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Un Rudeus diferente - Capítulo 253

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Capítulo 253: Un día de película.

—Van a dejar a Rúdeus ahí tirado e inconciente —dijo Elinalise, preocupada por el idiota que se había desmayado .

—Si tranquila es normal que eso le pase, aunque nunca se había desmayado , por eso deben ocultar sus orejas, en este mundo no hay elfos, la gente tiene a asustarse —dijo Roxy, que trataba de encender la TV.

—Oye, Roxy, ¿para qué son esos cables que hay afuera? —preguntó Cliff con curiosidad.

—Eeeh, creo que son para traer la electricidad, con eso hacen funcionar sus máquinas , dijo Roxy echandoles un rápido vistazo.

Mientras, Ariel trataba de reanimar a Rúdeus, que aún estaba inconsciente dandole palmditas en la cara. .

—Debo reconocer que te ves muy linda con ese atuendo, majestad —le dijo Elinalise.

—Sí, es cómodo, pero me siento rara vestida asi.

—De hecho, Eris y yo, cuando estuvimos embarazadas, usábamos de los mismos —le dijo Roxy—. Nanahoshi nos los hizo, son cómodos, sostienen la barriga, en especial a mí, que parecía un balón, como si tuviera una calabaza en la panza .

—Te veías adorable, Roxy —dijo la elfa.

—Sí claro.

¡Si! , al fin logré encenderla —dijo Roxy con una sonrisa mientras en la TV mostraban un videoclip.

—¿Por qué siempre que estamos aquí, siempre hay música en la TV? —se preguntó Roxy.

—A mí me pasó lo mismo cuando Rudy la encendió, pero esa vez había un hombre que parecía un demonio —dijo Ariel.

—Si seguramente era lo primero que veía al llegar a casa en esta vida. Y ¿Qué les parece la televisión , chicos?, ¿chicos?

Pero los chicos no le hicieron caso a Roxy; estaban con la boca abierta viendo un videoclip de Def Leppard.

—Uff, odio esta música de rock, gritan como si los estuvieran violando—dijo Roxy—Voy a cambiarle.

—No, déjalo —dijo Zanoba, que tenía los ojos desorbitados y babeaba—. ¡Esto es hermoso! , ¡mira esa imagen! , es como estar viéndolos desde una ventana. ¿Como metieron a la gente dentro de esa ventana? Hay que sacarlos de ahí —dijo Zanoba poniéndose de pie .

—No hagas eso, demente, es un video, no hay nadie ahí —le dijo Eris, que venía con cervezas y Coca-Colas en lata.

—Pero, pero, ¿cómo funciona eso? —dijo Zanoba qué se empieza a comportar como un loco .

—No tengo idea, pero no rompas la TV loco de mierda, le dijo Eris.

—Wow, ese tipo manco toca muy bien los tambores de guerra con una sola mano —dijo Elinalise mirando al baterista—. ¿Qué piensas, Cliff?

Pero Cliff estaba ahí, mirando con la boca abierta sin reaccionar .

—¡Amor! , ¿estás bien? Preguntó la elfa asustada.

—Ya di algo, idiota, tienes asustada a la. Pobre Elinalise —le dijo Eris dándole un coscorrón.

—Aucht, sí, estoy bien, ¡esto, esto es maravilloso! , ¿están seguras de que no es una fantasía de Rúdeus? ¿Cómo saben que esto es real? Me cuesta creer lo que estoy viendo.

—Porque estas pócimas son para ver recuerdos, Lord Cliff. Si bien estamos soñando, estamos dentro del subconsciente de Rudy, lo que ves son sus recuerdos —le explicó Ariel.

—Déjame cambiar la TV a ver si encuentro otra cosa dijo Roxy .

Al cambiarla, justo se toparon con noticias internacionales y veían cómo un avión bombardeaba las montañas de Afganistán, dejando incluso ahora a las chicas De Rúdeus impresionadas.

—Creo que ese es el avión del que hablaba Rudy —dijo Roxy.

—Santo Dios, esa cosa es más rápida que un dragón y la destrucción fue de nivel avanzado, en combinación de magia de tierra y fuego dijo Cliff .

—Sí, y eso no es nada —les dije despertando de mi inconsciencia.

—Rudy, amor, ¿estás bien? —dijo Roxy llegando a mi lado y examinando mi rostro .

—Sí tranquila , fue raro estar inconsciente en un sueño; los veía, pero no podía moverme.

—¿Así que parezco un duende imbécil? —Me dijo Elinalise enojada .

—Tranquila, abuelita, a mí me dijo lo mismo cuando despertamos aquí —dijo Silphy, que venía con bocadillos.

—¿Hay duendes en este mundo? —preguntó Elinalise asustada.

—No son un mito, o tal vez se ocultan por ahí, quién sabe —dije.

—Maestro, esto es fascinante, ¿cómo es que funciona esta ventana? Es una maravilla.

—Sí, no es la gran cosa, le dije.

—Debemos replicarlo en nuestro mundo maestro .

—No se puede, Zanoba. Tomaría muchos años y se debe hacer un estudio de TV, lo mismo que la música, esto viene de hace 150 años de desarrollo en este mundo, y la verdad no soy experto en esto.

—Eso es horrible —dijo Zanoba tirándose en el sillón casi llorando.

—Ya relájense, coman y beban algo —dijo Silphy.

—Oye, amor, ¿de dónde sacaste papitas, cervezas y Coca Cola?

—La nevera estaba llena, Rudy. Mira, hay de esas frutas saladas que te gustan.

—¿Cómo se bebe esto? Es metal, es increíble —dijo Cliff.

—Pues abrela de esto, ves, así, “phiist” —dije mientras los chicos seguían mi ejemplo.

—Bébanla con calma, tiene burbujas.

—Es dulce —dijo Cliff—. Jamás bebí una cerveza dulce.

—No es cerveza, es Coca Cola, una bebida con gas.

—Umm, prefiero una cerveza, maestro —dijo el flaco, así que le pasé una lata.

—Debo admitir que este empaque es muy útil —dijo Elinalise.

—Sí, se enfrían más rápido. ¡Oye Roxy, tranquila! , es tu tercera lata —le dije.

—Déjame en paz. Oye, pon una película para que los chicos vean dijonRoxy, pero no pongas a ese deprador .

—No vamos a pasear en tu coche sin caballos —dijo Silphy.

—No, mejor juguemos Nintendo —dijo Eris.

—Y Vamos a comer pasteles a ese lugar que fuimos, Rudy —dijo Ariel dejando a los chicos confundidos con tantas opciones .

—No sé, chicos, qué quieren hacer —les dije.

—Mmm, veamos una obra de teatro en esta ventana, maestro —dijo Zanoba y Cliff asintió. Elinalise también lo hizo, pero más que nada por curiosidad.

—Pues bien, tengo: Depredador 1 y 2, Star Wars, El Señor de los Anillos, Rambo, Rocky, El Padrino, El Soldado Ryan.

—Esta, ¿de qué es, Rúdeus? Aquí sale un sacerdote y una chica, ¿es de religión? —me preguntó Cliff.

—Eeeeeeh, esa mejor no —dije.

—¿Qué dice aquí?

—Eeeeh, “El Confesionario”.

—Veámosla, quiero entender la religión de este mundo.

—No es una buena idea, Cliff.

—Pero quiero verla.

—No, mejor no —dije mirando a las chicas, las que nos miraban curiosas.

—Eres un egoísta, ¿qué tiene de malo esa película?

—Vamos, Cliff, a nadie le gusta ver cosas de religión y sacerdotes confesando jovencitas que su pecado fue besar a algún idiota, veamos algo más entretenido —dijo Elinalise.

—Está bien —dijo Cliff sentándose de mala gana al lado de su esposa.

—Uuuf, eso estuvo cerca —pensé.

—Esta no la vimos, Rudy. ¿De qué se trata? —me preguntó Roxy, sacando una película.

—Esa es “Constantine”.

—¿Como esa historia que me contaste? —dijo Eris entusiasmada.

—Así es, es la misma .

—Quiero verla —dijo tirándose en un sillón, mientras yo ponía la película.

—¿Ese tipo un sacerdote?.

—No, Cliff, no es un sacerdote.

—Oye, Rudy, ese tipo se parece al que salía en Drácula.

—Es el mismo actor, Silphy.

—Él es guapo, se parece a mi Cliff, dijo Elinalise abrazando a su esposo.

—Jajaja, sí claro, igualitos a Keanu Reeves Jajaja —dije riéndome, lo que provocó una furiosa mirada de Elinalise y Cliff.

—No entiendo. Maestro, ¿los demonios son como fantasmas en este mundo ?

—Eeeh, algo así. Son de otro plano, pero es un mito no existen.

—¿Por qué parecen monstruos? —preguntó Roxy molesta.

—Amor, te dije varias veces que un demonio en este mundo significa algo completamente distinto a nuestro mundo.

—Mira, una persona del cielo —dijo Eris.

—Es un ángel, amor, no es lo mismo —le dije.

—Aaaaagh —escuché un grito de Ariel y saltó sobre mí cuando apareció un demonio.

—¿Ese sí es un sacerdote? —dijo Cliff.

—Sí, ese sí.

—Me sorprende este mundo, ¿algo es real, Maestro?

—Bueno, Zanoba, es una película. Los demonios son falsos, los hacen con una computadora y maquillaje, pero las ciudades, los vehículos sí son reales.

—Fascinante. No puedo esperar para ir.

—Lo siento, Zanoba, esta ciudad es pequeña, como la Sharia —le dije.

—Vamos a la capital —dijo Eris.

—Sí, vamos —dijo Zanoba poniéndose de pie.

—Ya deja ver la maldita obra de teatro —dijo Cliff fastidiado—. ¿No ves que es un exorcista y está matando a los malditos demonios? , sin ánimos de ofender, Roxy

—No lo haces, este mundo son estúpidos, los demonios no somos así, dijo Roxy.

—Ya deja de discutir, Maestra —dije estirando mi mano y agarrándole el culito.

—¿Estás bien, abuelita? —le preguntó Silphy a Elinalise qué estaba pasmada mirando la tele .

—Sí, esto es increíble, me hablaste de esto pero verlo, wow, es increíble. ¿Viste la cantidad de humanos diferentes? Parecidos a Nanahoshi, de piel oscura y mucha gente de cabello negro y ojos oscuros, las ciudades con edificios gigantes y luces (…) en 400 años jamás vi algo parecido —dijo la elfa.

—Y eso que no han estado en un avión —les dijo Ariel.

—Oye, ¿por qué a ella le mostraste eso? —preguntó Eris molesta.

—Ella quería ver cómo moría en esa vida, ¿acaso tú quieres ver eso Eris ? —le dije.

—No te lo recomiendo —le dijo Ariel.

—Ummmm, mejor que no.

—Espera, ¿ese es el demonio Lucifer, el más fuerte de los demonios? Parece humano —dijo Roxy.

—Hay muchas interpretaciones de los demonios, amor. Esta es más terrorífica porque se supone que es una película de terror, en algunas son personas hermosas con alas de murciélago como Atofe.

—¿Te calienta esa mujer cierto ? —me dijo Ariel con las mejillas infladas.

—No, no, no, no, no, pero tiene una belleza salvaje .

—Ummm —dijo bajándose de mi regazo y sentándose a mi lado con las mejillas infladas, algo que Silphy aprovechó y saltó sobre mí.

—Vaya, el travesti del cielo era malo —dijo Elinalise.

—No es travesti, se supone que los ángeles son andróginos y es una actriz que hace de ángel masculino.

—Me encantó —dijo Cliff mirando sus manos—. Estoy seguro de que yo podría enviar a los demonios al infierno, yo podría ser Constantine .

—Oye, ¿qué significa eso? —dijo Roxy enojada.

—No hablo de usted, profesora, me refería a esas criaturas —dijo Cliff avergonzado.

—Jajaja, mi Cliff es tan entusiasta —dijo Elinalise abrazando a su esposo.

Uuuf, Quisiera ver otra obra de teatro, pero ya debemos estar por despertar —dijo Elinalise.

—No, de hecho llevamos solo dormidos como media hora en el mundo real, el tiempo aquí pasa de otra manera —dije.

—Pues veamos otra —dijo Cliff empezando a buscar en mi colección.

—Oye, Rúdeus, Nanahoshi no puede invocar estas cosas.

—Sí podría, Cliff, pero ¿cómo las hacemos funcionar? No sé cómo hacer que funcione con la electricidad correcta, si me sobrepaso la destruiré y con poca no funciona, además las películas vendrían en el idioma de este mundo, tú la entiendes simplemente porque mi subconsciente recuerda los diálogos. Solo encender una TV tomaría años y la verdad no hay tiempo para ello.

—Ummm, qué lástima.

—Maestro, ¿de qué trata esta? No entiendo el idioma.

—Esa es de guerra, basado en una guerra real, se llama “Rescatando al soldado Ryan”.

—¿Es una obra de teatro de algo que de verdad sucedió en este mundo? Quiero ver —dijo Cliff.

—Sí, ¿por qué no? —dije.

Pero la reacción de las chicas no fue muy buena al ver el inicio lleno de sangre.

—Esro es horrible, Rúdeus —dijo Elinalise—, ¿así se matan en este mundo?

—Bueno, ahora usamos armas más modernas como las que creé para Orsted, pero si, desde hace varios siglos, de hecho es más rápido.

—No lo creo, mira como el sufren. Pero aquí las balas no se ven, ¿y qué es ese sonido?

—Pues pólvora blanca , genera una explosión que lanza balas a gran velocidad, le dije.

—Dios ¡es horrible, Rudy! ¿Se están matando de verdad? Mira esas tripas, cómo explotan.

—No lo es, son actores, tranquila Ariel .

—Yo, yo no puedo seguir viendo esto, con su permiso —dijo Roxy, que se fue a la cocina.

—Yo tampoco —dijo Ariel siguiendola.

—¿En serio? Amor, tú viste cómo matamos gente en la guerra por el trono.

—Sí, pero no a miles, mira cómo el mar se volvió rojo, Rudy.

—¡Santo Milis! ¿Dónde están los magos sanadores? —dijo Cliff.

—No hay magia en este mundo, amigo, los médicos te curan a la antigua con vendas, calmantes y cirugía.

—¡Santo cielo maestro , esas armas son tan potentes como un cañón de piedra rango rey pero aun más veloces !

—Eso no es nada, Zanoba, le dije .

—Yo no puedo seguir viendo , permiso —dijo Silphu y Ariel la siguió a la cocina seguidas de Elinalise qu tampoco pudo seguir viendo . Solo Eris y los chicos se quedaron mirando, demás está decir que Eris tenía una retorcida sonrisa viendo eso.

—Iré con las chicas, ¿quieren más cervezas o gaseosas? Pregunté.

Pero no me dijeron nada, estaban absortos.

Así que fui a la cocina donde Roxy devoraba helado con Ariel, Elinalise y Silphy.

—¿Qué les pasó? —pregunté.

—Eso es lo más horrible que he visto, como podían disfrutar cosas así —dijo Ariel.

—Oh, por favor, comimos con el cadáver de Darius a unos metros, amor, además todas ustedes salvo Ariel han matado gente frente a frente o a distancia .

—No es lo mismo siempre mataba los rápido. Ese soldado con las tripas afuera aun vivo, que gritaba mamá, dios, me imagine a Edwards, eso le perturbo mucho.

—Ya, tranquila —dije abrazándola.

—Me paso lo mismo —dijo Roxy—, eso fue perturbador, el agua roja por la sangre, ese hombre que ahogo, el sonido las explosiones la confusión, dios ni en Shirone me sentí así, bueno salvo cuando mataste a Galvius .

—Eso fue demasiado gráfico, ¿estás seguro de que no mataron gente de verdad?

—No Silphy , es una película, eran actores y efectos especiales.

—Oye, Rudy, ¿tu padre no dice que recuerda algo así? —dijo Roxy.

—Sí, de hecho, en ese mismo canal de donde llegaron los Soldados se supone que el se estrelló , pero eso pasó unos años antes que eso.

—O sea, ¿Paul estuvo en esa guerra? —dijo Elinalise.

—Eso creo, pero era piloto de aviones .

—Dios, creo que ahora me compadezco de la rata bastarda —dijo la elfa.

—Ya tranquilas, saldremos a dar un paseo después que los chicos terminen de ver TV.

—Esta bien. Aun así me gustó la primera película fue entretenida.

Por cierto Es una linda casa, Rúdeus, para ser tan pequeña, le gustan las baldosas del piso, son muy elegantes .

—Gracias, Liz, pero no son elegantes, se hacen a gran escala, todas las casas los tienen, además no necesitaba algo tan grande en esta vida , vivía solo.

—Yo hubiera sido feliz en una casa así —dijo Roxy.

—¿Acaso no eres feliz ahora, amor?

—Sí lo soy, Rudy, quise decir que sería feliz también en una casa pequeña como esta, ya te lo había dicho se ve muy reconfortante .

—Con estas comodidades, ¿quién no? —dijo Ariel.

—Vieras cómo viven los ricos en este lugar —le dije.

—Pues imagino que tienen lo mismo, pero más grande —dijo Elinalise .

—Algo así, mucho más lujoso, aunque las TV son las mismas. La tecnología no es cara en este mundo, bueno, al menos en este país.

—¿Sí? ¿En qué país estamos por cierto? —dijo Silphy.

—Bueno, este es el mundo —dije tomando mi globo terráqueo—. Japón está aquí, de ahí venía Nana.

Este de acá es América del Norte.

—Se parece al continente demoníaco —dijo Elinalise .

—Así es, y nosotros estamos aquí en Sudamérica. ¿Ves? Estamos justo aquí, en este lugar.

—Vaya, se parece al continente Milis ¿y cómo se llama este país? Preguntó Roxy.

—Se llama (…).

—Oye, Rúdeus, ¡Mira , esto es Begarit! —dijo Elinalise interrumpiéndome.

—No, eso es Oceanía, otro continente. Está lleno de bichos venenosos y cocodrilos gigantes, serpientes y animales raros.

—Justo como Begarit. Creo que Oceanía es el Begarit de este mundo —dijo Rody.

—Sí, aunque el continente es un solo país llamado Australia, el resto de países son islas y colonias de otros países.

—Fascinante —dijo Roxy—. Le pediré a Nana que invoque una de estas cosas dijo tomando el Globo terráqueo .

—Sí, claro, estará feliz de invocarlo, ñam ñam .

—¿Qué comes, Rúdeus? Preguntó Elinalise

—¿Aceitunas? ¿Quieres?

—Claro —dijo la elfa probando una.

—Vaya, jamás había comido frutas saladas.

—Sí, bueno, son amargas, se dejan en sal por. Un tiempo para que eliminen lo amargo.

—Son ricas, dame más —dijo la elfa.

—Debo decir que, si no fuera por las casas y esos postes con raros cables, este lugar se parece mucho a Asúra, aunque esas montañas se ven altas.

—Son solo cerros. Cuando era niño, con mis amigos íbamos a jugar a esos lugares, buscar puntas de flecha o a cazar conejos, le dije .

—Ummm, ya era un salvaje desde esta vida, eso me gusta —dijo Ariel tocándome el culo.

—¿Por qué no invocas a tus amigos? —dijo Silphy.

—Claro que no, por ningún motivo , estoy seguro de que Lucho trataría de conquistar a Liz y se agarraría a puñetazos con Cliff.

—JAJA, eso sería divertido, llámalos —dijo Ariel.

—Claro que no, deja a esos lunáticos durmiendo en mi mente.

—¿Cuál es Lucho? —preguntó la elfa.

—Pues él —dije atrayendo un álbum con fotos con magia de gravedad.

—Qué feo, parece una mezcla de goblin, humano y bestia —dijo Elinalise.

—¡Hay, por favor! Con que cara dices eso ¿Quieres que te recuerde porque destruí la habitación de la posada en Windport? Esos tipos sí eran feos —le dijo Roxy.

—Eso es pasado y pisado, querida. Soy una elfa nueva ahora.

—Deberías invitarlos, yo me reí mucho con ellos, y saben cosas de ti, jejeje —dijo Silphy.

—¡Claro que no! Conociendo a esos estúpidos Lucho, llegaría con unas putas o strippers.

—¿Qué clase de degenerados tenias por amigos en esta vida , Rudy? —me dijo Ariel con mala cara.

—¿Y tú con qué cara me dices eso? Tus familiares son la élite de los pervertidos y degenerados de Asúra.

—Oye, mi familia no es (…). Ummm, mejor no digo nada —dijo Ariel haciéndose la tonta mientras seguía comiendo su helado.

—Oye, Rudy, muéstrales tu antiguo cuerpo —me dijo Silphy.

—¿Para qué? Ya vieron las fotos.

—Vamos, yo quiero verte, amor —dijo Ariel.

—Sí, vamos, nieto, quiero verte, esto será interesante, solo e visto fotos y esas figuras dijo Elinalise .

—Maldita sea, no soy un maldito fenómeno para que se diviertan a mis costillas, les dije.

—Si no lo haces, no habrá sexo por una semana, ¡no un mes! , y me aseguraré de que nadie lo haga contigo, me dijo Silohy.

—Sí, yo tampoco lo haré —me dijo Ariel y Roxy las apoyó .

—Maldita sea, está bien —dije cerrando los ojos y sentí cómo mi cuerpo cambiaba y una expresión de asombro de Ariel y Elinalise .

—¿Cómo me veo? Pregunté.

—Diferente, tu voz es diferente y eres más alto, me gusta tu pelo —dijo la elfa pasando sus dedos por mi cabeza .

—¿Y esa es una barriga? —dijo Ariel tocándome el estómago con burla .

—¡Claro que no! Solo estaba con 5 kilos de sobrepeso, deja de fastidiar, salgo a andar en bici y los bajo en una semana.

—Qué raro, tu voz ha cambiado y tu cuerpo, pero no tu mirada y tu risa —dijo Ariel.

—Así que este eras tú antes de morir —me dijo Liz mirándome mientras me rodeaba examinandome, tomándose la barbilla con una sonrisa.

—Sí.

—Nada mal, si tuvieras esta apariencia en nuestro mundo, te habría cogido una semana completa cuando te encontré en los territorios del norte .

—¡Abuelita! ¡Qué demonios! —le dijo Silphy, y Roxy también estaba enojada por estas palabras .

—¿Qué? Se ve bien, y no se parece a la rata infeliz de Paul.

—¡Él es mío! —dijo Silphy saltando sobre mí y dándome un furioso beso.

Justo en ese momento, Cliff, Zanoba y Eris venían de terminar de ver la película y vieron a Silphy besando a otro hombre.

—¡Qué demonios significa es esto! —dijo Cliff, rojo de ira.

—¿Tú, Silphiette Greyrat, qué crees que estás haciendo? Mujer pecadora, adúltera, ¿cómo te atreves a romper tus votos ?

Silphy me miró a los ojos sin saber qué rayos pasaba.

—Oye, bájale al tono, Cliff, no le grites a mi nieta, —le dijo Elinalise enojada, mientras Silphy se bajaba de mis brazos.

—¿Y tú quién demonios eres en el nombre de san Milis ? ¿Dónde está mi amigo? —dijo Cliff, lanzándose sobre mí para golpearme, así que tuve que someterlo y sujetarlo de los brazos.

—¿Quieres tranquilizarte, loco de mierda? —le dije.

—Suéltame, imbécil, ¡suéltame! . ¿Dónde está mi amigo, donde está Rúdeus?

Por el rabillo del ojo vi a Zanoba que venía a toda velocidad a atacarme, así que tuve que usar gravedad y hacerlo flotar.

—¿Qué es esto? —dijo Zanoba asustado.

—Ya cálmense los dos , locos de mierda, ¿qué rayos les pasa? Les dije.

—¿Dónde está mi amigo? ¿Qué está pasando? —dijo Cliff, rojo de ira.

—Ya cálmense, par de idiotas, él es Rúdeus en su antiguo cuerpo, —les dijo Eris.

—¿Cómo que es Rúdeus? —dijo Cliff, quien aún forcejeaba para salir de mi control.

—Soy yo, idiota, ya cálmate —le dije.

—Imposible, eres más alto, tu cabello es diferente y tu voz(…).

—Es mi antiguo cuerpo, tarado. Ahora te voy a soltar y no hagas nada idiota porque se acabó el sueño ¿entiendes? —le dije, y cuando lo solté, le di una patada en el culo.

—¡Hey! ¿Por qué hiciste eso?

—Uno, por idiota, y dos, por llamar adúltera a Silphy , imbécil.

—¿Cómo sé que eres Rúdeus? Me dijo Cliff.

—Pues, cuando éramos niños estabas muy enamorado de Eris y me odiabas al principio por ello y(…)

—Sí, sí, sí, sí, ya, ya, ya, sí eres Rúdeus, me convenciste pero ¿por qué te ves así?

—Yo quería verlo en su antiguo cuerpo —dijo Elinalise.

—¿Y por qué tú lo besabas, Silphy ? Preguntó Cliff.

—Porque es mi marido, puedo besarlo cuando quiera.

—Pero, pero, pero(…) se ve diferente.

—Si te mueres en 40 años Cliff y reencarnas y aun conservas tus recuerdos de esta vida y te encuentras con Elinalise, ¿la besarías nuevamente?

—¡Claro que sí!

—¿Y eso sería infidelidad?

—No, porque soy yo mismo y mi antiguo yo está muerto.

—Bueno, es lo mismo, pendejo.

—Ya veo, pero es raro, perdóname, Silphy .

—Jeje, tranquilo, se nota que eres un buen amigo de Rudy, le dijo mi elfa .

—Eeeh, maestro, ¿puedes bajarme por favor? —me dijo Zanoba.

—Oh, lo siento, viejo, claro —dije, desactivando la gravedad y Zanoba cayó como saco de papas al piso.

Rápidamente se puso de pie y con calma se acercó a mí y me observó curiosamente.

—Deja de mirarme así, Zanoba, me pones nervioso.

—Fascinante, me pregunto cómo me veía yo en mi otra vida.

—Quién sabe, de seguro hacías muñecas inflables —le dije.

—¿Qué es eso, maestro?

—No me hagas caso, será mejor volver a la normalidad.

—Espera —dijo Ariel, que me tomó de la cara y me dio un beso—. Wow, besas igual, aunque tu barba me pica.

—Sí, volveré a la normalidad —dije cerrando los ojos.

—Wow, maestro, eso se vio como cuando usas anillos cambia formas.

—Así es —dije, mientras volvía a ser Rúdeus Greyrat.

—Eso fue raro —dijo Cliff—, te veías muy diferente, amigo.

—Claro que sí, ¿qué esperabas que fuera igual?

—No, no, claro que no… ¿Por qué Eris y la profesora Roxy no te besaron?

—Me siento rara cuando cambia de cuerpo —dijo Eris y Roxy dijo lo mismo.

—¿Y cómo lo harás para estar conmigo cuando nos veamos en otra vida, Eris? No nos vamos a ver igual —le dije.

—En ese caso, ahí no tendré problemas.

—Sí, yo tampoco —dijo Roxy.

—Jajaja, ¿disfrutaron la película chicos ?

—¡Sí, fue genial! —dijo Eris con su acostumbrado entusiasmo.

—No me gustó el final, rescataron al soldado, pero el capitán murió —dijo Cliff.

—Sí, fue bastante realista —dijo Zanoba.

—Las guerras nunca son justas —les dije, recordando la muerte de Pax, y al parecer Zanoba recordó lo mismo.

—Vengan, siéntense a la mesa, coman algo antes que Roxy y Ariel se coman todo el helado y las gaseosas —les dije, provocando que ambas me miraran molestas.

—Debí admitir que la comida de este mundo sabe bien —dijo Cliff comiendo unas aceitunas y papitas.

—Así es, y eso que no has probado aún la carne o los pasteles, o la fruta —dijo Silphy.

—Así que de aquí el maestro sacó las ideas para una cocina sin leña y una caja fría —dijo Zanoba examinando mi cocina y nevera.

—Es interesante que funcione sin maná, ¿me dijiste a Roxy que usa electricidad, cierto?

—Así es, Cliff, este cable se conecta aquí y se le da energía, la cocina usa gas que viene en una especie de vasijas selladas metálicas .

—Ummm, pero es peligroso, la electricidad puede matar y e omm gas también dijo Cliff.

—Sí. No sé cómo lo harán para no matarse con electricidad y el gas, bueno, por eso es ventilado y tiene un olor raro cuando hay fuga puedas darte cuenta —dijo Roxy.

—Es increíble cómo esta gente sin maná logró hacer tantas cosas —dijo Elinalise—. Nunca pensé ver algo así y con luz cuando lo abres, ¿están seguras de que no es maná chicas ?

—No, abuelita, ya le habíamos preguntado a Rudy por esto y no hay maná en este mundo, o alm menos sus amigos entraron en pánico cuando me vieron usar maná .

—Oigan chicas, ¿dónde está Rudy? —dijo de pronto Ariel qué se dio cuanta que Rúdeus había desaparecido .

—¿Habrá despertado y nos quedamos atrapados aquí? —dijo Cliff asustado.

—No, si él despierta, nosotros también —dijo Ariel mirando a su alrededor buscando a su amante.

—Él está afuera —dijo de pronto Eris, que lo vio sentado en su patio bajo el olivo acariciando a los perros que tenía en este mundo.

—Vaya, nunca lo vi hacer eso las veces que vinimos ¿estará bien? —dijo Roxy.

—Creo que tal vez recordó algo, creo que mejor hablaré con el vengo pronto —dijo Silphy, que salió a ver si estaba bien.

—Rudy, ¿pasa algo? ¿Por qué saliste de pronto?¿No me digas que recordaste algo malo?

—No, nada, estoy bien —le dije.

—¿Seguro? No te vi nunca acariciar a tus perros cuando estuvimos aquí .

—No lo hice esa vez que vinimos omm a última vez, porque casi muerden a Roxy y este pequeñín mordio a Eris qué quería matarlo , jajaja, pero había olvidado lo mucho que amaba a mis mascotas ne esta vida —dije acariciando a Homero y Maradona.

—¿Estás seguro que estas bien? —dijo Ariel, que también salió y se sentó a mi lado junto con Silphy—. Ellos no muerden, ¿cierto?

—No, son solo un recuerdo, no pueden hacerte daño —le dije mientras Ariel me acariciaba el salchicha (el perro).

—Te pasa algo, Rudy, de pronto te ves triste, amor, melancólico —me dijo Silphy.

—Nada, solo recordé que cuando vivía en este mundo la mayoría de las veces estaba solo, y me sentaba bajo este mismo árbol en las tardes de verano a leer un libro o una revista, mientras bebía una cerveza y estos chicos me hacían compañía y dormíamos bajo esta sombra los tres.

—¿Qué hay de tus amigos y tu familia, Rudy? ¿Pensé que siempre estabas con ellos?

—Estaban casados Silphy , no nos veíamos siempre, y mi hermano, si bien nos visitábamos seguido, tampoco es que nos viéramos todos los días.

¿Sabes? Yo no quería tener perros al principio , y ambos me los regalaron unos amigos del trabajo, cuando aun eran cachorro, s cuando tenía unos 29 años en este mundo, y fueron mis compañeros por 7 años, los llevaba al veterinario, los bañaba y cuidada a de ellos . Es raro volver a verlos, los reales deben haber muerto en este mundo hace tantos años ya.

¿Estás llorando, Rudy?

—No, Silphy, solo me entró una basura al ojo —dije, acariciando una última vez a mis perros, y poniéndome de pie.

—¿Esto te está afectando, cierto? La última vez también te afectó, me Dijo Ariel.

—No, no, son solo recuerdos. Obviamente me pongo sentimental, al fin y al cabo, esta fue mi vida por 36 años, amor.

—Sí, mejor vamos adentro, Roxy y Eris están preocupadas de que estés aquí —me dijo Silphy.

Así que me llevaron de regreso dentro de casa. Donde Elinalise y Cliff jugaban con la radio, y Zanoba miraba con cuidado y detalladamente cada cosa que tenía ahí.

—Maestro, maestro, ¿qué son estas cosas? —dijo, mostrándome mis discos.

—Con cuidado, Zanoba, eso es delicado, es mi colección de vinilos.

—Ay, por favor, Rudeus, esto ni siquiera es real, no lo cuides tanto, me dijo Eris .

—Sí, como sea, esos son discos de vinilo, es una tecnología muy vieja pero aún vigente, le explique al flaco.

—¿Y qué hacen maestro?

—Pues son para escuchar música.

—Pero ya tienes esta cosa para la Música —me dijo Cliff, que aún jugaba buscando emisoras de radio.

—No es lo mismo, puedo escuchar mis canciones favoritas cuando quiero con los discos —le dije.

—Vaya, pero es increíble la cantidad de música que escuchas dijo jugando con la radio, de pronto se detuvo en una emisora, —esta me gusta, suena festivo.

—Sí, eso es cumbia, Cliff, jajaja, nunca me imaginé que serías del tipo que escuchaba cumbia —le dije sonriendo .

—¿Qué tiene de malo? ¿Acaso dicen obsenidades?

—Nada de dsom , de hecho, esa música es para fiestas, para bailar, cuenta historias de manera divertida tal como los bardos pero más movida, le expliqué.

—¿Y cómo se baila? —dijo Elinalise.

Así que tomé a Ariel de la mano quien ya había bailado conmigo—. Se ponen frente a frente y sin tocarse, empezamos a bailar, moviendo suavemente los pies y manos ¿ves? Es simple, hasta un idiota podría, por eso era tan popular —dije dando mis mejores pasos.

—Eso se ve bastante fácil —dijo Elinalise tomando a Cliff mientras meneaban las patas.

—Esto es entretenido, la música me gusta, pero no entiendo qué dicen —dijo Cliff.

Pero justo en ese momento Zanoba cambió la emisora.

—Oye, ¿qué haces estúpido ? Esto estaba divertido —le dijo Cliff.

—Lo siento, pero este aparato es fascinante, se puede cambiar de música a gente hablando y se puede subir y bajar el volumen de sus voces, fascinante.

—Tú siempre le quitas lo entretenido a todo —le dijo Elinalise molesta.

—Ya no se enojen, pero si quieres ver algo que puedes replicar en nuestro mundo sería esto, pero debes hacerlo tú, Zanoba, yo estoy demasiado ocupado con las misiones y la fabricación de armas.

—¿Qué es, maestro?

—Esto. Es una tornamesa, es para tocar los discos, es una tecnología vieja. Hay una máquina se pone un disco de esos y se habla por una especie de trompeta, y la vibración de tu voz deja grabado un patrón en el disco, y al hacerlo girar y poner una aguja, pues tienes música —dije poniendo un disco de los Beatles y de pronto empezó a sonar música, dejando fascinado al flaco.

—Maravilloso.

—Oye, Rudy, ¿esa no es la canción que me cantabas cuando te conocí en esa calle de la Sharia? —me dijo Ariel.

—Así es, es Yesterday.

—¿Y de qué habla? —me preguntó Silphy.

—De eeeh, una pérdida de alguien que amas —dije mirando a Eris.

—Entonces, ¿esto podríamos hacerlo maestro ?

—Solo sé la teoría, Zanoba, ya sería ensayo y error si lo haces, podria si podría hacerse, para enviar mensajes de voz —le dije.

—Maravilloso, maravilloso —dijo el flaco que babeaba.

—Sí, como sea, vuelve a poner esa música alegre —dijo Elinalise buscando la cumbia nuevamente.”

—No quiero quedarme a escuchar bardos todo el día , vamos a otro lugar o a comer algo delicioso —dijo Ariel.

—Sí, respecto a eso… ¿es normal que tengamos hambre en un sueño? —dijo Elinalise.

—Supongo, cuando estaba en el continente demoníaco siempre soñaba que comía dulces —dijo Roxy.

—Pero quiero seguir viendo cosas, estas fotos me llaman la atención, mira estos libros ilustrados de tapa blanda nunca vi esta calidad de papel

—Se llaman revistas Cliff.

—Claro, revistas. Mira esas imágenes, son increíbles. Mira esa televisión, se ven cosas increíbles, la música, todo.

—¡Yo quiero ver el mundo, no quiero estar encerrada! —dijo Elinalise.

—Sí, yo también quiero ver la ciudad y recordar las cosas que veo para replicarlas en mi fábrica —dijo Zanoba.

—Maldición, está bien, pero al regreso quiero seguir viendo esto. Dios, a Clive y los niños les encantaría, ¿por qué no los traemos alguna vez?

—Mi mente no es un circo, Cliff. Además, podrían aparecer recuerdos de personas de mi otra vida y podría volverse incómodo.

—¿Qué esperamos? Salgamos entonces.

—Uuuf, maldita sea, está bien. Silphy, Elinalise, oculten sus orejas.

Mientras las chicas se peinaban, yo sacaba mi camioneta ante la mirada atónita de Cliff y Zanoba.

—Ya dejen de mirar así, malditos idiotas. Si se quedan mirando las cosas de esa manera, serán presa fácil de carteristas y ladrones.

—¿Y qué me van a robar? No traigo nada —dijo Cliff.

—Sí, bueno eso es cierto.

—Además, es un sueño, ¿o los sueños se ponen violentos? Preguntó Zanoba.

—La última vez estuvimos en una riña —dijo Eris llegando a mi lado—. Rúdeus y yo golpeamos a unos idiotas en un bar .

—Eso fue porque invoqué sin querer a los zoquetes de mis amigos de este mundo y aparecimos en un recuerdo real , y no hablen de ellos no los invoquen , podrían aparecer —les dije. —Ya vengan, súbanse —les dije.

—¡Yo voy a conducir! —dijo Eris subiendose al volante .

—¡Claro que no! , la última vez casi nos matas —le dijo Roxy.

—Ya, ya, ya, ya dejen de discutir, yo voy a conducir; si nos matamos en esto, despertaremos y se acabó el sueño.

—Oye, ¿por qué a mí no me enseñaste a conducir? —me dijo Ariel.

—Porque, primero que nada, ni siquiera estaba consciente cuando entraste en mi mente, Ariel.

—Deja de recordar pequeñeces, Rudy.

—¡¿Pequeñeces?! Escucha, Ariel,(…) menor no, estás embarazada y no quiero discutir contigo.

—Por cierto, ¿de quién es el bebé? —dijo Cliff.

—¡Ay, por favor, Cliff! Es bastante evidente que es de Rúdeus; los 5 se la pasaron cogiendo todas las noches de las vacaciones —le dijo Elinalise.

—Muchas gracias por tu tierna historia, Elinalise —le dije, mientras Cliff ya no me regañaba solo agachó la cabeza, suspiró y movió su cabeza.

—Ya dejen de discutir y suban a la maldita camioneta.

—¿Y cómo entramos el carruaje, maestro?

—Pues abre la puerta con esta manilla; con un demonio, es igual que un carruaje.

—Pero no vamos a caber todos, Rudy —me dijo Silphy.

—Si tienes razón, eeeeh bien, Eris irás atrás y Ariel irá sentada en tus piernas; Silphy, tú llevarás a Roxy, y Elinalise llevarás a Cliff en tus piernas; Zanoba iras adelante.

—¿Por qué él debe ir adelante? Yo iré adelante, Soy tu esposa —me dijo Eris.

—Porque si lo mando atrás, él deberá llevar a una de ustedes en brazos y, además, es el más alto de todos; quedarían incómodos ahí atrás.

—Ummmmm —gruño Eris de malas ganas.

—Oye, Elinalise, que vaya en mis piernas, qué demonios, yo soy el marido, dijo Cliff.

—Es que eres bajito, amor, no verás bien; además, mi trasero podría ahogarte si me sientom sobre ti , amor.

—Shiiii, no digas eso, Liz.

—Bien ya dejen de hablar de eso, me desconcentran , ya suban; Eris, lleva con cuidado a Ariel.

—Claro —dijeron las chicas mientras se acomodaban en el vehículo.

—Bien, listos —dije dando contacto y encendiendo el auto, lo que dejó a los chicos impactados, sobre todo cuando empezó a moverse.

—Esto es maravilloso, maestro, ¿cómo funciona?

—Diablos, Zanoba , no soy mecánico ni ingeniero en mecánica; sé solo lo básico, te lo explicaré después, solo disfruta el viaje.

—Vaya, veo que conducen con los pies y tus manos, ¿para qué usas esa palanca? Preguntó Cliff.

—Para pasar cambios, después te explico —dije saliendo de casa y saliendo del vehículo para cerrar el portón.

—Hola, Paulo, ¿cómo estás? —me gritaron de pronto frente a mi casa, al voltear era la vieja bisagra.

—Si, hola, señora Clara como a estado .

— yo bien ¿Tienes visitas?

—Si, amigos del trabajo; son de otro país, los sacaré a dar una vuelta para que conozcan.

—¿Quién es el pequeñito? ¿No me digas que estás saliendo con esa mamá soltera y te vas a hacer cargo del pequeñín? —dijo mirando a Elinalise.

—Oiga , señora, para que sepa, yo soy el esposo de esta hermosa mujer, no sea entrometida, le dijo Cliff sacando la cabeza por la ventana .

—Y tan pequeñito, pensé que era un niño.

—Nos vemos, señora Clara —dije subiendo a la camioneta y largandome de ahí antes de que Eris golpear a esta vieja .

—Si, adiós, Paulo, veo que trajiste a la Rubia de la otra vez, y a las chicas de la noche .

—¿Quién es esa vieja de mierda? —dijo Cliff furioso.

—Una vecina, la chismosa del barrio; si querías saber los últimos chismes, solo debías salir a la calle y ella te daría los detalles sin siquiera preguntarle —le dije.

—Maldita, odio que me digan niño.

—Tranquilo, Cliff, sabemos que no eres un niño eres un hombre sexy —dijo Elinalise agarrándole el garrote, algo que puso rojo a Cliff.

—Jajaja, bien, vamos —dije, mientras nos poníamos en movimiento.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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