héroe del pasado o algunos de los cientos de dioses dragón.

—No lo es —dijo Orsted.

—¿A que has venido? ¿a quitarme el cristal Rostelina ?.

—No, ese cristal qué buscas no existe.

—Si existe, es tan fuerte mis ganas de buscarlo así como mi necesitada de enseñar mis técnicas.

—Ya veo.

—¿Has venido a matarme, como planeas matar a Perugius , Szillard, Maxwell o como mataste a Caos?.

—No, tu no eres un general dragón, amenos que quieras impedir que mate al hombre dios y a Laplace.

—Claro que no, espero que mates a ese ser repugnante del hombre dios , sin embargo no me agrada que mates a los de nuestra raza, por eso no me unire a tu causa, sin embargo tampoco voy a intervenir.

—Es un duro precio que pagar para derrotar a nuestro enemigos. ademas ellos pueden renacer son reyes dragón después de todo .

—¿Entonces a venido por el primer lugar?.

—Eso no me interesa solo quería verte con mis propios ojos —dijo Orsted volteando se para marcharse .

—¿Ya te marchas?.

—Así es, debía verte cara a cara .

—Bien, será mejor salir de este lugar, ya sabes donde esta mi guarida —dijo el drsfonfolk mientras 3 Espíritus aparecían tras el, Orsted volteo y los miro, un elfo un humano y un hombre del cielo.

—Ya veo, aun Tiene reminiscencias del pasado, esos espíritus se parecen a un Rey de Asura del pasado, el elfo a idazleid y el hombre del cielo a un antiguo Dios del cielo.

—Fue un gusto conocerte Dios dragón —dijo el drsfonfolk.

—El gusto fue mio, Dios de las técnicas.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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