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Un Rudeus diferente - Capítulo 261

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261: Futuro 261: Futuro —Jino, ya viniste, ¿quieres comer algo?

—le dijo Nina a su esposo que entraba con Ars y Jill.

—No, cariño, me iré a bañar e iré a hablar con los visitantes.

—Está bien, me quedaré con las chicas un rato más, le dijo Nina .

—Claro que sí.

—Papá, ¿puedo ir contigo?

—dijo el pequeño Nel.

—Claro, deja ir a darme un baño —dijo Jino.

—Tú irás con Rúdeus —le dijo Eris a Ars .

—Sí, mami roja .

—No, quédate, juguemos —le dijo Jill.

—Pero to quiero ir (….).

—Mami, me enseñó magia, mira —dijo Jill mostrándole el hechizo de agua a Nina .

—Vaya, eso es genial, amor.

—Sí, pero me cansé, quiero comer —dijo Jill, que comía bocadillos con gran apetito.

—Vaya, es igual a ti, pero con el color de cabello de Jino, le dijo Eris al ver la actitud de la niña .

—Sí,por cierto Jill ¿y cómo les fue en su duelo?

—Él me ganó, mamá, debo entrenar más, la próxima vez que lo vea le patearé el trasero.

—Sí, respecto a eso, dijo Nina mirando a Eris, — mañana te daré una respuesta, Eris, no es común que alguien venga solo unos meses al año.

—Pero mami, quiero que me enseñe magia —dijo Jill,— él dice que puedo hacerlo sin el hechizo.

—Umm, ya veremos —dijo Nina bebiendo el té, momento en que Isolte salía del baño.

—¿Está bien?

—Sí, Eris solo fueron náuseas.

Al rato, salió Jino, quien tomó a Nel y fue con los demás.

—Iré con usted, Dios del Filo—le dijo Ars, pero Jill obligó a Ars a ir a jugar con él a un cuarto a un lado y lo obligó a que le leyera un libro, que no eran otros que los que Rúdeus trajo de regalo.

Las chicas escuchaban como Ars leía el libro de historias infantiles, mientras Jill le preguntaba cosas —¿Sabes leer, Nina?

—le dijo Eris.

—Sí, aprendí con un libro sobre un Superd.

—Aah, eso, Rúdeus y mi cuñada Norm lo escribieron.

—Sí, me di cuenta.

—¿Y qué tal lees?

—Pues algo entiendo y se los leo a Jill.

—Qué bueno que sepas leer, ya era hora —le dijo Eris.

—Tú cállate, Isolte tuvo que leerte la carta de tu esposo la última vez.

—He mejorado, Silphy me obligó a leer mientras estaba embarazada —dijo Eris inflando sus mejillas.

—Por cierto, Eris, no tomes a mal lo que diré, le dijo a Nina .

—¿Qué cosa?

—¿Cómo es que puedes soportar a otras 3 mujeres?

Sinceramente pensé que las matarías.

—Mmm Si te soy sincera, pues no fue fácil al principio, me molestaba ver a Rúdeus besando a Silphy y Roxy los primeros días que llegué a la Sharia, ademas estaba tan nerviosa al volver a verlo qué no me atrevía a hablarlo, ademas, había cambiado, era alto, tenía un cuerpo tonificado y su voz era diferente, lo dejé casi siendo un niño, y cuando regresé se había vuelto un hombre adulto .

—¿Y entonces?

—Pues supongo que, como dice Orsted, nuestros destinos son fuertes.

—Entiendo, Sí que te has calmado estos años, Eris .

—Supongo, he aprendido a socializar.

—Ya veo, y eres buena madre por lo que veo.

—No, Silphy es mejor mamá que yo, yo soy la disciplinado, los niños me temen cuando hacen algo malo .

—Claro que no, me di cuenta por cómo sostenías a Nel y hablabas con Jill, yo no soy tan tierna, soy más brusca, creo que soy como mi padre, Jino por otra parte, ama a nuestros hijos, y no los presiona como lo hacía papá conmigo, los deja hacer lo qur quieran, si papá me hubiera vistom tratar de aprender magia me habría castigado, ¿viste a Jino?

Estaba sonriente cuando vio.

Jill hacer eso de magia .

—Sí, te entiendo, Rúdeus es igual cuñon nuestros hijos, y casi nunca se enoja con ellos o nosotras, de hecho, la única vez que me ha regañado fuertemente, fue por sobrecargar a Ars, realmente estaba enojado esa vez —recordó Eris sonriendo.

—¿El tema regala?

Pff, ¿te domaron?

—¿Qué dijiste?

¿Quieres pelear?

Le dijo Eris poniéndose de pie.

—Claro que no, no puedo, llevo un bebé en mi vientre, dijo Nina .

—¿En serio?

¿Puedo tocar tu panza?

—le dijo Isolte, quien se arrimó a su lado, y Eris hizo lo mismo y le acariciaron el vientre.

—Jino estaba muy feliz cuando se lo dije.

—Espero tener uno pronto, dijo Isolte .

—Debes dejar de entrenar tanto, y ya verás que quedarás embarazada —le dijo Eris.

—Entonces, volviendo a la pregunta ¿cómo es que no mataste a esas mujeres?

—le preguntó Nina.

—No lo sé, me imaginaba que encontraría a Rúdeus en algo así.

Ghislaine siempre me decía que eso podía pasar si me iba tantos años lejos de él, y lo tenía algo asumido, además mi abuelo tenía varias esposas.

Aunque no pensé que estaría con 3 mujeres, dijo Eris inflando sus mejillas .

—Oye ¿Y por qué te besabas con la elfa la última vez que te vi?

¿Eres lesbiana?.

—Shhhh, habla más despacio, a Ars le gusta escuchar conversaciones ajenas —dijo Eris, asegurándose de que su hijo estaba leyéndole el libro a Jill.

—Pues, la verdad de las cosas, nunca me imaginé hacer algo así, pero es divertido, y no soy lesbiana, solo que disparo a ambos lados .

—Aaaagh, yo no podría con otra mujer, dijo Nina.

—Es que Silphy es adorable, tiene el pelo suavecito, ella es parte ferál es como abrazar a un peluche .

—¿Ah, sí?

¿Y qué hay de la chica demonio y la chica de pelo negro?

—Ummm, es una costumbre entre mujeres que comparten el mismo hombre , así no peleamos entre nosotras, o eso decía mi abuelo, que entre mejorse lleven las esposas el matrimonio funciona mejor, ademas Elinalise nos da muchos consejos, y tenemos la noche de chicas pararesilver nuestros problemas .

—Aggggh, qué rara forma de llevarse bien —dijo Isolte.

—Oh, ya cállate, monja, si no fuera por Rúdeus, tu estarías solterona, te recuerdo quee ibas a rechazar a tu esposo, y Rúdeus estuvo apunto se llevárselo a la Sharia y enviarlo con los Superd, ahora el estaría casado con una demonio y tu ahí estarías tu, virgen y soltero na como un piano embrujado por las noches .

—Mmmm, murmuró Isolte bajando la cabeza .

—¿Y cómo te llevas con los hijos de las otras mujeres?

Le pregunto Nina.

—Todos son mis hijos, todos son mios.

—Pero no los pariste a todos.

—No, pero (…) a decir verdad, cuando recién llegué, sentí de inmediato algo por Lucy cuando la vi ahí en brazos de su abuela.

—¿La niña elfa de pelo castaño?

—Así es, de hecho a ella la conocí primero que a Silphy, Roxy y Nanahoshi .

Cuando la tomé en brazos cuando era una bebé, de inmediato ella me sonrió, y sentí como si siempre fuera mía, era tan linda y se parecía a Rúdeus, la amé desde que la vi .

Lucy es mi hija, no importa que no las haya parido.

Lucy, Lara, Siegh y Lily son mis hijos, y de hecho Lucy es la que más se parece a mí en personalidad, y Lara uuuf bueno A Lara la amo, pero me saca de mis casillas .

—Pensé que tu hijo se parecía más a ti.

—De hecho eso pensaba hasta hace poco, pero Ars, a pesar de fanfarronear como yo, en el fondo es como Rúdeus —dijo Eris, mirando a Ars leyéndole el cuento a Jill, la cual lo miraba con una sonrisa,— eso hizo a Eris recordar cuando Rúdeus le contaba historias bajo el árbol del patio de la mansión Boreas .

—¿Y tú?

, creí que lo odiabas por tener 4 esposas, y aquí estas con ellos y peleaste en la guerra con el esposo de Día —le dijo Nina a Isolte.

—No lo odio, lo respeto, es mi señor Reidar, además es mi padrino de bodas.

Hace poco Dóga me dijo que él lo ayudaba a conquistarme, le decía que debía decirme, pero Dóga se ponía nervioso y no decía nada o empezaba a tartamudear, umm.

Ahora que recuerdo, fueron varias las veces que Dóga se paraba frente a mi muy sonrojado, trataba de decirne algo, pero no podía y salía huyendo, pensé que era un raro en ese tiempo —recordó Isolte.

—Jajajaja, qué idiota.

—Deja de burlarte, Eris.

—¿Y como es tu esposo Isolte?.

—Oh es muy tierno, me ama mucho.

Nos conocemos desde hace varios años, poco después de la coronación de Su Majestad.

Él fue reclutado como caballero, es un emperador del norte.

Y Pues, es muy alto, la verdad.

—Sí, y está gordo.

—No está gordo, Eris, nunca fue gordo.

Él era musculoso, ahora está mucho más delgado.

—No sabía que te gustaban los gorditos, Isolte —dijo Nina, burlándose.

—Él no está gordo, era más macizo, solo potencia.

—Sí, es gordo, el regalón de olla, es un tipo rubio de ojos azules, y es menor que Isolte.

—Cállense, Reidar y Jino son más jóvenes que ustedes —les dijo Isolte.

—Sí, dos años, pero Dóga tenía 19 cuando te casaste con él y tú tenías 27, le dijo Eris .

—Dejen de fastidiar, a Dóga le encanta como soy.

Además, si sigues molestando, Eris, te delataré con el Dios del Cauce, él es muy amigo de Dóga.

—Rúdeus no le dirá nada, aunque Rúdeus sí aprecia mucho a Dóga, lo considera su amigo, dijo Eris.

—¿Por qué?

—preguntó Nina.

—Bueno, tu padre y Kalman III se disfrazaron de soldados de Biheril y se hicieron pasar por observadores.

Cuando Rúdeus los llevaba de regreso para hablar con el rey, ellos lo atacaron a traición, le cortaron un brazo y cayó al abismo.

—Ummm, ¿papá hizo eso?

—Eso dijo Rúdeus.

Sin embargo, Rúdeus los atacó, pero no pudo con los dos al mismo tiempo, además de que no le daban tiempo para acumular el maná suficiente para atacarlos con la 5ta técnica.

—¿Y cómo es que ahora lo hace de inmediato?

Pregunto Nina.

—Rúdeus ha perfeccionado esa técnica y la lanza con cantidades comprimidas de maná.

Si lo hubiera hecho con todo su poder, habría matado a Jino y destruido toda la tierra sabrá de la espada.

—Cuesta creerlo, dijo Isolte .

—Lo es, fue una técnica aterradora, y aun así, el Dios de la Lucha no murió —dijo Isolte.

—Me hubiese gustado ver eso, pero cuando viniste con Ghislaine y la elfa estaba embarazada —recordó Nina.

—Sí, llegamos justo cuando estaban por matar a Reidar y Eris y los demás estaban inconscientes.

—¿Y cómo lo derrotaron entonces ?

—preguntó Nina.

—Con la amargura que creó Rúdeus, aunque yo di el golpe final con Kajakut y así separamos al portador de la armadura , dijo Eris .

—¡La espada del Dios del Norte!

.

—La misma, aunque después fue de Rúdeus, que se la quitó a Kalman después de derrotarlo.

—¿Y dónde está la espada?

—dijo Nina.

—La usaron para sellar al Dios de la Lucha, no sé dónde está.

Solo Rúdeus, Orsted y Kalman lo saben —dijo Eris.

—Genial.

Mientras las chicas hablaban , Ars le leía el libro a Jill.

—Y así Batman derrotó al Joker y lkk encerró en Arkam, fin .

—Vaya, ese tipo estaba loco, ¿por qué no lo mató con el estilo Dios del Filo?

—Porque esto pasa en otro mundo donde no hay maná, ademas es un cuento.

—Oh, claro, lo olvidé.

Oye, esos dibujos son geniales, son lindos .

—Si ese es Batman, ¿te hago una figurita?

—¿Puedes hacerlo?

—Sí, con Lara y Lucy jugamos a quién hace la más genial, aunque la que lo hace mejor es Lily, pero puedo hacer una pequeña de manera decente.

—Hazlo pelirrojo, quiero una, te lo ordeno.

—Oye, di por favor.

—No, esta es mi casa y si no lo haces le diré a mi papá que te dé una paliza.

—Ah, sí, mi papá es Reidar Reí, no te tengo miedo, niña.

—Por favor —le dijo Jill con un puchero.

—Bien, sí te la iba a hacer de todos modos, pero tardaré un poquito.

—No importa, hazla mientras me lees la siguiente historia.

—¿No deberías estar ya durmiendo?

—No tengo sueño.

—Eres solo una niña, las niñas duermen.

—Cállate, tú también eres un niño.

—Tengo 7 años, soy mayor que tú.

—Son solo 2 años, papá es 4 años menor que mamá, dijo Jill.

—Ummm.

Está bien, qué mandona eres, ¿qué quieres que te lea?

—Ummm.

Déjame ver esta de aquí —dijo Jill por Spiderman.

—Pues bien, Peter Parker era(……) y sis continuaron hablando.

—Mientras Nina los miraba a lo lejos.

—Creo que a Jill le agrada tu hijo, ¿qué está haciendo con magia ?

—Está haciéndole una figura, jajaja.

Rúdeus me hacía figuras cuando era niña para hacerme estudiar, decía que si aprendía su lección me regalaría una —dijo Eris sonriendo.

—¿Aún las tienes?

—No, se perdieron en el accidente de maná, pero sí me las volvió a hacer cuando se las pedí después de casarnos.

—Oye, Eris, tú sí que amas a tu esposo, ¿no?

—le dijo Nina.

—Sí, desde que lo conocí, aunque él me odiaba, yo era una estúpida violenta con él cuando éramos niños.

—¿Y él cuándo te empezó a amar?

—Ummm, cuando él cumplió 10 años ya me quería, antes de si creo que no le agradaba nada, era tan estúpida y siempre lo golpeaba.

Perro creo que me empezó a amar en el gran bosque.

Nunca se lo he preguntado, pero desde ahí él me miraba mucho, antes de eso solo me miraba con cariño de amigos, desde el gran bosque lo descubrí varias veces mirándome el culo, las tetas y los labios, o simplemente me miraba, y cuando lo descubría él desviaba la mirada, yo por dentro estaba muy feliz por eso.

—Su historia es muy bonita (…) sí que la cargaste con abandonarlo —le dijo Isolte.

—Agh, cállate, no lo abandoné, además, fue mejor así, si no me hubiera ido, tal vez nunca habrían nacido ni Lucy, ni Lara, o Siegh y Lily.

—Ni Edward, Sariel, o Kael —dijo Isolte.

—Cállate.

—¿Quiénes son ellos?

preguntó Nina.

—Los hijos de la reina de Asúra —dijo Eris.

—Ummm, así que te engañó con la reina.

—No fue engaño, ella se embarazó de él 3stando Rúdeus inconsciente.

—¿Lo violó?

—No lo violó , más bien lo puso ebrio y le dio un afrodisíaco y ella se embarazo de él .

—Santo dios, eso es eviolar Eris , ¿y no la mataste?

—¿Por qué haría eso?, dijo Eris.

—¡Porque se aprovechó de tu esposo!

estúpida .

—Es la reina, es un honor que tue esposo sea e padre de los príncipes —dijo Eris, mientras Nina e Isolte se miraban e Isolte solo movía la cabeza.

—Santo dios, Eris, ¿que te pasó?

.

—¿Qué?

Nos llevamos bien, de hecho fuimos todos de vacaciones al continente Milis hace un año la pasamos muy bien, d e hecho peleamos con el Dios de las técnicas.

—¿Qué?

¿Estás loca?

—Es cierto, le dio una paliza a Rúdeus y Kalman, dijo Eris .

—¿Cómo puedes estar tan segura de ello, como sabes que era el Dios de la técnica ?

—Porque Rúdeus no perdió su título de las 7 grandes potencias después de la paliza, pero al parecer no es un mal tipo pudo matarnos a todos y simplemente nos dejó ir .

—Increíble, ¿y cómo es?

—Pues es un dragonfolk, parecido a Orsted.

—No he visto la cara a Orsted, Eris.

—Pues pelo plateado, ojos amarillos y con escamas y colmillos.

—¿Y cómo no los mató?

—No lo hizo, solo nos estudió.

Matamos a sus espíritus familiares, pero el tipo era increíblemente fuerte.

—Ustedes están dementes, le dijo Nina .

—No lo buscamos, nos topamos con él por casualidad en un laberinto, fue emocionante.

—Cuéntame de ello.

—Pues, ¿por dónde empiezo?

—dijo Eris (…).

Mientras, Jino llegaba donde estaban los demás.

—Con su permiso —dijo entrando.

—Dios de el filo, no pidas permiso en tu casa.

—No es mi casa, solo administro este lugar.

Ordené comida, la traerán pronto —dijo sentándose.

—Oye, Kalman III, ¿cómo perdiste tu brazo?

—Solo dime Alek.

Pues pedí que me sellaran el brazo dominante y abandoné Kajakut.

Me di cuenta de que eso me hacía débil; sin la espada no soy más fuerte que mi padre.

—Ya veo, ne habría gustado combatir contigo a tu máximo nivel, dijo Jino.

—Era un demente, déjalo así mejor, Jino —le dije.

—Así que eres el Dios del Cauce, ¿hace cuánto tiempo lo eres ?

Me preguntó.

—Ummm, me hice Dios del Cauce poco antes de la coronación de Ariel, unos años después que te vi, pero lo mantenía en secreto, le dije .

—¿Por qué?

—Por los idiotas que buscan desafiar a los que poseen esos títulos —le dije.

—Sí, te entiendo, estuve casi 3 años venciendo a tipos así —dijo Jino.

—Oye Deja de decirme idiota, Rúdeus, me Dijo Alek .

—Pues lo eras, tarado.

—Y si ustedes eran enemigos, ¿por qué ahora están juntos?

Nos preguntó Jino.

—Pues te lo dijimos, estamos buscando aliados ahora .

—No me refiero a eso, ¿qué cambió para que ahora sean amigos?

—Pues Orsted le dio una paliza que le ensambló el cerebro —dije.

—Además, somos cuñados —dijo Kalman—.

Estoy saliendo hace años con su hermana, Aisha.

—¿Están casados?

—Ummm.

Aún no, más bien vivimos en concubinato —dijo Alek—, pero creo que pronto nos casaremos.

—¿Y quién es el niño?

—dije mirando a Nel.

—Oh, es mi hijo, Nel, tiene casi 4 años.

—Me recuerda a Gal Farion —dije.

—Sí, se parece a mi tío, aunque no tiene su personalidad.

—¿Quiénes son ellos, papi?

Pregunto el niño —Él es el Dios del Cauce, Reidar, y él es el Dios del Norte, Kalman III.

—¿Vienen a matar a mi papá?

—dijo el niño desafiaabte.

—Claro que no, solo hemos venido de visita, le dije .

—Es que ese señor me da miedo —dijo apuntando a Orsted, que estaba en el rincón más alejado del salón con su casco puesto.

—No te asustes, él es buena persona, solo que tiene una maldición que hace que le temas, pero tranquilo, él es bueno, es el dios dragón, Orsted.

—Vaya —dijo el niño impresionado justo en el momento en que nos traían una gran cantidad de filetes.

—Vamos, coman, dios dragón, acérquese.

—Será mejor que no, coman, no tengo hambre, dijo Orsted .

—¿En serio?

—Sí, déjalo, él es como las culebras —le dije—.

Por cierto, ¿y Eris y Ars?

—Están con Nina, tranquilo, ellas son muy amigas, deben estar hablando cosas de chicas.

—¿En serio?

No se ven muy amistosas entre ellas, dije.

—Ellas son así, entrenaron juntas por años.

—Si tú lo dices.

—¿Qué pasó con la chica de cabello negro que estaba contigo la última vez que te vi?

—¿Nanahoshi?

En casa, es mi esposa ahora.

—Si Nina me lo contó, ¿cómo lo haces?

—¿Hacer qué?

—¿Que Eris no mate a tus otras esposas?

Ella era una salvaje en esa época, ahora se ve más controlada.

—Bueno, ella no es tan malvada como piensas —le dije.

—Sí, supongo que me quedé con las impresiones que tenía de ella cuando entrenaba en este lugar.

¿Ella aún entrena?

Hasta ahora, de los practicantes de Dios del Filo, ha sido la que más pelea me ha dado.

—Sí, bueno, ella sigue entrenando, de hecho, es una reina del norte y Santa del Cauce, además de avanzada en magia de fuego, le dije .

—Ya veo.

Oye, no quise preguntarlo porque estaba Nina ahí, pero ¿cómo murió el tío Gal realmente?

—Bueno, Ruijerd, un guerrero Superd, y Eris lo enfrentaron mientras yo y Kalman II combatimaos a este soquete .

Ruijerd me contó que Gal estaba tan pendiente de Eris y con muchas dudas, que dejó de prestarle atención a él .

Y cuando usó Dios del Cauce para matar a Eris, se olvidó de Ruijerd, quien desvió el ataque, y Eris le dio un golpe mortal.

—Ya veo, qué lástima que perdió la confianza al final de sus días, creo que eso fue mi culpa.

—No te preocupes, su confianza fue 1ui3n lo mató , no tu.

—Entiendo.

Oye Rúdeus , te quería pedir algo.

—¿Sí?

—¿Podrías mostrarme la quinta técnica en su máximo esplendor?

—No lo sé, es muy poderosa.

Puedo hacerla, pero no a todo mi poder, podría destruir una gran área.

—Sí, ¿podrías?

—Sí, mañana, antes de irnos.

—Está bien.

Sabes Tu hijo se lleva bien con mi hija —me dijo de pronto con un rostro sin expresiones.

—Bueno, Ars es un chico amistoso, dije.

—Sí, le estaba enseñando magia.

—¿Te molesta?

—No, no soy mi tío Gal.

Siempre quise aprender, pero papá no me lo permitía, decía que la magia no es para un espadachín de verdad.

—¿Eso crees también?

—Claro que no, te vi matar a ese emperador del Filo cuando estuve en Ars.

La magia es peligrosa cuando saben usarla, así que sería bueno que mis hijos aprendan.

—Ya veo —dije mirando al niño que me miraba, al cual le fabrique una fugurita.

—Hay laberintos en la costa al norte, podríamos ir antes de regresar —me dijo Alek aburrido de la conversación.

—Claro que no, después de lo que pasó la última vez no tengo muchas ganas, le dije .

—Tranquilo, no va a aparecer el elfo oscuro o ese dragonfolk.

—¿Qué Dragonfolk?

—nos preguntó Jino.

—Eeeh, el rey dragón Zsillard —dije mirando a Orsted.

—Vaya, ¿y es muy fuerte?

—Sí, el tipo era muy fuerte y experto en magia —dijo Alek.

—Me encantaría ir de aventuras alguna vez, pero será cuando mis hijos estén grandes —dijo Jino.

—Bueno, ahí veremos, pasarán años hasta que mis hijos se vayan de casa —dije.

—¿Eso no te asusta?

Me dijo Jino.

—Claro que sí —le dije—.

Son mis hijos, pero deben crecer en algún momento, son nuestros solo un corto tiempo, después ellos deben hacer su propio camino.

—No lo sé, aquí siempre hemos estado atados a la tierra Sagrada de la espada, en especial Nina y yo.

Nacimos aquí, no conocemos otra vida.

—Bueno, yo no pienso así.

Si bien odiaré cuando algún idiota se lleve a mis hijas o mis hijos se vayan de mi lado, es algo inevitable —le dije.

—Me cuesta aceptar eso —dijo mientras acariciaba el cabello de su hijo en sus brazos.

—Yo seré más cariñoso como padre —dijo de pronto Alek.

—¿Tu padre te trataba mal?

—preguntó Jino.

—No, pero jamás se comportó como padre, era más bien como un hermano mayor.

—Sí, cuando creí que te había matado en Biheiril , él me dijo algo así, dijo que eras un idiota por culpa de él por no disciplinarte —le dije.

—Ummm, sí, es cierto, debió hacerlo cuando era niño, pero me dejó hacer lo que quisiera.

Creo que para educar a un niño hay que tener un equilibrio entre libertad y disciplina.

—Vaya, eso es lo más maduro que has dicho, (…) y apuesto a que eso te lo dijo Aisha, le dije.

—Sí, pero pienso lo mismo —dijo.

—No lo sé, no quiero a mis hijos lejos de mí —dijo Jino mientras su pequeño le sonreía.

Y así seguimos hablando por unas horas hasta que Nel se durmió y Jino se fue a su casa.

Justo en ese momento Eris llegó con Ars dormido en sus brazos junto con Isolte.

Esa noche Eris y yo estabanis en una cama junto con Ars en medio.

—¿Qué quería Jino?

—Solo hablar.

¿Y Nina?

—Lo mismo, solo reír un rato, fue divertido.

—Ya veo.

Hace años que no estábamos los tres así —le dije.

—Claro que si, estuvimos así en Milis o en las misiones.

—No, me refiero a esto, a estar así solo con Ars en un viaje solo los tres.

—Cierto, ¿y eso qué?

—Nada, solo pensé en eso —dije acariciando el cabello de mi hijo.

—Él me recordó mucho a ti hoy —me dijo Eris.

—¿Por qué?

—Le hizo una estatuilla a la hija de Nina, y me vi en ella un segundo cuando tú hacías lo mismo conmigo cuando éramos niños.

Yo estiré mi mano y acaricié el cabello de Eris.

—Nina va a hablar con Jino sobre si puede venir una vez al año a entrenar en sus vacaciones de la universidad, y si Jino dice que sí, ella será la maestra de Ars, pero tiene una condición.

—Ah, sí ¿cuál?

—Que Ars le enseñe lo que aprende en la universidad a Nel y Jill, además de leer bien, matemáticas y magia.

—Jajaja, o sea será como cuando yo fui a Roa.

—Algo así, pero solo esos meses y en los tiempos libres de la tarde.

—¿Y qué dijo Ars?

—Sí, obvio que sí, y la niña dijo que quería aprender.

—Ummm.

—¿Qué murmuras?

—Nada, jaja, tal vez los sueños furros de mi niño no se harán realidad —dije sonriendo.

A la mañana siguiente partimos rumbo a un descampado, en compañía de Jino, Nina y sus hijos, además de unos estudiantes principiantes que sirven casi de sirvientes de ellos.

—Bien, aquí estará bien —dije, mientras Orsted creaba una cúpula de magia de tierra sobre ellos para evitar dañarlos, y ahí ejecuté la quinta técnica destruyendo una gran sección de un bosque congelándolo.

Nina se veía asustada con sus hijos y Jino impresionado por el poder del Dios del Cauce.

Cuando regresamos y antes de irnos a casa, en el santuario de la espada había pánico por los nubarrones y los rayos que habían caído en el horizonte.

—Bien, tengan un buen camino de regreso —nos dijo Jino, quien se despidió de nosotros, y ahí se quedó Nina, quien se despidió de Eris e Isolte.

Cuando ya nos íbamos, Nina le habló a Ars.

—Oye, niño.

—¿Sí, señora?

—Ven cuando puedas a entrenar, estarás bajo mi supervisión, pero te advierto, soy una maestra dura, además deberás enseñarle magia a mis hijos como acordamos.

—Claro que sí —le dijo Ars sonriente—.

¡Si te veo pronto, pelirrojo, te patearé el trasero cuando te vea!

—le dijo la pequeña Jill.

Ars me miró y sonrió.

Y así regresamos a casa.

La misión no había salido como habíamos querido, pero al menos Jino no es una amenaza.

Con él fuera de la influencia de Hitogami, no había mucho quien viniera por nosotros.

Los Kalman son aliados, los ogros igual, Badigadi está sellado, el Dios de la técnica jamás pelearía por Hitogami, todo parece ir bien, pero no debemos bajar la guardia.

Unas semanas después viajé a Asúra para ver a Ariel y a mis hijos, Karl crecía sano, y Edward había ingresado a la universidad nacional de Asúra .

Estábamos hablando de esto, con Sariel colgada de mi cuello y Karl en mis brazos, cuando Ariel le ordenó a Sariel que debía salir, ya que debíamos hablar a solas.

—¿Pasa algo, amor?

—Luke me dijo que Philemon lo visitó.

—¿Y por qué me dices eso?

—Tristina y Elmore dicen que estuvo hablando con Edward, Valentina y el bebé.

—Sé más clara, amor, ¿qué te preocupa?

—Nada, Luke dice que no ha cambiado, aún es un hombrecillo insignificante, pero venenoso.

—¿Y qué dicen los chicos?

—Es el padre de Luke, pero Tristina no lo quiere cerca de sus hijos, y Elmore menos.

Creo que ordenaré que no se hablen con él, ese tipo es peligroso.

—Ya, tranquila, si intenta algo lo mataré.

—No es necesario, Tristina dijo que ella misma mandaría a matarlo, solo te lo digo para que estés atento, sobre todo ahora que Edward está en la universidad, Ghislaine lo protege pero, nunca se sabe lo que podría hacer ese hombre dios, tal vez Philemon es un apóstol .

—Ya, tranquila hablaré con Orsted —dije besando su frente mientras ella me sonreía — Mandaré a llamar a Sariel, debe estar molesta porque no la dejo jugar con su papi —dijo sonriendo.

Estuvimos esa tarde con los niños y pasamos la noche juntos.

Al otro día, cuando me despedía, Isolte y Dóga pidieron audiencia y los hicieron pasar donde estábamos Ariel y yo.

—Será mejor que me vaya, hasta pronto, majestad, hasta pronto, chicos.

—Espere, mi señor Reidar quédese, tengo una buena noticia —dijo Isolte muy sonriente, y Dóga estaba nervioso.

—¿Pasa algo?

—dijo Ariel.

—Así es, alteza, tengo 2 meses de embarazo.

Así que esa noche no regresé a casa y me quedé bebiendo con Dóga, Alex, Luke, y los otros dos caballeros dorados, celebrando en honor a Dóga.

Fuente: Webnovel.com, actualizado en Leernovelas.com

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