Un Rudeus diferente - Capítulo 260
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- Capítulo 260 - 260 Duele de dioses de esgrima
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260: Duele de dioses de esgrima 260: Duele de dioses de esgrima —Espera, Eris, ¿qué crees que haces?
—le dije.
—Combatir, nos está desafiando Rúdeus, le dijo con su pose de brazos cruzados .
—Es el dios del filo, podrías salir lastimada, le dije .
—Sí, pero me curas, dijo dándome un beso y poniéndose frente a Jino .
—Creí que sería nuestra revancha —me dijo Jino.
—Todo a su tiempo —dije, sentado y dejando a Eris enfrentarlo, mientras los santos espada se sentaban a mirar.
—¿Por qué no peleaste tú, mi señor?
—me dijo Isolte.
—Trato de pasar desapercibido, no necesito llamar la atención, esa no es mi misión .
—Pero ya lo hiciste, usaste gravedad para asustar a estos tipos.
—Solo saben que soy rango divino en agua, relájate Isolte .
—¿Y qué vas a hacer si te desafía, mis señor?
—Me negaré, y deja de llamarme mi señor.
—Uuuf, eres el Dios del Cauce, podrías derrotarlo si quisieras.
—No he venido a combatir, Isolte.
Además, esa mujer no me ha quitado la vista de encima —dije mirando a Nina.
—Si, Nina Farion, ¿sabías que ella fue a la Sharia a esclavizar te?
Me dijo.
—¿Qué?
¿Como?.
—Sí, me lo contó Cúando entrené aquí con Eris y ella.
Según lo que supe, Eris siempre la derrotada y los humillaba, y siempre hablaba de ti con una sonrisa .
Nina estaba celosa de que Eris tuviera novio y ella no, así que decidió ir a la Sharia, derrotarte y traerte acá como su esclavo para humillar a Eris.
—Eris la habría matado si hubiera hecho eso, así que a eso fue la muy desgraciada —dije.
—Pensé que lo sabías Rúdeus .
—No, solo creí que fue a desafiarme porque Eris hablaba mucho de mí, no sabía que quería esclavizarme la muy maldita.
—Sí, pero después me contó que la humillaste, y cuando derrotaste al rey demonio, ella entró en pánico y huyó de la Sharia.
Jaja, la verdad, mi señor, Nina Farion te tiene miedo, sabe que tú ocultas tu poder, y creo que ella sabe perfectamente que tú, dejando de lado al Dios dragón, eres el más poderoso de aquí.
—¿Cómo podría saberlo?
Le dije.
—Pues porque Alek y yo, siendo dioses en nuestras escuelas de esgrima, obviamente estamos bajo tus órdenes, y Nina se dio cuenta.
—Ya veo, así que quería esclavizarme la muy maldita —dije mirando a Nina, la cual se dio cuenta de que la miraba con no muy buena cara y evitó mis ojos.
—Jaja, no lo tomes a mal, Nina se dio cuenta porque Eris entrenaba tanto, y desde ese día empezó a entrenar más y eventualmente se hizo amiga de Eris y poco después yo llegué aquí .
—No las veo tan amigas, si te soy sincero.
—Son a su modo, ya sabes cómo son los practicantes del Dios del Filo, Eris tampoco es amistosa conmigo a pesar de que la aprecio.
—Sí, los practicantes del Dios del filo son unos dementes.
—Jajaja, así es, mi señor.
—Oye, papá, ¿mamá ganará, cierto?
—me dijo Ars, sentado a mi lado.
—No, hijo, es imposible, es el dios del filo.
—Pero tú mataste a dos de ellos.
—Ya no lo eran.
Feher estaba anciano, y Gal Farion, si bien lo derroté, un bastardo me atacó por la espalda, dije mirando a Alek .
—Oye, ya deja de fastidiar, han pasado 5 años, soy tu cuñado ahora.
—No lo eres, no te has casado con Aisha.
—Ella no quiere aún, pero tal vez en un par de años.
—Ustedes Ya dejen de parlotear —nos regañó Eris, que había tomado una espada de madera y la tenía sobre su cabeza, mientras Jino Britts tenía la postura de desenfunde, la misma que usa Ghislaine.
Eris recordó su tiempo en este lugar como estudiante, varias veces hizo morder el polvo a Jino, pero ahora era diferente, se sentía diferente, su aura de batalla era aterradora, no como la de Gal Farion que exudaba sed de sangre, pero Jino estaba calmado, inquietantemente calmado, muy diferente a Gal Farion que miraba con confianza y una gran sonrisa, o Rúdeus que cuando se cabrea lo invade la ira.
Aunque cuando Rúdeus ejecuta la espada de la previsión tiene el mismo semblante, pensó Eris.
Rápidamente, Jino desenfundó y atacó a Eris.
Ella logró, a duras penas, rechazar su ataque, pero Jino fue demasiado rápido y le dio en un pie, rompiéndole el tobillo.
Eris soportaba el dolor como una campeona, mientras retomaba su postura.
— Nada mal, ya veo cómo es que mataste a Gal Farion —le dijo Jino.
— No fui yo sola —dijo Eris, lanzando una feroz espada de luz que Jino esquivó, dándole en el brazo a Eris y rompiéndoselo.
Ella estaba derrotada.
Cuando miré a Nina Farion, tenía una sonrisa de triunfo mientras miraba a Eris.
No mentire eso, me calentó un poquito la sangre.
— ¿Estás bien, mi amor?
—le dije, cuando ella llegó a mi lado.
— Sí, cúrame por favor, es demasiado rápido, más que Gal Farion.
— ¿Mucho más rápido?
—pregunté.
— Es el dios del filo, una milésima de segundo marca la diferencia, deberías saberlo, Rúdeus.
— Entiendo —dije, mientras Alek se ponía de pie con una sonrisa.
— ¿Qué haces?
—le dije.
— Pues es mi turno, me está desafiando.
— Te falta un brazo, y no tienes a Kajakut —le dije.
— Lo sé, mi padre dijo que la espada Kajakut en realidad no nos deja alcanzar nuestro máximo potencial, y tenía razón.
En combate sin esa espada, papá me habría derrotado fácil en la batalla de Biheril , por lo mismo pedí que me sellaran este brazo, amigo, así cuando llegue Laplace, seré el Dios del norte más fuerte cuando recupere mi brazo.
Solo le di una mueca de sonrisa.
— ¿Estás bien, mamá roja?
—le dijo Ars a Eris.
— Sí, ¿te fijaste en la pelea, Ars?
— Sí, no pude verlos.
— Así es, ese es el poder del dios del filo, en un combate real estaría muerta.
— Yo llegaré a ser más fuerte, mamá.
— Shii, no digas eso.
¿Quieres ser el Dios del filo, Ars?
— No, crearé mi propio estilo de esgrima, conbinando estilo de dios del filo y magia.
— Pues si lo logras, quisiera combatir contigo, hijo.
— Ya lo verás, mamá roja —decía Ars, momento en que Alek se ponía frente al Dios del filo, con una sonrisa.
Apenas Alek tomó la espada Jino se lanzó contra el de manera aterradora ente veloz, mientras Alek trataba de contrarrestar sus ataques A pesar de tratar de contraatacar, cada ataque de Jino golpeaba algún punto del cuerpo de Alek, rompiéndole las piernas, las manos o golpeándolo en el pecho.
Y aunque Alek se iba regenerando, la velocidad era terrible, al punto que el ropaje de Alek quedó hecho hilachas.
—Me rindo —dijo finalmente Alek con una mueca de disgusto—.
Realmente eres mejor espadachín que yo.
—No lo tomes así, en otras circunstancias dudo que te habría derrotado.
Te falta tu brazo dominante y no tienes tu espada.
—No, una espada no lo es todo, se requiere habilidad para usar una, gracias por el duelo —dijo Alek, que volvió a sentarse a nuestro lado mientras le pasaba una túnica para que se cubriera.
—¿Todo bien, cuñado?
—Sí, esto solo me hace querer entrenar aún más, le dijo .
—Supongo —dije cuando mire a Jino este tenía sus ojos puestos en mi y, me apuntaba con su espada de madera—.
Escucha yo, le dije pero Isolte me interrumpió (…….).
—Yo pelearé en su lugar —dijo Isolte poniéndose de pie.
—¿Qué crees que haces?
—le dije susurrándole.
—También soy una diosa del agua, mi señor, además si ocupas todo tu poder podrías destruir todo este lugar.
—No pretendía hacerlo, Isolte.
—¿Por qué lo proteges?
¿Por qué te ocultas entre dos mujeres?
—me dijo Nina con burla mientras los santos espadas se burlaban.
Eris se iba a poner de pie, pero la tomé de un brazo.
—No es necesario, si mi señor pelea destruirá todo este lugar —le dijo Isolte a Nina.
—¿Mi señor?
Jajaja, ¿no me digas que te casaste con él?
Creía que eras una Milis.
—No, mi esposo se llama Dóga, Rúdeus es nuestro padrino de bodas.
—Ya veo.
—Supongo que está bien —dijo Jino.
—¡Vamos, acaba con la diosa del cauce!
—le gritaban los santos espada, incluso algunos gritaban que querían matarnos a todos.
Isolte tomó posición y rápidamente adoptó la postura de la espada de la Previsión, la máxima técnica del Dios del Cauce, bueno no la máxima, pero la técnica más poderosa que puede alcanzar un dios del cauce sin llegar a mago divino de agua.
Rápidamente Jino lanzó un ataque, pero esta vez fue rechazado por la defensa de Isolte y debió repeler su ataque, mientras los santos del filo por primera vez dejaron de hablar mierdas.
Jino miró a Isolte y usó otra postura de combate que usa Eris con su espada por sobre su cabeza, y lanzó una feroz espada de luz que penetró en la defensa de Isolte y la golpeó en el estómago, lanzándola a un pilar donde se golpeó muy feo.
Sin embargo, Jino recibió un ataque que le rompió una pierna y un brazo.
Rápidamente llegué con Isolte a la que curé.
—¿Estás bien?
—Sí, gracias —me dijo.
—Me asustaste, si te pasa algo, Dóga me mataría.
—Jajajaja, tranquilo, viviré —me dijo mientras la ayudaba a ponerse de pie.
Cuando miré a Jino, este era curado de sus fracturas y ya estaba de pie, mientras los santos del filo, otrora opositores de Jino, celebraban su victoria como si fuera propia.
—Supongo que llegó la hora de nuestra revancha —me dijo.
—Temo que no —le dije.
—¡Cobarde, es un cobarde!
—gritaban los santos del filo, con burla en sus ojos mientras Eris se iba a poner de pie para golpearlos.
—¿Acaso tienes miedo?
—me dijo Nina Farion.
—No sabía que tu esposa habla por ti —le dije a Jino, provocando una mirada de molestia del Dios del Filo.
—Claro que no.
—Es un cobarde Jino, no quiere pelear porque sabe que lo vas a derrotar, es solo un mago, y emperador del norte, no puede contigo.
—No quiero destruir este lugar —le dije.
—No te preocupes, se puede reconstruir —me dijo Jino lanzándome una espada de madera que cayó a mis pies .
—No quiero —dije.
—Bueno, Rúdeus Greyrat es un cobarde —dijo Nina Farion—.
Creo que las historias de tus victorias sobre el Dios del Norte, el Dios Ogro y el Dios de la Lucha son solo rumores.
—Mi papá no es un cobarde —dijo Ars poniéndose de pie y mirando con ira a Nina Farion.
—Veo que tu hijo tiene más agallas que tú —me dijo Nina.
Mire a Ars que me dio una mirada llena de decepción que se me apretó el corazón.
Con magia de gravedad traje la espada de madera a mi mano y le cerré un ojo a Ars, y me volteé y me puse frente a Jino, el cual sonrió mientras tomaba postura tal como Gal Farion.
Mientras yo tomaba posición y ejecutaba la espada de la previsión, mientras acumulaba maña, algo que Nina Farion se dio cuenta .
—Jino, cuidado —gritó Nina Farion mientras Jino lanzaba un ataque que era rechazado por la espada de previsión.
Mientras, Jino esquivaba mis contraataques, mientras se alejaba de mí para lanzarme una nueva y aún más feroz espada de luz que logró entrar en el campo de la espada de previsión, y me lanzó un ataque al cuerpo el cual estalló en una densa niebla de hielo, cubriendo casi todo el dojo.
De pronto una lanza le agarró un brazo a Jino del brazo y lo atrajo a lo profundo de la niebla donde recibió una patada en el pecho la que lo sacó volando y golpeándose contra un pilar.
Sin embargo, no la saqué barata, el desgraciado me rompió una pierna, ya que cuando la niebla se disipó, yo estaba ahí curándome.
Jino se puso de pie y me lanzó una espada de luz, la cual se estrelló con el muro de cristal que había conjurado, el cual ralentizó su ataque dándome tiempo para curarme y esquivar su ataque.
—Creí que usarías tu famosa armadura para combatirme —me dijo Jino, pero no le respondí nada mientras la electricidad empezaba a recorrer mi cuerpo.
A mi alrededor todos los que miraban empezaban a sentir la electricidad en el ambiente, la cual erizaba el cabello de los brazos y de las cabezas.
Mientras pequeñas chispas chisporroteaban en el aire.
—No puede ser —dijo Nina Farion.
Jino se posicionó y se preparó para lanzarme una nueva espada de la luz.
—Espada de la previsión —dije tomando postura, mientras el Dios del Filo lanzaba una feroz y más rápida espada de luz la cual penetró mi defensa y me golpeó un costado haciéndome caer de rodillas.
—¡Ganó!
—gritaron los santos espadas, sin embargo Jino y Nina no celebraron.
—Eso fue increíble —dijo Jino tras de mi y dándome la espalda , el cual empezó a flotar mientras cientos de golpes destrozaban su ropa y un fuerte choque eléctrico lo hacía convulsionarse en el aire.
Cayó humeando literalmente con quemaduras de tercer grado, mientras yo me ponía de pie y me curaba un costado donde me golpeó y me rompió algunas costillas.
Si hubiera sido un ataque real me habría dejado gravemente herido.
—¡Jino!
—gritó Nina y se apresuró a llegar al lado de su esposo—.
Lo mataste —me dijo sacando su espada, pero con gravedad la saqué de mi camino, y me acerque a Jino al cual curé, dejándolo como nuevo, mientras abría los ojos.
—¿Qué demonios fue eso?
—me pregunto.
—Fue la 5ta técnica del Dios del cauce comprimida, la comprimí millones de veces, no quería destruir todo este lugar, es magia divina de agua, después de todo.
—Ya veo —dijo poniéndose de pie, mientras Nina le traía una manta para cubrirse.
Cuando miré a los santos espada estos no decían nada, miraron callados, asustados y se retiraron del dojo, y fueron a entrenar en la nieve.
—Así que es cierto, por eso el símbolo del Dios del Cauce no es el de la escuela de Reida, es el mismo símbolo de tu collar, ya sospechaba —me dijo Jino.
—Porque Isolte es diosa del agua entonces —dijo Nina.
—Ella está a cargo del santuario, yo no puedo hacerme cargo de él, por eso la nombre segunda diosa del agua, aunque ella no quiso tomar el nombre de Reida —¿Eso se permite?
—El Dios del Cauce es quien pone las reglas, y eso decidió mi señor Reidar —dijo Isolte.
—Ya veo.
—Bien, lo siento no quería pelear, pero insististe amigo, le dije.
—Está bien, quería esta revancha.
—Bien, ahora que sé que el santuario del Dios del Filo no es nuestro enemigo será mejor regresar —dije poniéndome de pie junto con la comitiva.
—Esperen, quédense —nos dijo Nina, llamando al mismo chico que nos recibió y nos dio una cabaña para que pasáramos la noche.
—Quisiera saber de la batalla de Biheiril —dijo Jino—.
Esta noche los acompañaré para beber unos tragos.
—Claro —le dijimos, mientras el chico nos acomodaba en una gran cabaña, y nos traían comida.
Esto lo hacían unos chicos jóvenes, apenas principiantes, ya que los demás se negaban a mirarnos.
Mientras comía, de pronto noté a Ars mirándome con una gran sonrisa tal como lo hacía Eris cuando era una niña.
—¿Todo bien hijo?.
—Eso fue genial papá, —dijo sentados ami lado y el De Eris —.
Quiero que me enseñes esa magia y así derrotar a Lucy.
—Jajajaj esta bien, pero debes acumular mana hijo mio, pero ¿creí que te gustaba más el estilo dios del Filo?.
—Si me gusta más, pero estudiaré las tres escuelas y magia, seré un guerrero ya poderoso como tu papá.
—Mi niño, —dije acaricia do se cabello mientras el abrazaba a mi y Eris.
Estábamos comiendo y hablando con los chicos cuando de pronto Nina entró a la cabaña.
—¿Molesto?
—Claro que no, señora, por favor adelante —dije.
—Sí, claro —dijo mirando a Orsted que estaba sentado más allá con los brazos cruzados y su casco.
—Oye Eris, Isolte quería invitarlas a mi casa, a beber el té, les dijo Nina.
—No quiero molestarte, de seguro quieres estar con Jino, le dijo Eris .
—No, él vendrá para acá a hablar con ellos después de entrenar, vengan.
—Claro —dijeron las chicas.
—Ars, ve conmigo —le dijo Eris.
—Pero quiero hablar cosas de hombre con papá y los tíos , mamá roja .
—¿No querías hablar para practicar aquí en tus vacaciones?
Ven —le dijo, y Ars fue con ella, y ahí quedamos solo con Alek y Orsted.
—Espero que no tengan problemas, Eris lleva las cenizas de Gal Farion en su mochila, dije en voz alta .
—Tranquilo, ella no tiene intenciones de pelear —me dijo Alek.
—Oye Orsted, acércate y come algo —le dije.
—No estoy bien.
—¿Derrotar a Jino no traerá problemas?
—le pregunté .
—No, aparte de que los santos espada te odian y al estilo dios del cauce no se atreverán a decirte nada —me dijo.
—Uuuuf, como sea, ummm espero que Ariel esté bien —dije.
—Ya cálmate, ella debe estar bien —me dijo Orsted .
—¿Qué me miras con esa sonrisa, idiota?
—le dije a Alek.
—Nada, considerando que no te gustaba ir a Ars, cambiaste mucho estos 5 años.
—Uuuf, es por los niños viejo.
—No te creo.
—Bueno entre nosotros, Ariel tiene mucho encanto —le dije sonriendo .
—Nadie tiene más encanto que Aisha —me dijo.
—Es mi hermana, viejo, deja de nombrarla delante de mí por favor.
—Bien lo siento (…..) pero no tengo con quien hablar respecto a eso, y bueno papá solo me habla de aventuras y tú eres mi único amigo.
—Uuuf está bien, ¿qué quieres saber?
—Bueno, ¿cómo se ocupa la lengua cuando (…).
—Bien lo que tienes que hacer es…
—y así le expliqué la técnica.
—Ya veo, lo haré cuando regrese a casa, ¿eso le haces a la reina que siempre viene a verte?
—Eso es muy personal, le dije.
Mientras Eris, Ars e Isolte llegaban a la casa que Nina compartía con Jino.
La casa era pequeña considerando el estatus del Dios del Filo, sin embargo, Gal Farion también vivió ahí, los dioses del filo viven bastante humildes.
—Tomen asiento —dijo Nina quien sirvió comida, mientras ponía una tetera en la cocina.
—Nina, toma —le dijo Eris pasándome una cajita de mármol.
—¿Qué es esto?
—Son las cenizas de Gal Farion.
—Ya veo, lo sepultaré cerca de la piedra donde le gustaba meditar.
(….) ¿Cómo murió?
Preguntó.
—Usó el estilo dios del cauce, no sé por qué hizo eso, antes de morir me dijo que nunca debía dudar, él dudó y murió, luego me nombró emperatriz del Filo me dio su espada y murió.
—Ya veo, qué le habrá pasado que hizo eso —dijo Nina—.
Papá era emperador del cauce, pero, en fin.
—Perder con Jino lo afectó, antes de la batalla me habló mucho de esa pelea, tenía una sonrisa mientras lo contaba, le dijo Eris .
—Ya veo, eso debió hacerlo dudar, ufff increíble, murió cometiendo el mismo error que siempre decía que no debíamos hacer dudar.
—Así es —dijo Eris comiendo un pan.
—¿Y tú niño?
Tienes el cabello y rostro de Eris y los ojos de tu padre.
—Sí, solo Káel y Siegh se parecen a papá, los demás nos vemos como nuestras madres.
—Ya veo.
—Ars quiere entrenar aquí los veranos, le dijo Eris a Nina.
—Si quiere entrenar debe ser todo el año, dijo Nina .
—Lo sé, lo que pasa es que estudia en la universidad y Rúdeus insiste en que debe terminar de aprender magia de ataque, además Ars es talentoso en magia de fuego y viento.
—Ya veo —dijo Nina pensativa.
—Hola, mamá, ya regresamos —dijo de pronto la voz de una niña de 5 años que entró junto con su hermano de 3 años, los cuales de pronto se quedaron mirando con los ojos muy abiertos a Eris.
—¿Qué les pasa?
Ya entren —les dijo Nina—.
Vengan, los voy a presentar, ellas son amigas de mamá.
Ella es la segunda diosa del agua, Isolte Cruel, y ella es la emperatriz del filo, Eris Greyrat .
—Eres la reina espada berserker —dijo el niño menor con mucha sorpresa en sus ojos.
—Así es —le dijo Eris con una sonrisa.
—Déjame presentarte a mis hijos.
Ella es mi hija mayor, Jill, y él es mi hijo, Nel.
—¿Dos hijos?
Pensé que solo tenías uno —le dijo Isolte .
—No, apenas di a luz a Jill y al mes quedé embarazada de Nel, se llevan solo por poco más de 10 meses.
—No perdiste el tiempo —le dijo Eris con burla, y Nina se sonrojó.
—¿Y Quién es él?
—dijo Jill apuntando a Ars.
—Oh, lo siento, él es el hijo de Eris, se llama Ars, tiene…
¡Eeh!
¿Qué edad tienes?
Le preguntó Nina.
—7 años, emperatriz espada Nina.
—Ummm —dijo Jill mirando a Ars con una mueca , mientras Nel se veía emocionado mirando a Eris.
—¿Dónde está su padre?
Le pregunto Nina a los niños.
—Está practicando, se veía emocionado, por alguna razón nunca lo había visto practicar así —dijo Jill.
—Es que tenemos visitas, el Dios Dragón, el Dios del Norte Kalman III y el dios del cauce Reidar Reí están de visita.
—¿En serio?
Quiero ir a verlos —dijo Nel emocionado.
—Ya tranquilo, irán después, siéntense —les dijo Nina.
Mientras tanto, Nel se acercó a Eris y la miraba de reojo.
Eris lo miró con una sonrisa, algo que sobresaltó al niño.
—¿Usted no me va a comer, cierto?
Le pregunto el niño.
—Jajaja, ¿por qué haría eso?
—Si te portas mal, ella te va a comer —le dijo Nina seria.
—¿Qué?
—dijo Nel asustado.
—Jajaja, estoy bromeando, no te hará nada.
Vamos, Eris, puedes cargarlo si quieres.
—Claro —dijo Eris tomando al niño en brazos, el cual le tocaba su cabello rojo, mientras Nina se daba cuenta que Eris era más suave para cargar a un niño, obviamente tenía mucha experiencia criando.
Mientras, Jill se sentaba cerca de Ars y lo quedaba mirando intensamente y con un puchero directamente a los ojos .
—¿Sí?
—dijo Ars con timidez.
—¿Eres el hijo de la reina espada rabiosa, cierto ?
—Eeeh, sí, pero tengo más mamás.
—¿Qué?
¿Cómo?
Yo solo tengo una, dijo Jill confundida.
—Es que papá tiene varias esposas, le Dijo Ars .
—Ummm, eso no me gusta.
Cuando me case no dejaré que mi esposo tenga más mujeres, dijo Jill.
—No eres una niña muy pequeña aun para hablar de eso —le dijo Ars.
—¿Sabes usar una espada, Ars ?
Le preguntó Jill.
—Sí, papá es el dios del cauce, y mamá me enseña dios del filo, y tía Aisha me enseña algo de dios del norte.
—Apuesto a que puedo ganarte —le dijo Jill.
—Eeeh, la verdad yo…
—dijo Ars mirando a Nina que los miraba con una sonrisa.
—¿Por qué te haces el humilde, Ars?
Siempre dices que eres fuerte y siempre andas alardeando en la.
Universidad y en casa —le dijo Eris.
—Es que no estamos en casa, mamá roja.
—Ufff, cuando estás con gente que recién conoces te comportas como Rúdeus.
—Toma, vamos a practicar —le dijo Jill a Ars dándole una espada de madera.
—Eeeh, no sé si se pueda —dijo Ars con timidez.
—Vayan, pero solo aquí afuera, entendido, debo escuchar la práctica —les dijo Nina.
—Claro, mamá, tú ven —le dijo a Ars tomándolo de un brazo.
—¿Está bien que Ars practique con ella?
—dijo Eris, que tenía a Nel en sus brazos, el cual le había tomado un mechón de pelo a Eris y se lo había llevado a la boca.
—Claro —dijo Nina riendo mientras veía esta escena.
—Disculpa, ¿dónde está el baño?
—dijo Isolte de pronto.
—Al fondo, ¿estás bien?
—Sí, me dieron ganas de vomitar de pronto y me siento mareada —dijo Isolte.
Mientras en el patio, Jill atacaba a Ars, el cual con facilidad repelía los ataques de la niña pero sin golpearla.
—Eres hábil, pelirrojo —le dijo Jill lanzando un ataque, pero Ars fácilmente se la desarmó.
—Otra vez —le dijo Jill.
—Está bien, dijo Ars resoplando.
—pero ahora Usa el estilo dle dios del norte, le dijo Jill.
—Está bien —dijo Ars, que se lanzó a correr como una bestia hacia ella, pero Jill lo desestabilizó, pero Ars recuperó su posición con gravedad y le lanzó magia de viento, la que hizo caer a la niña a la nieve.
—¿Estás bien?
—le dijo Ars llegando a su lado, preocupado por la caída de la niña .
—Hiciste trampa, tramposo —le dijo Jill con las mejillas infladas.
—No, es estilo dios del norte, se usan trucos en ese estilo, papá es emperador del norte también, y tía Aisha es santa del norte y novia del Dios del norte, siempre usan Trucos, u otras espadas o dagas .
—Vaya, ¿y cómo hiciste eso con tus manos?
—¿Qué cosa?
—La magia como aire, le dijo Jill con una sonrisa .
—Pues mamá azul y mamá blanca me enseñaron.
—Ummm.
¿Puedes enseñarme?
—le dijo Jill con una sonrisa.
—Sí, supongo, ven, sentémonos aquí —le dijo Ars sentándose bajo un gran árbol cerca de la casa de Jino.
—¿Y qué hago?
—le pregunto Jill.
—Pues primero debes aprender el hechizo, extiende ti mano con la palma abierta .
—Pero tú no los haces.
—Bueno, nadie aprende a lanzar en silencio de inmediato, primero debes aprender el hechizo, y Cúado lo Domines lo puedes lanzar en silencio .
—Enséñame a lanzar viento.
—Ummm, primero te enseñaré un hechizo de agua, es el más fácil.
—Pero yo quiero aprender viento —le dijo Jill con las mejillas infladas.
—Sí, pero es que es tu primer hechizo, el de viento requiere más maná, primero usa uno de agua, porque el hechizo te va a cansar menos al principio.
—Está bien, pero deberás enseñarme más después y a no decir el encantamiento .
—Claro —dijo Ars—.
Será mejor enseñarle, después de todo, si me permiten venir en los veranos, la veré más seguido y va a querer que le enseñe —pensó Ars.
—Bien, extiende tu mano y repite —dijo Ars recitando el hechizo, vas a sentí que el mano recorre tu cuerpo hasta tu mano, no te asustes .
Jill extendió la mano, y empezó a cantar el hechizo, justo en ese momento Jino Britts venía de regreso de entrenar, y escuchó voces de niños, al asomarse vio a Ars enseñándole un hechizo a Jill, y se ocultó tras un árbol a mirarlos.
Mientras Jill recitaba el hechizo y una pequeña bola de agua del tamaño de una canica salió de su mano.
—¡Lo logré, lo logré, increíble,!
¿viste cómo lo hice?
—le dijo a Ars con una sonrisa.
—Sí, bien hecho, le dijo Ars acaricia doler el cabello .
—¿Por qué me siento cansada?
—Es porque fue tu primer hechizo, es normal, debes lanzar hechizos todos los días hasta gastar tu maná para incrementar tus niveles de magia , así papá se hizo poderoso —le dijo Ars, mientras Jino escuchaba la explicación y tenía una gran sonrisa al ver a su hija feliz por verla lanzar un hechizo.
—Genial, mamá va a estar feliz cuando me vea —dijo Jill.
—Sí, pero será mejor entrar esta empezando a oscurecer —dijo Ars.
—Oye, tu pelo es raro, le dijo Jill.
—Sí, lo saqué a mamá roja, ¿¡qué estás haciendo!
?
—dijo Ars luego de que Jill se parara y le mordiera el pelo a Ars.
—Creí que tendría sabor a frambuesa.
—¿Por qué pensaste eso?
—No sé, mamá habla de tu mamá y decía que su pelo era rojo y con Nel pensábamos que tendría sabor a frambuesa.
—Es solo pelo —le dijo Ars.
—Ya veo, sabe mal, wuacala, debes lavarlo, cochino .
—¿Qué haces, hija?
—dijo de pronto Jino que salió tras el árbol.
—Papi, mira, soy maga —dijo Jill poniéndose a su lado y lanzado el hechizo, pero eso la cansó mucho, y Jino la tomó en brazos.
—Eso es genial, amor, pero ya debes entrar a bañarte —dijo mirando a Ars—.
¿Y tú qué haces aquí niño ?
—Lo siento, señor, su esposa la emperatriz espada nos invitó a mi madre y tía Isolte a beber el té, y su hija me pidió un duelo, dijo Ars algo asustado .
—Sí, él me ganó, golpéalo, papi —le dijo Jill poniendo palido a Ars.
—Ya relájate, no haré eso, vengan, entren, gracias por enseñarle magia a mi hija —le dijo Jino y entraron a la casa.
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